“Un concierto junto a la Colexiata do Sar es ir al Santiago de la gente”

Carlos Núñez dará un concierto este domingo 2 de julio en Santiago en la Praza da Colexiata de Sar (20.30 horas)

Hay entradas a la venta a 15 euros (www.ataquilla.com)

El músico vigués regresa a la capital gallega gracias al festival Folk Na Beira do Sar, que abre su gira Lugares Máxicos 2023

Carlos Núñez

Carlos Núñez / JAVIER SALAS

Gran referente del folk en Galicia con eco internacional, estará acompañado por la Agrupación Folclórica Colexiata do Sar, parte de un evento de dos días, que arranca mañana a las 18 h. en la Horta con actuaciones de las agrupaciones de música y baile tradicional del citado barrio y de Devagarinho, antes (13 h.), sesión vermú con Comando Curuxás. Hay también una exposición llamada Galicia polo miúdo, organizada por Montse Liñares Bello en el claustro.

Carlos Núñez (Vigo, 1971), viaja desde la capital gala, donde tocó la gaita en un recital del proyecto Celtic Beethoven, con parada en la catedral de Saint Denis, el patrón de París, compartiendo escenario con la Orquesta Nacional de Bretaña.

Carlos de verbo sin pausa ni prisa, amable y didáctico en el trato, atiende a EL CORREO en una charla telefónica que abre reseñando su cariño a Compostela y cierra pidiendo responder más tarde al solicitarle alguna recomendación cultural.

Vuelve a Santiago, una ciudad de una monumentalidad especial que viste como pocas la apertura de cualquier nueva gira.

Sí. Este concierto en Sar es el primero de la gira de verano y me hace mucha ilusión arrancar en Santiago porque el último concierto lo hemos dado en París y tengo la sensación de estar haciendo el Camino de Santiago... De la misma manera que hay un París de la gente, existe un Santiago de los monumentos y un Santiago de la gente, y actuar en la Colexiata do Sar, junto a un templo románico del siglo XII, supone hacer un concierto súper cercano, con vecinos y personas de la zona, poco menos que un concierto donde se hacen amigos. Y otra cosa preciosa que descubrimos ya el año pasado, al tocar por primera vez en ese lugar, algo que ya estamos convirtiendo en tradición, es que todo cobra sentido. Estamos junto al río Sar, que teóricamente es la comunicación de Santiago con el mar, el del famoso viaje de Santiago por el mar desde lejos, que llega a Galicia por Iria Flavia hacia arriba. Santiago no es un lugar perdido en el interior sin un contexto, estuvo siempre conectado con el mar. Rosalía de Castro tuvo varias casas en el Sar y cuando veía el río desde su casa lo llamaba... O mar.

¿Por dónde va a ir el repertorio en esta vuelta a la capital gallega?

Habrá desde música del Códice Calixtino, músicas de hace mil años, hasta un poquito de Celtic Beethoven, por supuesto, hasta juntar la gaita y el trap, que es lo que acabamos de unir en "Danza de espadas", un tema grabado con un productor de 19 años, juntando así el mundo de la música electrónica... Será para todas las edades y todos los públicos.

El último concierto lo hemos dado en París y tengo la sensación de estar haciendo el Camino de Santiago

En 2022 colaboró con Baiuca, músico de Catoira muy ligado a Santiago. Grabaron juntos un tema llamado "Solsticio", ¿cómo valora ese encuentro intergeneracional plasmado en música y un encuentro en la Praza da Quintana?

Fue una colaboración hermosa. Baiuca tiene 30 años y me gusta mucho que la gente de su generación esté trabajando con la música tradicional sin complejos. Cuando yo empezaba éramos casi marcianos, era difícil que te tomasen en serio. Yo tenía claro que quería estudiar la carrera de música para dedicarme a tocar la gaita y las flautas, pero parecía algo imposible. En cambio hoy, los más jovencitos no tienen complejos hacia la música tradicional y la mezclan con todo tipo de géneros actuales. Yo ya había trabajado con músicas electrónicas, desde 1999, desde el segundo disco (Os amores libres), donde trabajamos con gente de Real World, aquellos estudios de Peter Gabriel, o con Hector Zazou, músico de París. La música electrónica es un mundo, no toda ella está hecha con beat y para bailar... Y me encantó trabajar en ese tema con Baiuca.

El citado último single, "Danza de Espadas", llega coproducido por Yung Denzo, ¿cómo se conocen?

Vamos a hacer la "Danza de Espadas" por primera vez en directo en el concierto en Santiago... Yung Denzo es el hijo de una compañera mía de clase, Eva Román. Estudiamos juntos en el colegio Martín Códax, en Vigo. Su hijo es un geniecillo de las músicas urbanas y tuvimos un brainstorming, una lluvia de ideas, y cuando él produjo este tema y grabamos juntos, le dije: ‘Aporta toda tu visión de las músicas urbanas en esto’. Baiuca tiene 30 y Yung Dezo 19. Lo maravilloso de la música tradicional es que toca a todas las generaciones, es la verdad y la base de todo.

Los más jovencitos no tienen complejos hacia la música tradicional y la mezclan con todo tipo de géneros actuales

¿La electrónica y la música urbana de ahora mismo vienen a revitalizar la música tradicional?

Sí, sí, sí, porque además, lo que llamamos la música urbana viene de unas raíces, no salió de la nada. Y lo más curioso es que géneros como el trap tienen un 80% de las melodías en un modo, en un tipo de escala, que se llama dórica, que es la escala mayoritaria, por ejemplo, en las cantigas medievales como en Las cantigas de Santa María, por ejemplo.

¿A quién resucitaría para una colaboración musical soñada?

Una colaboración que me quedó pendiente, aunque estuvimos en contacto durante años y hablamos por teléfono porque él vivía en México en aquella época, en Playa del Carmen, donde vivía escondidito en una casa, fue con Paco de Lucía. Yo estaba preparando La farruca con él, llevábamos años preparándola y sucedió lo que sucedió, se nos fue antes de tiempo (2014). Esa hubiese sido una de mis colaboraciones soñadas, como fueron las que hice con los Chiftains. Mis maestros siempre fueron gente de generaciones anteriores, de quienes aprendí muchísimo y ahora que tengo 50 años, lo curioso, es que giro la vista hacia los más jóvenes. Aprendo muchísimo de chicos y chicas de 18 años, que te aportan una visión nueva y diferente.