Luis Penido quiere ir de Santiago a Europa a toda velocidad

El santiagués Luis Penido necesita cubrir su coche de patrocinios para competir en Europa después de su éxito como campeón de la Copa de España de montaña de la clase 5A

El santiagués Luis Penido necesita cubrir su coche de patrocinios para competir en Europa después de su éxito como campeón de la Copa de España de montaña de la clase 5A / víctor furelos

Luis Penido López (Londres, 1971) es un compostelano más. Nació en la capital inglesa, y hasta físicamente tiene un aspecto británico, pero apenas había cumplido los seis meses de edad cuando llegó a Santiago. A su Santiago. A la que considera su casa. En la capital gallega realizó sus estudios en el colegio San Jorge y en el instituto Rosalía de Castro para cursar en la universidad la carrera de Ciencias Empresariales.

Este santiagués de corazón y vecino de Vista Alegre durante su infancia y adolescencia reconoce que le gusta el mundo del motor desde niño. Y es como si el destino hubiera escrito el guión de su vida. Su actividad profesional está ligada a Trameve, empresa especializada en el desgüace ecológico de automóviles fuera de uso, y Cualicar, concesionario de furgonetas. Pero lo mejor llegaría con su faceta deportiva como exitoso piloto que acaba de proclamarse campeón de la Copa de España de montaña de la clase 5A.

Y puede compaginar ambas cosas gracias al apoyo de su sufridora pareja, con la que lleva ya dos décadas, y a una familia y unos amigos comprensivos con sus ausencias a causa de las carreras y en los que siempre obtuvo el apoyo necesario para poder hacer lo que más le gusta: sentarse al volante de un coche para correr y correr.

Su vinculación con el deporte del motor llegó “cuando estudiaba en la facultad. Tenía unos amigos iniciándose en los rallys y los iba a ver. Así fue como empezó mi relación con el mundo de la competición. En cuanto acabé la carrera me compré un Peugeot 205 y participé en el Rally de Noia. Era el año 1996. Eladio Ronquete fue mi copiloto y siguió conmigo siete años más. Lo iba a ver, me inicié yo y se incorporó conmigo. Y hoy en día todavía viene a animarme a alguna carrera y participa en el equipo técnico”.

No fue esta su primera experiencia. Luis Penido explica que “antes tuve un Renault 7. Mi padre lo mandaba al desguace. Se iba a deshacer de él. Mi primo, que sabía soldar, le hizo unas barras y participamos en unas gincanas. Fueron mis primeros escarceos”.

Desde aquellos primeros contactos con el volante ya pasaron casi 30 años y las cosas cambiaron mucho en todos los sentidos. “Este mundo evolucionó mucho. Se conserva la esencia pero la tecnología de ahora nada tiene que ver con lo que se utilizaba entonces. Ahora con un móvil haces hasta el control de tiempo de los rivales. Antes era todo más rudimentario, pero eso lo hacía más puro. Nos teníamos que ayudar unos a los otros. Era como lo que se ve ahora en el Dakar. Era un poco una aventura, pero es cierto que aquel compañerismo se transformó ahora en profesionalismo. Hoy el piloto pesa menos. Los equipamientos vienen establecidos por marcas y si pagas lo tienes. Antes había que buscar un buen mecánico. Y la información había que trabajarla cuando hoy en día Internet ya te lo aporta todo”.

Hasta los inicios en este deporte son diferentes. “Hay escuelas de formación de pilotos y copilotos. Antes el equipo lo formaban dos personas con mucha confianza. Ibas a una carrera de debutante y el copiloto también. Era algo nuevo para todo el mundo. Los primeros recuerdos son muy bonitos”.

Después de toda una vida de rally en rally, Luis Penido tiene en la memoria una vivencia que lo marcó. “Era mi segundo año de competición y participamos en el Desafío Peugeot en el que rozamos el triunfo. Nos invitaron al Rally de Madrid del campeonato de España y quedamos segundos. Fuimos con lo justo. Llevamos el coche de carreras en un tren y nos enfrentamos en el mes de noviembre a un rally nocturno con unos neumáticos de segunda mano. Ganamos 400.000 pesetas de entonces con las que casi pagamos el coche, que teníamos financiado. Eso sí que fue una aventura a la que nos lanzamos con escasísimos medios y mucha valentía”.

Recuerda también con especial cariño “el Rally Rías Altas de 2017 y 2019 de vehículos históricos y las pruebas del campeonato de España con Óscar Pereiro, el ganador del Tour de Francia. Él pensó que era más fácil. Hizo una prueba de copiloto y después nos turnamos para que en Madrid se pusiera al volante”.

En tantas carreras siempre hay un lugar para aquellas vivencias que uno quiere olvidar. Luis Penido confiesa que tuvo dos accidentes. “Con el Mitsubishi tuve un vuelco a alta velocidad en A Estrada. Y en Llanes choqué con un árbol y me quedó una vértebra tocada”, pero también lamenta otras circunstancias de carrera como “las averías en los espárragos o la caja de cambios cuando ibas de primero. Cuando la gente habla de las averías de Carlos Sainz y Luis Moya debe saber que eso es el día a día de cada rally, no es que se trate de mala suerte”.

Luis Penido viene de proclamarse campeón de la Copa de España de Montaña de la clase 5A. “Fue gracias a un trabajo en equipo y por eso este título tiene un sabor tan especial. Con Daniel Blanco, que es nuestro director deportivo, apuntamos muy bien las carreras en las que podíamos estar y el papel del resto del equipo fue también fundamental. Corrimos en el Fito (Asturias), en Totana (Murcia), en Chantada… Hicimos un esfuerzo importante. No sufrimos averías y fuimos capaces de ser rápidos. No fallamos y por eso ganamos el campeonato. Con más presupuesto iríamos a por el campeonato absoluto”.

Esta importante victoria, según señala Luis Penido, “te abre las puertas al Europeo. En 2023 o 2024 podríamos competir. Queremos hacer un miniprograma para correr en el Fito, en Portugal, en alguna prueba en Francia… Son accesibles geográficamente. Si pudiéramos hacer alguna carrera en Italia o Suiza sería estupendo. Es un reto fantástico pero hace falta más presupuesto”.

Luis Penido es consciente de que necesita “unos 150.000 euros. Ya disponemos del coche. Tenemos una base. Pero necesitamos completar más patrocinios que con este nuevo reto tendrán otra visibilidad. Vamos a ser embajadores de Galicia o de Santiago. Haremos patria dando a conocer nuestra tierra”.

El piloto entiende que para esos patrocinios que necesita “somos muchos a pedir, pero esperas mucho tiempo por la respuesta. No sabes si va a ser un sí o un no y eso dificulta la planificación. Cuanto antes sepas con lo que cuentas te podrás organizar mejor. Quizá se necesite más sensibilidad en torno al deporte para afrontar retos deportivos en los que puedes estar gracias al esfuerzo de mucha gente que te apoya”.

Y es ahí donde el piloto santiagués encuentra más dificultades que en la carretera. “Tocamos a muchísimas puertas y estamos esperando respuestas, pero el tiempo se nos echa encima. Si no obtenemos más patrocinios tendríamos que olvidarnos de Europa, y es una pena porque además de ser una oportunidad deportiva también daría visibilidad a Santiago y a Galicia. Si no completamos el presupuesto volveremos a correr el campeonato de España y algunas carreras más sueltas por el especial significado que tienen para nosotros como Noia o Botafumeiro, en las que nos gusta competir”.

Y es que este deporte no resulta accesible para todos los bolsillos. Luis Penido lo califica de forma muy gráfica. “Puede ser caro, muy caro o carísimo. Dependiendo del presupuesto tienes más medios o menos. Suspensión, neumáticos y coche determinan el nivel que puedes alcanzar. Con la experiencia solo no llega. Hay que unir presupuesto, talento, esfuerzo y perseverancia”.