Ciclismo

Pogacar, convertido en mito, gana también la Flecha Valona

El fenómeno esloveno encadena victorias en el Tour de Flandes, la Amstel Gold Race y la clásica valona que antecede a la gran cita del domingo con la Lieja-Bastoña-Lieja donde parte de favorito

Tadej Pogacar levanta los brazos en la meta de la Flecha Valona.

Tadej Pogacar levanta los brazos en la meta de la Flecha Valona. / EFE

Sergi López-Egea

Habrá que pensar a partir de ahora en dar un premio un poco más especial al ciclista que cruce las metas de las carreras donde participa Tadej Pogacar en segunda posición porque con el fenómeno esloveno en acción la primera plaza ya parece que la tenga asignada antes de comenzar la prueba. Da igual que haya adoquines, como en Flandes, o repechos y hasta muros en plan garaje subterráneo, porque cuando cambia de ritmo, cuando ve la meta, de lejos o de cerca, se lanza hacia la victoria. Este miércoles se ha impuesto en la Flecha Valona. Sigan, sigan, que tiene todos los números para ganar este domingo la Lieja-Bastoña-Lieja y para hacer algo tan grande que ni siquiera logró Eddy Merckx en su época de gloria.

Pogacar lleva ganando consecutivamente todo lo que corre, las clásicas de primavera se han hecho este 2023 a su imagen y semejanza. Nadie le ha hecho sombra, porque es humanamente imposible, porque corre en otra liga, porque es un ser celestial convertido en ciclista. Tour de Flandes, Amstel Gold Race y Flecha Valona ya aparecen en el palmarés del prodigio de Eslovenia. Y este domingo tiene la oportunidad de ganar la Lieja-Bastoña-Lieja. Allí se encontrará con Remco Evenepoel, que defiende la victoria del año pasado, pero esta otra maravilla ciclista debe estar por lo menos asustado después de ver lo que está haciendo Pogacar, aunque corra en casa, si en casa se puede denominar para un flamenco disputar como local una carretera valona.

La Flecha Valona como es tradicional, como hizo Alejandro Valverde en las cinco victorias que consiguió, se decide en menos de un kilómetro, empinado como una escalera de caracol. Solo es necesario ir a rueda, dejar que los gregarios hagan el trabajo de esfuerzo y actuar en el momento necesario, cuando Pogacar imprime a menos de 300 metros para la meta una velocidad que nadie puede contrarrestar.

Landa, tercero

Llega a la meta, corona el muro de Huy (ahí llega siempre la Flecha Valona) y hasta tiene tiempo de levantar los brazos mientras Mattias Jensen (segundo) y un bravo Mikel Landa (tercero) se disputan las dos plazas restantes del podio para poder salir en la foto junto al intratable Pogacar.

En Flandes y en la Amstel Gold Race atacó desde lejos porque si no lo hacía se arriesgaba a llegar con compañía ingrata a una recta llana donde un esprint podía enturbiar su afán de victoria, como le ocurrió en 2022 en la carrera flamenca ante Mathieu van der Poel. Sin embargo, en la Flecha sabía que su capacidad escaladora y las piernas explosivas con las que está dotado lo impulsarían hacia el triunfo sin necesidad de tener que actuar antes de tiempo.

La táctica a seguir el domingo en Lieja será muy importante. Evenepoel el año pasado atacó en la distancia y ganó en solitario. Pogacar, en 2021, se jugó la victoria al esprint y anotó su primera gran clásica. Si lo logra este año el triunfo será mucho más grande porque vendrá precedido de sus gestas anteriores. Y a buena fe que puede conseguirlo.