Una desconocida España sufre ante Italia en un partido cargado de nervios y emoción

Pasarón no dejó un hueco en sus gradas. Una afición entregada llegaba al estadio pontevedrés con la única intención de animar a esa selección española femenina que se proclamó campeona del mundo en el verano y en cuyas filas destaca Tere Abelleira, que por primera vez vistió la elástica roja para jugar en su casa, ante sus paisanos.

No era un partido cualquiera ni un rival del montón. Se trataba de la quinta jornada de la fase de grupos de la Liga de Naciones. En juego estaba la clasificación para las semifinales de la competición continental y estar un poco más cerca del billete para los Juegos Olímpicos de París 2024. Y enfrente un equipo “fuerte y de buen nivel”, tal y como adelantó la seleccionadora española, Montse Tomé.

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Precisamente las italianas quisieron buscar una jugada inicial que no tuvo repercusión pero a partir de ese momento tomaba el mando el combinado español. Un gol anulado a Mariona por fuera de juego pronto dio lugar a otro válido. Athenea del Castillo controló el balón dentro del área y después de un bonito regate conectó un derechazo que se coló en la meta de Giuliani cuando solo habían transcurrido once minutos.

Poco a poco España se adueñaba del partido. La posesión se teñía de rojo. Todo parecía indicar que Italia esperaba su oportunidad al contrataque, porque a las jugadoras preparadas por Andrea Soncin le costaba mucho trabajo salir de su propio campo.

El dominio era tan apabullante, gracias sobre todo a una presión asfixiante cada vez que las italianas controlaban el balón, que en solo 22 minutos la pontevedresa Tere Abelleira se disponía a botar su sexto saque de esquina.

España estaba haciendo los deberes. Con ese triunfo lograba la clasificación para las semifinales de la Liga de las Naciones, pero cuando aún no se había consumido media hora el equipo de Montse Tomé ya conseguía el pase gracias al triunfo de Suiza contra Suecia. Con una victoria más las campeonas del mundo estarán en los Juegos de París.

Mientras tanto continuaba el juego en Pasarón ya sin la clasificación en juego. Las italianas adelantaban su línea defensiva y practicaban la presión en todo el campo logrando sacudirse el dominio español.

Llegaba el final de la primera mitad con el triunfo por la mínima de las campeonas del mundo en un encuentro en el que apenas se vieron ocasiones de gol y en el que las italianas ni siquiera realizaron un lanzamiento entre los tres palos. Pasarón, como lo hizo también Sanxenxo por la mañana, mostraba su alegría por la presencia de las jugadoras españolas, que ya son ídolos para la afición, pero no podía disfrutar de un juego que solo brilló en los primeros veinte minutos.

Y la segunda mitad comenzó con un detalle insólito. España empezó con diez jugadoras porque Esther González no salió a tiempo de los vestuarios y este hecho coincidió con el gol de Giacinti aprovechando el despiste local para igualar el partido.

Pareció despertar España a causa del gol. Aleixandri tuvo su oportunidad en un cabezazo tras un saque de esquina botado por Tere Abelleira y poco después Olga Carmona lo intentaba desde lejos.

Pero serían las italianas las que asestaban otro golpe al encuentro. Un error en la salida propició un centro lateral que cabeceó a la red Cambiaghi. Las italianas se ponían por delante ante una España desconocida que en el minuto 60 reclamaría un penalti por una mano de Di Guglielmo que parecía bastante clara pero que la colegiada no vio.

Poco después un saque de esquina botado en corto dio lugar a un centro al área. Todas las jugadoras se fueron al primer palo y por detrás llegaba Linari para marcar a portería vacía. El choque se ponía cuesta arriba ante unas jugadoras españolas más nerviosas de lo habitual.

Un gran tiro desde fuera del área de Tere Abelleira golpeó en el larguero y después botaría lejos de la línea de gol. Pasarón aplaudía a su jugadora.Y poco después era Salma Paralluelo la que enviaba el balón a las manos de la meta italiana cuando estaba sola. Parecía el aviso de lo que fue el gol de Esther González a pase de Tere Abelleira. A falta de quince minutos España seguía buscando la remontada.

A continuación Cata Coll realizó una gran estirada para evitar el tanto. Las ocasiones que faltaron en la primera mitad aparecían ahora, pero los últimos minutos fueron infructuosos. Sin ocasiones, con unas italianas demostrando oficio y un equipo español que, como a lo largo del partido, mostraba una imagen desconocida y más nervios de lo normal.