Entrevista | Blanca Millán Jugadora santiaguesa de baloncesto

“Se agradece ver que el trabajo y el camino duro hay gente que lo sigue”

Blanca Millán en su regreso con el Ensino ante el Barça / Rebeca Fernández

Blanca Millán en su regreso con el Ensino ante el Barça / Rebeca Fernández / André Couce

Blanca Millán Modia (18 de mayo de 1998, Santiago de Compostela) acaba de regresar a las canchas de baloncesto con el Ensino de Lugo tras una lesión que la tuvo apartada desde la pasada campaña. Las reacciones y las muestras de cariño no dejaron de sucederse porque logró hacer un partido redondo con 18 puntos y brillando con las lucenses.

¿Cómo vivió su regreso a la competición?

Con muchas ganas, fue un mix de emociones obviamente, porque llevaba un año sin jugar, estaba mi familia en la grada, jugaba en casa, entonces muy contenta. Tenía muchas ganas y también fue más fácil porque ya llevaba un mes trabajando con el grupo, entonces no fue competir de cero, sino que estaba preparada para ello y con tranquilidad.

Normalmente, los primeros partidos tras una lesión larga sirven para recuperar sensaciones, pero le salió todo rodado. ¿Qué sensación tuvo?

Al final, desde el principio le había dicho al club que hasta que me sintiera al cien por cien no quería volver a jugar. Llevaba un mes entero, como tú dices, cogiendo sensaciones, que para eso aprovechaba los entrenos, para sentir, para ver como iba, tanto física como mentalmente. En el momento que vi que estaba bien, que ya era capaz de hacer las cosas que quería y al nivel que quería, estaba lista para ello. Entonces, me refiero a que sí que me salió un muy buen partido, pero tampoco fue sorpresa.

Se habla mucho de su partido, pero al final también es importante que se llevaron una victoria. ¿Qué objetivo tienen esta temporada en Lugo?

A mí si juego bien o mal me da un poco igual. Lo único que quiero es que el equipo gane y por eso hago todo para ayudar en lo que pueda. Entonces, lo que queremos es ganar y nos ponemos objetivos a corto plazo. Primero fue la Copa Galicia, que fue superado. Después, cada partido de cada semana y los derbis gallegos. Obviamente, un poco más a largo plazo, nos encantaría estar en la Copa de la Reina, pero sabemos que para eso no nos podemos despistar ningún fin de semana y tenemos que ir partido a partido.

A nivel personal, imagino que su objetivo era volver al cien por cien cuando recuperase las sensaciones, pero ahora que ya volvió, a nivel personal, ¿cuál es su objetivo ahora?

Creo que siempre será el mismo: dar el cien por cien en cada partido. Habrá días buenos y otros no tanto, pero aún así ser capaz de competir al máximo y lo que digo siempre, me gusta mucho ganar y ver que mi equipo gana y disfrutar de ello. Entonces, hacer todo lo que pueda, además de lo que me pida el entrenador o lo que necesiten mis compañeras ese día para seguir sumando victorias.

Además del entrenador, de sus compañeras y del club, también están los aficionados, ya no solo del equipo, sino del baloncesto en general o del mundo del deporte que no dejaron de reaccionar a su partido, por ese regreso ¿Cómo recibe todo ese cariño?

La verdad es que es una pasada. Es verdad que tengo un círculo de gente increíble, sobre todo los cercanos, como dices, entrenadores, compañeras y familia, son mi apoyo diario y han estado ahí desde el día que me lesioné, en los buenos momentos y, sobre todo, en los malos. Entonces, no tenía duda de que estarían ahí y muy contentos con mí el día del debut. Pero bueno, como he dicho, es gente que no conozco de todo el mundo la que demuestra mucho y, como jugador, se agradece ver que el trabajo, el esfuerzo y el camino duro, al final, hay gente que lo sigue, a la que inspiras ,y eso es de lo que se trata. Somos jugadores de baloncesto, pero primero somos personas y eso es lo que me gusta ver.

En una entrevista pasada, hace unos meses, afirmó que quería devolverle la confianza al club por renovarla cuando estaba lesionada. ¿Podríamos decir que ya ha empezado a hacerlo?

Sí, eso lo tuve claro desde el primer momento. Es algo que recordaré siempre, el mismo día de lesionarme, saber que el año que viene podría volver a estar aquí. Es un poco estar en el día a día, entrenar al cien por cien y jugar al cien por cien para demostrar que es donde quiero estar, que me siento bien, que estoy cómoda y que les agradezco todo lo que han hecho por mí hasta ahora.

Su regreso es un ejemplo de que una lesión puede superarse y no detener la progresión de una deportista, que puede volver con la misma fuerza. ¿Cuáles son las claves?

Creo que la clave más importante es la de ser paciente. Es una lesión de larga duración, estás un año fuera y hay momentos muy malos, momentos muy buenos, momentos en los que ves que no avanzas, momentos en los que tienes que retroceder. Tienes que saber ser paciente, saber que todo va a venir y que hay que cumplir plazos, ir muy poco a poco. Obviamente depende mucho de cada persona y de la confianza que se tenga en uno mismo, de lo valiente que seas y de la gente que te rodees. Creo que eso es la clave número uno. Después, el trabajo. Hay que ponerlo todo, hay que trabajar muchísimo. En los días que no te apetece hay que trabajar aún más y, a partir de ahí, ir día a día, ser consciente de que puede ser un año, pero puede ser más tiempo. A partir de ahí, ir añadiendo cosas que te ayuden a estar mejor físicamente y también hacer otras cosas que no sean el baloncesto y la lesión.