El Compos vuelve a conectar con el gol y gana 2-0 en casa frente al Covadonga

Lo que se vivió este sábado en el estadio de San Lázaro fue el fin de la mala racha que llevaba arrastrando al Compos a la parte de baja de la clasificación tras las dos últimas jornadas. La esedé hizo una primera parte “floja” que terminó con el inicio de la segunda mitad, en la que los de Michel salieron enchufados y lograron aventajarse rápidamente 2-0 en el marcador.

El partido empezó tranquilo. Los equipos tanteaban sus alineaciones y no fue hasta el minuto 10 la primera ocasión de gol, en la Juampa centró el balón a Barreiro pero, interceptado por el guardameta gijonés, salió por el córner.

Los dos contricantes siguieron midiéndose y el primer disparo a puerta fue del canterano Marco Baña que tiraba desde fuera del área, pero detenido fácilmente por Aramburu, el guardameta gijonés.

La defensa compostelana bajó varias veces el ritmo y, sumado a varios despistes, se puso en peligro sin necesidad en varias ocasiones. En la primera de ellas, Euse, confiando en que Pato estuviese justo detrás de él, le cedió un pase que el guardameta tuvo que sufrir para desviarlo ya que entraba en la portería accidentalmente.

Por otra parte, el Covadonga no se quiso quedar atrás y un buen centro que llegaba a los pies de Pérez en el área puso en alerta a Pato Guillén que consiguió salvar el balón sin complicaciones. La defensa del Compos seguía despistada y generaba ocasiones directas para el rival que no supieron aprovechar.

Casi en el minuto 30 llegó la primera ocasión para los asturianos. Gomes centró el saque de esquina y un tiro de cabeza de la delantera asturiana acabó en las manos de Pato Guillén.

Escoruela comenzó a entrar en partido y, tras una cadena de pases que iba desde la portería hasta los pies del central, dejó solo a Juampa que dobló el balón a Barreiro, aunque con demasiada fuerza, y acabó en las manos de Aramburu, el portero gijonés.

El natural de Barcelona no se quedó contento con la ocasión y desde la defensa robó un balón, lo subió hasta el área rival y un pase al hueco a Parapar parecía que prosperaba, aunque el sueño del 1-0 quedaban en nada, por el momento.

El tiempo de descuento de la primera parte terminó con un córner rival que el Compos logró despejar. El marcador quedó a ceros y acabó la primera mitad que, de tener que definirla de alguna manera, sería como “lenta” por parte de ambos equipos. La posesión estuvo dividida y el Compos parecía que volvía a sus inicios y no lograba conectar con el gol.

La segunda parte empezó mejor que nunca para la esedé. Escoruela, solo en la banda, a pocos metros del medio campo, centró un pase que dejó a Parapar frente a una portería en la que tan solo tuvo que empujar el balón para poner el 1-0 en el marcador. El descanso fue lo que necesitó el Compos y tras el gol siguieron atacando hasta generar otra ocasión de córner, aunque de esta Barreiro no lograba el gol de volea y el balón se iba fuera del campo.

Roger Escoruela generaba todas las ocasiones de gol. La siguiente fue una en la que él mismo se adentró a tirar a puerta. Desde la banda izquierda dribló a la defensa y lanzó un chut desde los 7 metros que tenía que ser despejado a una mano por el guardameta del Covadonga.

Y de nuevo se repitió la misma jugada. La defensa recuperó un balón que subió por la banda izquierda a manos de Juampa. El de la esedé centró un pase que dejaba al máximo goleador del Compos, Barreiro, solo frente a la portería. El de Santiago encajó el segundo para los suyos.

Con el 2-0 llegaron los primeros cambios. El técnico del equipo asturiano empezó a mover al equipo tras observar que algo no funcionaba. Ya hacia los últimos 20 minutos el partido estaba más que dominado. El Compos no paró de ser un sufrimiento para la defensa rival y no cesó en sus ataques. El manejo sobre el partido permitió que el canterano, Hugo Matos, entrase a sustituir a Barreiro que marchaba al banquillo ovacionado por la grada.

Destacó de otra vez un malentendido entre la defensa y Pato Guillén. Al igual que en la primera parte, un pase mal dado hacia atrás dejaba a Turmo, delantero del Covadonga, solo frente a Guillén que, con astucia, capturó el tiro del rival.

Los últimos instantes fueron los más polémicos del partido. Hubo continuas jugadas que terminaban con jugadores por el suelo en las que el árbitro no pitó nada. También alguna que otra mano que se omitió que trajo como consecuencia los abucheos de la grada.