Entrevista | Candela Soria Jugadora de fútbol sala y medallista de oro en los Juegos Sordolímpicos

“Tener sordera no tiene que ser un problema para hacer deporte”

La orensana Candela Soria luciendo la medalla de oro de los Juegos Sordolímpicos de Erzurum (Turquía) tras anotar un ‘hattrick’ en la final

La orensana Candela Soria luciendo la medalla de oro de los Juegos Sordolímpicos de Erzurum (Turquía) tras anotar un ‘hattrick’ en la final / Valentín ÁLVAREZ

Candela Soria (13/06/1998, Ourense) es una jugadora de fútbol sala que milita en el Ourense Ontime de la Primera Fútbol Sala Iberdrola. La semana pasada, la gallega logró el oro en los Juegos Sordolímpicos de Erzurum (Turquía) siendo la gran protagonista de la final, al anotar un hattrick para dar la victoria a España sobre Brasil (5-2).

¿Cómo ha sido la experiencia de disputar los Juegos Sordolímpicos de 2024?

La verdad es que una vez que ha pasado todo, puedo decir que ha sido una experiencia súper bonita. Para mí era la primera vez que participaba en una convocatoria con la selección de sordas e iba un poco con las expectativas de ver qué tal, desconocía todo, pero la verdad que ha sido una experiencia muy bonita. El grupo súper unido, me ha gustado mucho poder vivir esta experiencia y además habernos podido traer la medalla.

¿Qué supuso para ti ganar esa medalla de oro?

Yo lo considero un orgullo porque creo que han sido unos días complicados. Estábamos en Turquía, al final es un país diferente en el que todo cambiaba para nosotras, ya empezando por la comida. Estábamos en un sitio con bastante altitud, en el que las condiciones físicas se nos complicaban un poco. Pero bueno, creo que hemos trabajado mucho para poder llevarnos la medalla y para mí es un orgullo. Me transmite mucha ilusión y al final es algo con lo que me quedo para toda la vida, un recuerdo muy bonito y una experiencia súper, súper bonita.

Además, fuiste la gran protagonista de la final. ¿Fue el partido soñado para ti?

Sí, bueno, he de decir que ha sido un partido de final. Brasil era un equipo contra el que nos habíamos enfrentado en fase de grupos y nos volvía a tocar en la final, pero fue un partido completamente diferente. Nos encontramos un Brasil que era totalmente distinto al de la fase de grupos y eso hizo una final bastante bonita y competida. Yo la verdad que disfruté mucho cada uno de los partidos. Que haya ido así creo que es fruto del esfuerzo de todas, y bueno, el poder contribuir y ayudar al equipo con goles siempre es algo que gusta, pero creo que es todo fruto del trabajo del equipo.

Por desgracia, en la final también se vivieron momentos tensos con las rivales y el público. ¿Cómo surgió todo?

Considero que fue algo que se provocó también un poco por la tensión de lo que era el partido, el hecho de que sea una final y nos estemos jugando ganar una medalla de oro ambos equipos... Creo que todo se fue un poco de las manos por eso, pero bueno, en cuanto acabó el partido sí que se armó el barullo, pero después, una vez que pasó todo, las brasileñas han hablado con nosotras y nos han dicho que fue todo un malentendido. Se sacó un poco de contexto todo, es con lo que me quedo. Yo considero que al final todo ha pasado por malos entendidos y la tensión del momento de una final.

¿Crees que este logro puede ayudar a fomentar la inclusión en el mundo del deporte?

Sí, a nosotras es algo que nos gustaría. Que el deporte sea inclusivo y que el deporte sea para sordos, porque no solo estaba el fútbol sala en estos juegos, también había otras modalidades diferentes como el curling, había snow, había esquí, había ajedrez también para sordos... Y sí que buscamos esa difusión, esa reivindicación para que cualquier persona que tenga cualquier dificultad se anime a hacer deporte, porque hay la posibilidad y todos podemos.

Hace cinco años ya protagonizaste una reivindicación así al denunciar que no te habían dejado jugar con tu audífono. ¿Qué sentiste en aquella ocasión?

Sí, es algo que me quedó grabado para toda la vida. Fue un momento bastante incómodo para mí. Recuerdo que estábamos en Murcia, muy lejos de casa, para jugar un partido, y que me haya pasado eso en esos momentos fue como un jarro de agua fría. Nunca me esperaba que me pudieran decir eso y prohibirme jugar con algo con lo que llevo toda la vida prácticamente, usándolo tanto para jugar como para mi día a día. Pero bueno, al final soy más de sacar lo positivo a las malas experiencias y conseguí jugar ese partido, marcar un gol e incluso nos llevamos los tres puntos, entonces lo considero un aprendizaje y me quedo con lo positivo, que es, a pesar de la dificultad, poder jugar el partido y volver a casa contenta porque salió todo bien.

¿Has vuelto a sufrir algo así desde entonces?

No, no. Es verdad que esa fue la primera y yo creo que la última vez que va a pasar algo así, porque también a raíz de lo que pasó se aclaró un poco el tema con la federación, de que unos audífonos no podían ser un objeto que impidiera nada para jugar al fútbol sala. Entonces no, no he vuelto a tener ningún episodio así y espero que tampoco vuelva a pasar,

Más allá de episodios puntuales como este, ¿con qué dificultades os encontráis las personas sordas?

Pues sinceramente, bajo mi experiencia y mi punto de vista, considero que no tenemos porqué tener ninguna dificultad. Hablo desde el deporte colectivo que es el fútbol sala. Creo que las personas sordas podemos jugar en igualdad de condiciones, siempre y cuando a una persona que usa audífonos o implantes, se le permita jugar con ellos si lo necesita o lo prefiere. Todo es cuestión de adaptarse, de acostumbrarse a la situación, pero no creo que sea un impedimento para nada, sino que somos capaces de vivir con ello y adaptarnos a las situaciones que se nos den.

En este aspecto, ¿crees que en las federaciones, los clubes o mismo en la sociedad queda alguna barrera por superar?

A ver, yo al final cuando hablo de estos temas, hablo desde mi experiencia y conocimiento, porque no sé exactamente cómo lo viven otras personas sordas en otras modalidades y deportes. Pero yo en el fútbol sala, desde pequeñita, no considero que haya alguna barrera o algún impedimento para las personas sordas, porque creo que siempre que se tenga la intención, las ganas y la ilusión de jugar, el ser sorda no te lo impide. Y para mí, desde los seis o siete años que llevo jugando, nunca ha supuesto ningún problema, nunca he tenido ninguna barrera salvo ese partido en Murcia, que los árbitros decidieron que no podía usar el audífono para jugar. Pero por el resto, yo no creo que sea haya una barrera o algo por lo que decir que tenemos una dificultad.

¿Cómo empezaste en el fútbol sala para llegar hasta aquí?

Pues la verdad que vino todo un poco de familia. Tengo un hermano con el que me llevo solo un año y él también jugaba al fútbol sala de pequeño y fue raíz de ahí. Recuerdo que de pequeñitos, bajábamos muchas horas al parque, él se ponía en la portería y yo me ponía a darle patadas al balón y le tiraba a él. Entonces le empecé a coger el gusto desde muy pequeñita y luego en el colegio ya empecé con los compañeros de clase en el equipo de la actividad extraescolar del colegio hasta que acabé primaria. Y ya decidí quedarme en el fútbol sala. Después, a partir de primaria, me metí en un equipo femenino de Ourense en el Cidade de As Burgas. Ahí fui creciendo después me lesioné, estuve unas temporadas en el Ourense Envialia, me fui a A Coruña a estudiar, jugué en el Amarelle y volví otra vez para Ourense.

¿Algún consejo para personas sordas que quieran dedicarse al fútbol sala o al deporte en general?

Como consejo diría que tener una dificultad auditiva o sordera no tiene, para nada, que ser un problema para hacer deporte. Considero que todo niño que quiera hacer deporte siempre lo puede hacer. Entonces el mensaje sería de ánimo, que todo lo que queremos y nos proponemos lo podemos conseguir. Simplemente se trata de tener ilusión, tener ganas y poner todo tu empeño en aquello que te gusta hacer, porque sea en las condiciones que sea, yo creo que siempre hay la manera y la forma de hacerlo. El mensaje es ese, que se animen y que no pierdan la ilusión en el deporte que les gusta.