Menos horas de trabajo con la misma o mayor productividad

Paul Lafargue, el yerno cubano de Karl Marx, identificaba en su ensayo “El derecho a la pereza”, de 1883, al pueblo gallego como una de las cinco estirpes para las que el trabajo era “una necesidad orgánica”. Quizás no le faltaba razón, pero la evolución de las sociedades sobre todo en los años más recientes ha traído consigo la necesidad de una mayor conciliación entre el ámbito laboral, el familiar y la vida social de cada individuo. Un requerimiento que también hacen suyo los gallegos, y que ha llevado al menos a tres empresas de la comunidad a implementar la jornada laboral de 32 horas semanales sin repercutir en el salario de sus trabajadores.

Y es que, ni el Ministerio de Industria, ni la Consellería de Emprego, ni la CEG tienen el dato exacto de compañías que han puesto en marcha esta medida. Sin embargo, tres comunicaron en su momento públicamente la adopción del modelo, debido a su innegable atractivo para los nuevos demandantes de empleo.

Tanto en la comunidad como en el conjunto de España, la mayoría de organizaciones que han implementado esta reducción de la jornada son tecnológicas, sin embargo la pionera en Galicia fue una empresa proveedora de toldos afincada en O Porriño, Toldos Porriño, en septiembre de 2021. Tras ella, ya sí, dos empresas vinculadas al ámbito de la tecnología, la nedense ADS Tecnologías y la amesana Tecalis hicieron lo propio.

Berta Caro y José Luis García, directivos de la compañía radicada en Milladoiro catalogan la adopción de la medida como un éxito. “La acogida ha sido mayoritaria (el 95% de la plantilla que se ha acogido a este régimen) y ha funcionado extraordinariamente bien”, comentan. Si bien, señalan que en su caso no se trata de una medida aislada, sino que se encuadra dentro de una estrategia que engloba diferentes medidas de conciliación de la vida personal y profesional como el teletrabajo y las posibilidad para los trabajadores de elegir su propio horario.

Una de las preocupaciones de cualquier empresa que medite llevar a cabo esta reducción de la jornada laboral es la de los efectos que esta puede tener sobre la productividad. La visión que otorgan los directivos de Tecalis a este respecto no puede ser más positiva, “este paquete de medidas entre los que se incluye la jornada laboral de cuatro días han comportado unos niveles de compromiso, motivación y sentido de la pertenencia elevadísimos, que conllevan los mismos niveles en términos de productividad, y por ende en nuestra cuenta de resultados”, destacan.

No es el único feedback positivo que han recibido de su decisión, y es que la puesta en marcha de estas medidas ha sido un factor muy valioso a la hora de atraer nuevos demandantes de empleo en un sector en el que hay más puestos ofertados que personal cualificado para cubrirlos, y en el que una empresa mediana radicada en Galicia compite con los grandes gigantes tecnológicos por retener el talento.

Por otro lado, Caro y García destacan que la activación de la rebaja de la jornada laboral , fue una medida que tomaron ofreciéndoles a su plantilla la máxima flexibilidad posible. “Dimos libertad para elegir si quieres cuatro o cinco días, elegir los horarios que se adaptan a ti y no al revés, y decidir la jornada laboral en función de tus circunstancias personales”, señalan. Además han creado dos turnos, uno de lunes a jueves y otro de martes a viernes de modo que siempre haya personal para atender a sus clientes, una tarea en la que la coordinación entre los distintos equipos es “indispensable”.

Visión de la patronal gallega.

Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, considera que en cualquier caso debe atender única y exclusivamente a la valoración de su propia coyuntura por parte de cada organización, en ningún caso puede venir dada por una obligación normativa -directa o indirecta-, “ya que a buen seguro generarían dificultades a muchas empresas, más aún en una situación económica como la que atravesamos”, apunta el representante de la patronal gallega. Además, señala, que la búsqueda por parte de las empresas de un mejor contexto para atraer talento e incluso mejorar su productividad, no tiene por qué pasar por una reducción de la jornada. “Existen otras alternativas como la flexibilidad interna o la distribución irregular de jornada”.

Línea de ayudas para su implementación.

Íñigo Errejón fue el primer representante político en poner este debate sobre la mesa en los primeros meses de 2021 para crear un proyecto piloto en empresas españolas que quisieran implantar una jornada reducida de cuatro días, o lo que es lo mismo, de 32 horas semanales. Más tarde se sumó Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo apuntó la posibilidad de ir hacia modelos de flexibilización como una bolsa de horas o excedencias formativas, en lugar de centrar la reducción del tiempo de trabajo en 32 horas semanales, que lo veía como una formulación rígida.

El Gobierno anunció, ya en agosto de 2022, que esta iniciativa arrancaba, aunque con algunas limitaciones. El Ministerio de Industrias solo sufragará con 100 millones de euros a 100 pymes industriales participantes, siempre que reduzcan un 10% las horas de trabajo de sus empleados. El concurso se encuentra en este momento en un proceso de orden de bases, aunque según confirmaron fuentes del Ministerio a este diario, está previsto que la convocatoria vea la luz en los próximos meses. Una línea de ayudas que la Generalitat Valenciana ya puso en marcha en verano de 2022 en el marco de un proyecto piloto de tres años de duración. El ejecutivo autonómico compensa al 100% el día de trabajo semanal que se le reste al empleado durante el primer año, al 50% durante el segundo y al 25% el tercer año.

Si bien, tal y como destaca Juan Manuel Vieites, la ayuda del Ministerio no implica de por si la reducción de días de trabajo, sino que puede accederse a esta línea retributiva únicamente rebajando las horas diarias de trabajo . “Pretende precisamente estimular proyectos piloto que incorporen medidas de reducción de la jornada laboral, pero sin afectar a las retribuciones salariales que legal o convencionalmente correspondiesen al 100% de la jornada, con un compromiso empresarial de reducción de la jornada de como mínimo un 10% en cómputo semanal, lo que supone, si pensamos en la Jornada de 40 horas semanales, que como mínimo esta quedaría en 36 horas”, explica el presidente de la patronal gallega.

En cualquier caso, la medida supone un notable movimiento que realiza el Gobierno central con el objetivo de que los trabajadores ganen una mayor capacidad de conciliación familiar y social, apoyando al empresariado para que mueva ficha en este sentido.