Horizontes

Los puertos avanzan a velocidad de crucero

Las escalas de buques se disparan en España en medio del debate sobre la sostenibilidad y los riesgos de la turistificación

Dos turistas observan un buque atracado en el puerto de Lisboa.

Dos turistas observan un buque atracado en el puerto de Lisboa. / Mario Cruz

José Luis Zaragozá

El turismo marítimo navega a velocidad de crucero, recupera su impulso y, según los operadores del sector, hasta finales de año logrará unas cifras históricas en los puertos españoles volcados en esta oferta del ocio flotante que tiene, sobre todo en el Mediterráneo, un gran atractivo. Tras el impacto sufrido por la pandemia, se esperaba que 2023 fuera el ejercicio del retorno a la normalidad en este segmento del negocio turístico, y así lo confirma la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).

Esta patronal, que aglutina a grandes firmas como Royal Caribean, MSC Cruceros, Norwegian Cruise Lines y Costa Cruceros, entre otras navieras, prevé que durante este ejercicio los principales puertos europeos rozarán los 50 millones de cruceristas. España concentrará casi el 20% del volumen mundial. Por primera vez, las solicitudes para enrolarse en estas gigantescas embarcaciones de recreo ha superado las reservas previas al impacto del coronavirus en España tras haber dejado atrás las restricciones sanitarias.

Según datos de CLIA, esta actividad vinculada al turismo aporta 2.800 millones de euros al producto interior bruto (PIB) nacional. Los expertos constatan que, aunque el mercado de cruceristas es relativamente pequeño si se pone en contexto con el peso del segmento viajes y turismo en general, es un tipo de actividad en crecimiento constante y se está potenciando porque cada vez tiene más atractivos, como nuevos destinos y experiencias.

A la hora de hacer balance, el director nacional de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Alfredo Serrano, sostiene que este fuerte avance se debe a que el año pasado el sector todavía operaba con unas restricciones "muy importantes" derivadas de la pandemia.

Verano de récord

Serrano conoce bien el sector y, tras un verano de récord de temperaturas -de hecho, siguen siendo muy elevadas en el Mediterráneo-, considera que las consecuencias del cambio climático no han afectado al aumento de las reservas de cruceros porque estas se producen con una gran antelación y es un producto que en la mayoría de los casos está vendido antes del verano. De hecho, las agencias de viajes trabajan ya para vender plazas para 2024 y 2025. Es un negocio que trabaja con mucho adelanto.

Las empresas también han observado grandes crecimientos en sus viajeros y en su facturación, como en el caso de la italosuiza MSC -una de las mayores empresas de cruceros del mundo-, que, según explica director general en España, Fernando Pacheco, espera un crecimiento de entre el 40% y el 50% en comparación con 2019 en España.

España superó los 8.400.000 cruceristas al cierre del tercer trimestre de 2023, lo que representa un incremento del 56% respecto al mismo periodo de 2022, tal como constata el último boletín de estadísticas de los Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los recintos del Mediterráneo han acaparado dos tercios de los turistas de España. Barcelona es líder indiscutible. Según el resumen de tráfico portuario de Puertos del Estado, en total el pasado septiembre atracaron en los recintos españoles 431 buques de crucero (3.106 en lo que va de año). En el acumulado, la mayoría de ellos recalaron en Barcelona (589), Baleares (571), Las Palmas (389) y Santa Cruz de Tenerife (317).

Impacto económico

Tal como constata un informe del Laboratorio de Transferencia de Conocimiento de la Universidad de Barcelona, los turistas de cruceros gastan de media unos 230 euros por persona al día. Otro estudio sobre el impacto económico del sector cruceros, en este caso realizado por la Fundación Valenciaport, rebaja algo ese gasto y lo sitúa, en el caso de los cruceristas que desembarcan en el puerto de Valencia, que acapara entre 270 y 300 escalas por año, en unos 150 euros.

Llama la atención que la edad media del pasajero en España, con una estancia media de una semana a bordo, se sitúa en 43 años, dos años por debajo de la registrada antes de la pandemia y casi siete por encima de los 50 del resto del mundo. Por países, los cruceristas extranjeros más numerosos son los procedentes de Estados Unidos (17% del total), seguidos por los británicos (14%) y los alemanes (12%).

El crecimiento galopante del volumen de cruceros que escalan en las ciudades más turísticas de España ha abierto también el debate sobre la sostenibilidad y la necesidad de impulsar la electrificación de los muelles con vistas a reducir al máximo las emisiones de gases contaminantes. Por este motivo, los grandes puertos aceleran los planes de descarbonización de sus terminales. Así, el recinto barcelonés quiere que todos sus muelles estén electrificados en 2026 para que los cruceros puedan conectarse en red. En la actualidad, una quinta parte de sus movimientos ya se realiza con gas natural licuado.

También el Puerto de Valencia acaba de acelerar el proceso de electrificación de sus muelles con la adjudicación del proyecto de instalación de conexión eléctrica a buques para el muelle Transversal de Costa-MSC en el recinto valenciano. Además, la futura terminal de pasajeros de Baleària tendrá muelles con tomas de electricidad para los buques que atraquen en esas instalaciones.

Algunos recintos ya ponen límites a las navieras para evitar la congestión de sus terminales y de turistas en las urbes

Sea como fuere, dirigentes de navieras como Costa Cruceros y Carnival, con 50% de su flota de buques ya enchufable a la electricidad cuando llegan a puerto, lamentan el lento proceso de electrificación de los puertos europeos, entre estos los de España. Hay que tener en cuenta que solo una treintena de recintos en todo el mundo, lo que supone menos del 2%, cuentan con instalaciones para energías limpias. 

Otro debate que está sobre la mesa es el galopante proceso de turisticación que ocasionan los cruceristas en algunas ciudades. Por eso, algunas autoridades portuarias, en las que participan representantes del Estado y las comunidades autónomas, toman medidas contra esos riesgos. Así, el Ejecutivo de Baleares, a principios de año, ya pactó con las navieras el calendario para 2023 y 2024 sin días excepcionados en el puerto de Palma: solo podrán coincidir tres cruceros en una misma jornada. Y es que la afluencia masiva de cruceristas lleva a anunciar a los turistas que eligen este modelo de ocio vacacional: "Usted ya no puede ir a la Alhambra de Granada, a la Sagrada Familia de Barcelona, al mercado central de Valencia o pasear por la calle Larios de Málaga… porque no cabe", aseguran fuentes de la patronal CLIA.

Las compañías aumentan sus flotas de gran lujo, de menor tamaño, en busca de servicios exclusivos para clientes de élite

Durante su participación en la jornada organizada a finales de octubre por Hosteltur Hacia un nuevo Turismo de Cruceros: innovación y sostenibilidad, Rafael Fernández-Álava de la Vega, director de Comunicación y Relaciones Externas de Costa Cruceros España & Portugal, destacó que es importante "profundizar en la necesidad de buscar soluciones activas a la distribución de los cruceristas en las ciudades que eviten la masificación mediante el uso de la tecnología, aunque también de la creatividad y, sobre todo, de la colaboración público-privada".

Tendencia novedosa

¿Buques más pequeños? La responsable de cruceros de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Francesca Antonelli, anuncia que una tendencia novedosa y más sostenible es el crecimiento de los cruceros de lujo, que transportan menos gente, aunque están al alcance de muy pocos bolsillos. ¿En qué se distinguen los cruceros de lujo de los convencionales? Aparte de servicios y gastronomía prémium, una decoración a la última y unas comodidades extraordinarias, lo que diferencia a ambos segmentos es sobre todo el tamaño de las naves y el número de personas que atienden a los pasajeros. En un barco de cinco anclas (o estrellas) suelen viajar entre 500 y 700 personas. En los clásicos se llegan a hospedar entre 2.000 y 3.000. De esta manera las ciudades no se colapsan tanto de turistas.

Los puertos de Barcelona, Palma, Málaga, Alicante y Valencia ya han impulsado iniciativas en esa línea. De hecho, el Seabourn Purtsuit, buque de la naviera estadounidense Seabourn con cuartel general en Seattle (EEUU) y que maneja cinco barcos de alto lujo, ha hecho su agosto en España este verano. Sus cruceristas disfrutan de todo tipo de actividades acuáticas como vela ligera, buceo, kayaks, motos acuáticas e incluso minisubmarinos. Eso sí, pagando billetes a partir de un mínimo de 3.200 euros por persona. Las mencionadas ciudades del Mediterráneo se colocan ya en el mapa mundial de las compañías de transporte marítimo de pasajeros en este mercado del lujo. ¿Se suben a bordo?