Informe de Estabilidad

La banca recibió 61.000 solicitudes de alivio hipotecario en 2023 y solo aceptó las de 7.900 familias

El Banco de España atribuye la baja incidencia de los códigos de buenas practicas a la mejor situación económica de los hogares

Edificio del Banco de España, en Madrid.

Edificio del Banco de España, en Madrid. / Carlos Luján - Europa Press

Las entidades financieras recibieron en 2023 un total de 61.428 solicitudes de familias españolas para renegociar las condiciones de sus créditos hipotecarios (por un monto total de 7.585 millones) a la luz de los dos Códigos de Buenas Prácticas (CBP) negociados por el sector con el Gobierno. Sin embargo, solo fueron aceptadas 7.919 operaciones (una de cada ocho solicitudes), por un importe de 907 millones de euros. Así, el 12,8% de las solicitudes salieron adelante, mientras que el 42% de ellas fueron rechazadas (unas 25.818 solicitudes, por un total de 3.267 millones) y otro 45% (unas 27.691 solicitudes, por un total de 3.411 millones) aún están pendiente de resolución.

Los datos forman parte del Informe de Estabilidad Financiera, de carácter semestral, que ha presentado este lunes el Banco de España. En los dos años de aplicación de

las entidades han recibido un total de 67.179 solicitudes, de las que apenas han sido aceptadas las presentadas por 9.271 familias. Es una cifra que aún queda muy lejos del millón de potenciales beneficiarios que en su día estimó el Ejecutivo, y que el Banco de España rebajó a 200.000 familias. La cuantía media de la hipoteca efectivamente renegociada se sitúa en 112.456 euros (el importe medio de cada hipoteca denegada es algo mayor, de 123.270 euros).

"Finalmente, el recurso de los hogares a los programas de Códigos de Buenas Prácticas (CBP) permanece limitado, de forma consistente con los elementos de resiliencia financiera de los hogares", certifica el Informe de Estabilidad Financiera.

Según los datos del Banco de España, la cuantía de las hipotecas que han solicitado acogerse a los códigos de buenas prácticas en 2022 y 2023 (8.174 millones) representa el 1,6% del saldo vivo de créditos hipotecarios a finales de 2023. El monto efectivamente renegociado en los dos años (1.043 millones) representa el 0,2% de ese mismo saldo.

El 43% de las solicitudes son rechazadas

"Son buenas noticias que la gente no haya acudido mucho a los códigos de buenas prácticas. Es la consecuencia de que la economía esté siendo mejor de lo que se preveía", ha explicado el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Ángel Estrada. Desde su punto de vista, la prudencia en la concesión de las hipotecas en los últimos años y

ha determinado que el recurso a los códigos de buenas prácticas esté siendo relativamente bajo. 

Según el director general, la mayor parte de las dificultades en el pago de hipotecas emerge en los cinco primeros años después de su suscripción, y la realidad es que en los últimos ejercicios se han firmado, sobre todo, hipotecas a tipo fijo que han dejado a sus titulares fuera de la presión que ha supuesto

.

Lo cierto, no obstante es que existe un elevado número de solicitudes que son rechazadas (según Estrada, por incumplimiento de las condiciones exigibles) y otro bloque aún mayor que está pendiente de resolución. Estrada ha justificado tal atasco en la resolución de solicitudes en la complejidad que conlleva verificar las condiciones de elegibilidad que deben cumplir los titulares de las hipotecas que optan a esta vía de renegociación. El director general ha añadido que, en todo caso, las entidades financieras disponen de otros canales de renegociación de las condiciones de los créditos que cada una de ellas ofrece a sus respectivos clientes.

Primeras señales de sobrevaloración en la vivienda

El informe da cuenta de la reducción del crédito hipotecario residencial se intensificó en la segunda mitad de 2023 -que acabó el año con una caída del 3,1%- en un contexto en el que, por una parte, las operaciones de compraventa de vivienda experimentaron en el conjunto del ejercicio un descenso del 11% respecto a los elevados niveles de 2022 y, por otra parte,

, por el equivalente al 3% del saldo total.

El Banco de España toma como punto de partida que "la estabilización de la tendencia contractiva observada en el mercado de la vivienda en los primeros trimestres de 2023" y "la ausencia de signos de relajación en los estándares de concesión de créditos hipotecarios" mantienen al sector inmobiliario "fuera de la lista de vulnerabilidades" posibles de la banca. Sin embargo, el director general de Estabilidad Financiera, ha admitido que se empieza a observar "una pequeña sobrevaloración de los precios de la vivienda", aunque "muy reducida y muy acotada". Por ello ha juzgado aconsejable "reforzar la monitorización de las exposiciones inmobiliarias del sector bancario, con el fin de mejorar la capacidad de detectar la posible acumulación de riesgos".

Riesgo geopolítico, el principal

A la hora de identificar los principales riesgos que penden sobre la estabilidad del sector financiero, el informe publicado este lunes señala, en primer lugar, el riesgo geopolítico derivado de los conflictos internacionales y de los procesos electorales en un gran número de países en 2024.

Dentro de la economía española, se señala el elevado endeudamiento público como principal vulnerabilidad, en contraste con la acusada reducción de la deuda de hogares y empresas, que ya se sitúa a niveles de 2022, por debajo de la media de la UE.

El 'ciber-riesgo' también se ha colado entre la lista de vulnerabilidades para el sector financiero, al tiempo que se diluyen los peligros que hace un año se veían en la inflación.

El Banco de España considera que los mercados financieros no parecen estar valorando correctamente los riesgos económicos, tal como lo demuestran las primas y las expectativas de tipos. "Eso es una vulnerabilidad, pues expone a la economía a una corrección más brusca en caso de que se materialice algunos de los riesgos infraponderados por los agentes económicos", ha advertido Estrada.

Déficit de solvencia respecto a Europa

En este sentido, el Banco de España reitera la conveniencia de que las entidades financieras españolas hagan un esfuerzo mayor para reforzar su solvencia. Sobre todo, después de constatar el aumento del volumen de crédito que está cayendo en la categoría de "vigilancia especial" en las entidades financieras. "Están saliendo créditos de vigilancia especial hacia morosos", detecta el Banco de España.

Así, la ratio de dudosos del crédito a los hogares en España ha aumentado ligeramente (14 puntos básicos) en 2023, hasta situarse en el 2,9 %, y la de crédito en vigilancia especial ha subido desde el 5,5 % hasta el 6,1 %. Por su parte, el mejor comportamiento de la calidad del crédito al sector empresarial no financiero ha permitido mantener en 2023 la ratio de crédito dudoso del sector privado residente en España prácticamente estable en el 3,4 %.

Y con estas tendencias de fondo, el informe se queja de que "a pesar de la elevada rentabilidad registrada en 2023 [gracias a la subida de los tipos de interés], el sector bancario no ha registrado un aumento significativo de su solvencia". En particular, la ratio de capital CET1 se mantuvo estable durante el último año, situándose en el 13,2 % en diciembre de 2023, apenas 17 puntos básicos por encima de su nivel en 2022, mientras que en la UE se han producido avances mayores. Así, la distancia que separaba al sistema bancario español del promedio de la UE se ha ampliado hasta situarse en 3,3 puntos porcentuales. "En un entorno donde la incertidumbre permanece alta, sigue vigente la recomendación a las entidades de que dediquen una parte de la mejora presente de su rentabilidad a reforzar, a través de sus políticas de provisiones y capital, su capacidad de absorber pérdidas futuras", advierte el supervisor.