La paralización de la eólica causa un impacto de 1.200 millones en la construcción gallega

Diego Vázquez Reino lamenta el alto coste en carga de trabajo y empleo

El Clúster de la Construcción desvela su Plan Estratégico 2024 – 2027, que define 54 acciones 

María Jesús Lorenzana y Diego Vázquez Reino, este mediodía en Santiago

María Jesús Lorenzana y Diego Vázquez Reino, este mediodía en Santiago / cedida

La paralización de los parques eólicos que se vive a nivel autonómico no sólo repercute en el sector de la energía, sino también en otras actividades como la construcción, a la que genera un importante impacto económico. Concretamente, unas pérdidas de en torno a “1.200 millones de euros” en carga de trabajo y empleos aparejados a la ejecución de los molinos.

“Para nosotros era una oportunidad, porque es un nicho de mercado que se está desarrollando en otras comunidades, en las que están trabajando muchas empresas gallegas, y era la ocasión de poder desarrollar ese know how en nuestra tierra”, lamentó este lunes el presidente de la Federación Galega da Construcción, Diego Vázquez Reino.

“Respetamos las decisiones judiciales, pero no compartimos esta situación y apelamos al consenso para sacar adelante esta oportuinidad única para Galicia y que nosotros podamos decidir sobre nuestros recursos”, indicó. Como telón de fondo de estas declaraciones está la decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que tiene 27 parques suspendidos cautelarmente.

Para el sector de la construcción, que se transformó mucho en los últimos años y participa en numerosos sectores de la economía, las energía renovables son “un campo en el que nos hicimos expertos y tenemos mucho que decir”, afirmó. Vázquez Reino expresó también su “miedo” a que ningún parque eólico de los que está proyectado consiga desarrollarse. “Los juristas tendrán que delimitar estas cuestiones, pero apelamos a que haya un diálogo entre todos los actores porque esto es una oportunidad que no podemos desaprovechar”

Proteger el medioambiente

El presidente de la Federación Galega da Construcción se mostró a favor de proteger el medioambiente, pero llamó que ser capaces de “conciliar la actividad industrial con la protección del territorio”. “En la construcción conocemos la reglamentación y las garantías que tenemos que adoptar para cada procedimiento. Hay muchos técnicos implicados dentro de la administración y hay que pasar muchos filtros para obtener las declaraciones de impacto ambiental favorables. Quiero romper una lanza en favor de esos técnicos que hicieron ese trabajo y que ahora se pone su labor en tela de juicio”, remarcó. Teme también que la resolución se atrase todavía más si el TSXG eleva una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia Europeo.

Presentación

Las palabras de Vázquez Reino tuvieron lugar este mediodía en el marco de la presentación del Plan Estratégico 2024-27 del Clúster de la Construcción de Galicia, a través de su Fundación Galicia Constrúe. Una cita que reunió en la sede de la Fundación Laboral da Construción, en Santiago a socios, patrocinadores, colegios profesionales y otros clústeres miembros del Consejo Asesor y en la que participó la conselleira de Economía e Industria, Maria Jesús Lorenzana.

El Plan Estratégico se sustenta en cuatro pilares: innovación, gobernanza, sostenibilidad y talento. En total, se definieron 54 acciones concretas que guiarán las actuaciones del Clúster en los próximos años, con indicadores de seguimiento y responsables específicos para su ejecución. Entre las áreas de enfoque se encuentran la promoción de la construcción industrializada, la transición hacia métodos de construcción más sostenibles y la investigación de nuevos materiales. Además, se prestará especial atención a la eficiencia energética y la gestión de residuos, entre otros aspectos clave.

Según datos del Instituto Galego de Estatística, el sector de la construcción representa el 5,7% del Producto Interior Bruto de Galicia. Este ecosistema abarca desde la obra civil hasta la construcción residencial, así como subsectores arraigados en la economía gallega, como el granito, el aluminio, la pizarra, el tratamiento de fachadas y cubiertas, la cerámica, la madera y el hormigón. En la actualidad, operan en Galicia 8.486 empresas y autónomos dentro del sector de la construcción, lo que supone aproximadamente el 10,6% del total nacional.