Choque

La CEOE estalla contra el Gobierno por abrir el diálogo social a Pimec y le acusa de ser "afín a sus intereses"

El malestar de los de Antonio Garamendi complica que el Ejecutivo pueda pactar con ellos reformas como la reducción de la jornada

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. / EP

Gabriel Ubieto

La gran patronal CEOE ha estallado contra el Gobierno por abrir la puerta del diálogo social estatal a la patronal de las pymes catalanas Pimec. La entidad presidida por Antonio Garamendi ha acusado al Ejecutivo de "querer romper el diálogo social" al "forzar la entrada" a "actores afines a sus intereses", según un comunicado emitido este miércoles. Y su representante en Catalunya, Foment del Treball, ha ido más allá, calificándolo de "filibustero" e "intervencionista" por aprobarlo sin la negociación previa. "Las acciones de este Gobierno inclinan a pensar que su intención es legislar contra los empresarios", ha afirmado en su propio comunicado.

El Consejo de Ministros de este pasado martes aprobó un real decreto -que recoge este miércoles el Boletín Oficial del Estado (BOE)- en el que insta al Consejo Económico y Social (CES), uno de los máximos órganos consultivos constituidos por patronal y sindicatos, a reasignar a sus representantes y dar entrada a patronales de ámbito autonómico. Apuntando, de manera indirecta pero clara, a Pimec.Si bien fuentes empresariales consultadas no descartan un potencial 'café para todos'. Es decir, ampliar la representatividad no solo para dar entrada a Pimec, sino a patronales autonómicas de todas las comunidades, entre otros.

La bancada patronal anda muy revuelta durante estos últimos meses y es que durante la presente legislatura el Gobierno ha ido moviendo piezas para diversificar la representación de los empresarios. Una condición que hasta ahora ostentaba en exclusiva la gran patronal CEOE. Primero fue la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, luego el Consejo Nacional de la Pyme y ahora el CES.

En pocos meses la patronal Pimec -que en Catalunya ya consiguió en 2019 equipararse en cuanto a representatividad con Foment del Treball, la territorial de la CEOE- ha metido el pie en varios de los órganos consultivos del Estado. Todavía no interlocuta directamente para negociar reformas laborales o de pensiones, tal como ambiciona, pero se va acercando.

Problemas para la agenda reformista del Gobierno

Que el Gobierno le esté abriendo la puerta a su competidor no ha sentado nada bien entre las filas de la CEOE y contribuye al progresivo distanciamiento que se ha ido escenificando entre la patronal y el Ejecutivo. El diálogo social lleva sin una gran foto conjunta de Gobierno, patronal y sindicatos desde la reforma laboral del 2021. Desde entonces los empresarios se han ido desmarcando de los acuerdos que el Ejecutivo ha ido cerrando solo con los sindicatos, como la última fase de la reforma de las pensiones o las subidas del salario mínimo interprofesional, entre otros. En estas últimas negociaciones Garamendi acusó a Díaz de ser un "arbitro" que "lleva la camiseta del equipo contrario", en alusión a su favoritismo por las tesis sindicales.

Más recientemente esa distancia se escenificó en la recién aprobada reforma de los subsidios de desempleo, un asunto en el que los empresarios se jugaban poco y en la que los patronos dejaron claro desde el principio de las conversaciones, según apuntan distintas fuentes conocedoras, que ni apoyarían la reforma, ni mucho menos saldrían a hacerse la foto de consenso que perseguía la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

El rifirrafe entre Garamendi y Díaz ha ido escalando durante los últimos días, a tenor de la visita a España del presidente argentino, Javier Milei. Díaz criticó que el líder patronal se fotografiara con el mandatario tras llamar este "corrupta" a la esposa de Pedro Sánchez y criticara duramente las reformas del Gobierno. Y Garamendi le respondió alegando que los empresarios llevan "años viviendo con señalamientos por parte de la radicalidad, que viene de la extrema derecha y de la extrema izquierda".

Ese cruce de reproches y la entrada de Pimec retroalimentan una hostilidad que también se explica por la agenda reformadora que está desplegando y pretende desplegar el Ejecutivo durante la presente legislatura. Y es que varios puntos contrarios a las tesis de la CEOE. Prueba de ello es un punto incluido en el mismo real decreto que da entrada a Pimec al CES. Este miércoles el BOE también recoge la aprobación de la prevalencia de los convenios colectivos autonómicos y provinciales sobre los estatales. Una reforma pactada entre el PSOE y el PNV para asegurar el 'sí' de los vascos a la investidura de Pedro Sánchez y que también ha enervado a los de Garamendi.