Entrevista | Cecilia Sierra Rey Presidenta del Consello Social de la Universidade de Santiago (USC)

Cecilia Sierra: “La nueva ley de universidades es una oportunidad perdida para la profesionalización del sistema”

“Esperamos que tanto los propios centros, desde sus estatutos, como las autonomías tengan altura de miras para reconocer el importante papel de los Consejos Sociales”

Cecilia Sierra Rey, presidenta del Consello Social de la Universidade de Santiago

Cecilia Sierra Rey, presidenta del Consello Social de la Universidade de Santiago / roi rodríguez

En un entorno cada vez más global y competitivo, “los sistemas universitarios deben avanzar hacia una mayor profesionalización”, en la que los Consejos Sociales tienen mucho que aportar. Sin embargo, la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) es en este sentido “una oportunidad perdida”. Al menos, según la opinión de la presidenta del Consello Social de la USC, Cecilia Sierra, que una vez validado el texto, apela ahora a que sean los propios centros formativos, a través de sus estatutos, y también las autonomías, quienes trabajen para intentar subsanar las carencias.

¿Qué son los Consejos Sociales y cuál es la labor que realizan?

Son el órgano social dentro de la universidad. Este año cumplimos nuestro 40 aniversario. Básicamente tienen dos papeles: el primero es el de colaborar con los equipos rectorales y otros organismos para que pisen terreno con respecto a la evolución de los factores sociales y como esto puede enriquecer la visión que se tenga con respecto a los alumnos. El segundo eje es el control de ciertas cuestiones como pueden ser las cuentas anuales o la aprobación de los presupuestos. Es lógico que no sea la universidad la que verifique sus cuentas. Entendemos que tiene que ser una representación de agentes sociales los que puedan aprobar estos documentos. También pasan por los Consejos Sociales las aprobaciones, renovaciones y modificaciones de los estudios conforme a los requisitos que demanda la sociedad.

¿Que balance hace de sus cuatro años al frente del Consello Social de la USC y cuáles son sus retos?

Durante estos años tratamos de reactivar el Consello Social desde varios puntos de vista. Por ejemplo incidir en que los exalumnos no pierdan contacto. También llevamos a cabo varios foros, entre los que destacó uno que tenía mucho que ver con lo que se estaba investigando sobre la covid. Además instauramos un premio a la mejor trayectoria profesional de exalumnos. El primer año los ganadores fueron los expresidentes de la Xunta, coincidiendo con el 40 aniversario del Estatuto, pues cada uno de ellos aportó su granito de arena para que Galicia sea lo que es hoy y creímos que era importante poner en valor todas sus trayectorias, pues todos ellos pasaron por nuestra universidad. El segundo premio fue a Darío Villanueva, el próximo 10 de mayo realizaremos un evento para poner de relieve su aportación a Galicia y a España. También pusimos en marcha una serie de premios económicos hacia los proyectos de investigación que tuvieron lugar en la USC. Y por último continuamos con la gestión de las becas extracurriculares de los alumnos que realizan sus prácticas en distintas empresas.

A pesar de esta labor, los Consejos Sociales critican que la nueva LOSU no les es muy favorable...

Los Consejos Sociales conocemos mejor que nadie los cambios y las transformaciones que están teniendo lugar, sobre todo en estos tiempos de tanta incertidumbre. La palabra clave es profesionamlización. La nueva LOSU podría haber ido más allá dentro de la profesionalización de las universidades. No se trata de cambiar todo y entrar como un elefante en una cacharrería. Se trata de que los sistemas universitarios perciban que tenemos que ir hacia una mayor profesionalización sin perder de vista lo que hemos estado haciendo, que es aportar talento a la sociedad. Hay que recordar que la palabra competencia tiene que entrar en el ámbito universitario. Estamos compitiendo a nivel internacional en un entorno cada vez más global. Entendemos que esto ha sido una oportunidad perdida porque sí que podríamos haber dado pasos en la dirección que marca el entorno, que es la profesionalización.

¿Hay margen para subsanar carencias en el texto?

La ley ya está aprobada y ahora lo que esperamos es que tanto las universidades, desde sus propios estatutos y sin perder de vista la autonomía que rige nuestro sistema, como las autonomías tengan altura de miras para reconocer que los Consejos Sociales juamos un papel muy importante a la hora de transmitir lo que la sociedad demanda a las universidades sin perder de vista el objetivo: que nuestros egresados salgan con las mayores capacidades de conocimiento y de adaptación al entorno que les va a rodear. Creo tenemos mucho que aportar de la mano de los órganos que rigen nuestras universidades y estos órganos también tienen que entender que debemos dirigirnos a esa profesionalización que sí se está dando en otros modelos de éxito tanto a nivel europeo como internacional. Y desde luego, los primeros en defender que la universidad cuente con los recursos suficientes y adecuados para que nuestros jóvenes garanticen un mejor futuro vamos a ser nosotros. Las administraciones tienen que los poner recursos para que el sistema sea de calidad y de excelencia.

¿Y es suficiente la dotación que recibe la universidad? ¿Debería apostarse en mayor medida por la financiación privada?

Uno de los proyectos que se puso en valor desde la USC y desde el Consello Social fue Sumo Valor, una campaña de micromecenazco para garantizar los proyectos de investigación que giraban en torno a la pandemia. La aportación privada al ámbito público es una fórmula de éxito en muchos países como Estados Unidos. Y con respecto a los recursos de las administraciones, en Galicia tenemos la suerte de tener un plan de financiación del sistema universitario público y eso es una tranquilidad. Saber que se cuenta con unos recursos fijos a lo largo de los próximos cuatro o cinco años. Pero desde los Consejos Sociales creemos que es muy importante invertir recursos en el talento de nuestros futuros egresados y nosotros no nos cansaremos de pedir y somos exigentes.

¿Y en este escenario de globalización cada vez más acusado, cuál es el papel de las universidades en la construcción del proyecto europeo?

Dentro de la Conferencia que acabamos de tener ya se trató como de alguna manera el Camino de Santiago fue forjando la red de universidades a nivel europeo fomentando el intercambio de ideas a través de la mezcla de culturas y ejerció como vertebrador del proyecto europeo