Jubilados gallegos claman contra el retraso en los viajes del Imserso: “Son las vacaciones que tenemos”

Cada año, por estas fechas, las agencias de viajes empiezan a contactar con los solicitantes del programa de turismo del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) para que puedan reservar su viaje. Las solicitudes se presentan entre junio y julio, pero no es hasta septiembre cuando los pensionistas conocen el destino al que pueden viajar. Este año, sin embargo, todo es distinto.

El recurso que los turoperadores Soltour, Nautalia y Mundiplan han presentado ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales en contra de la adjudicación en solitario al grupo Ávoris de los tres lotes de los viajes del Imserso podría retrasar hasta tres meses la campaña 2023-2024, que este año ofrece cerca de 900.000 plazas para repartir, de manera proporcional, entre solicitantes de toda España.

“De cualquier forma, habrá un retraso”, afirma el presidente de la Asociación Gallega de Agencias de Viajes (Agavi), Juan Antonio Rivadulla. Tanto si se confirma la adjudicación a Ávoris, como si se rectifica total o parcialmente en alguno de los lotes, la puesta en marcha del programa de viajes se “dilatará”. “Si las reservas se posponen un mes, podríamos plantarnos en el mes de diciembre”, estima.

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Un mes que “complica” las cosas, porque muchos de los hoteles que alojan a estos grupos de pensionistas cierran entre noviembre y febrero y porque tampoco el invierno es la estación más propicia para viajar. Está, además, la coincidencia con las fiestas de Navidad, que la mayor parte de los jubilados gallegos que solicitan el programa de turismo del Imserso prefieren pasar en casa.

“Son las vacaciones que tenemos”, dice Juan José Lojo, presidente de la Asociación Cigarreras, Tabaqueros y Personas Mayores de A Coruña. “No hablamos de un tema menor. Para nosotros, es algo fundamental y queremos que esté bien gestionado”, añade Lojo, que en 2005 creó, con otros jubilados, la Asociación Sociocultural de Viajes del Imserso a raíz de los problemas que sufrió un grupo de pensionistas durante su estancia en Ibiza.

“No sabemos absolutamente nada”, asegura Lojo, que cree que, en este tema, “quizás sin querer” se está practicando una especie de edadismo. “Se olvidan de los mayores. Se creen que es suficiente con que nos hayan subido las pensiones. Y no lo es. Nosotros queremos los viajes del Imserso. Los necesitamos”, zanja.

Para Lojo, que suele viajar a Alicante, es un “problema” no saber cuándo se podrá poner en marcha el programa de viajes, porque “la gente mayor también necesita planificar su vida”. “Somos jubilados, pero tenemos nuestras obligaciones, nuestras citas médicas, ayudamos a cuidar a nuestros nietos... no podemos irnos de un día para otro”, explica.

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También Julio Méndez, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo, constata que hay malestar entre el colectivo, que se siente “desasistido y sin saber qué hacer”. Cree que “no hay derecho a que todos los mayores que se podían mover de sus casas a un precio razonable gracias a estos viajes se vean abandonados”. Y lamenta que desde hace un par de años “haya tantos problemas” en un programa pensado, paradójicamente, para que los jubilados “disfruten”.

Así las cosas, en la Asociación Gallega de Agencias de Viajes confían en tener más información a lo largo de la próxima semana. Pero, ante las consultas que están recibiendo, lanzan un mensaje de tranquilidad a los jubilados que este año han solicitado el programa de turismo del Imserso. “Que haya que resolver este recurso no quiere decir que no vaya a haber viajes, sino solo que muy probablemente se van a retrasar”, señala el presidente de la entidad.

No obstante, Juan Antonio Rivadulla reconoce que el cambio de fechas puede suponer un problema, sobre todo por las fechas de cierre que manejan en los hoteles que participan en el programa del Imserso.

Se trata, explica, de una cuestión de personal, porque el establecimiento planifica las contrataciones para la fecha en la que tradicionalmente entran los primeros grupos de pensionistas, hacia primeros de octubre. “Si los viajes se retrasan hasta mediados de diciembre, habrá hoteles que opten por cerrar”, sostiene Rivadulla, porque no podrán permanecer abiertos tanto tiempo a la espera de la llegada de los jubilados.

De momento, no es posible saber a cuántos mayores gallegos afecta este retraso. El año pasado se presentaron desde Galicia 237.000 solicitudes de plaza para participar en el programa de viajes, pero cada persona puede pedir hasta cinco destinos. Los paquetes que se ofertan para la temporada 2023-2024 oscilan entre los 124 y los 435 euros, un 7% más que el año pasado.