La mitad de las mujeres con casos activos de violencia de género en Galicia tiene menores a su cargo

Son 2.209 las víctimas con protección que se encuentran en esta situación

En lo que va de año ocho mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas en España

Manifestación feminista en Santiago

Manifestación feminista en Santiago / Antonio Hernández

Elisenda Colell

La violencia de género no entiende de edades o procedencia. Con todo, hay ciertos factores que someten a las víctimas a un mayor nivel de vulnerabilidad, entre ellas, ser madre. El Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén) contaba al cierre del pasado mes de marzo con un total de 4.890 casos activos en Galicia, es decir, aquellos en los que la víctima necesita seguimiento y protección por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado adscritos.

De estos casos, casi la mitad, 2.209, se correspondían a mujeres con menores de edad a su cargo. Este porcentaje ascendía en el conjunto estatal hasta el 51%, según la estadística que comparte cada mes el Ministerio del Interior.

Como consecuencia de esta violencia contra las mujeres, en la última década, 53 menores han muerto en España. La mitad de ellos fueron asesinados durante el régimen de visitas o en el periodo de la custodia compartida correspondiente al padre. 

El informe Violencia Vicaria y violencia de género institucional: un laberinto perverso contra las madres protectoras, presentado esta misma semana y elaborado por la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista, con financiación pública, alerta precisamente de que el 40% de las madres participantes fueron amenazadas por su agresor con hacer daño a los hijos e hijas menores de edad.

En el conjunto estatal son cerca de 44.000 los casos en los que hay menores de edad a cargo de las víctimas, lo que supone un incremento significativo con respecto a hace exactamente dos años, cuando apenas rozaban las 32.000.

Una mujer sostiene un lazo morado

Una mujer sostiene un lazo morado / EFE

El estudio analiza, además, las secuelas que todo esto provoca en los menores, que se encuentran en una situación vulnerable. En este sentido, el análisis indica que un 60% de los menores ha tenido cambios en su conducta social, mientras que un 52% adopta un rol más agresivo y desafiante con la madre.

Menores en riesgo

En lo que va de año, ocho mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en España, una de ellas en Galicia. El número de huérfanos menores de edad, consecuencia de estos crímenes ya alcanza la decena.

El Ministerio del Interior clasifica los casos de VioGén en los que hay menores a través de diversas etiquetas, con el propósito de proporcionar la protección necesaria. Galicia registraba a finales de marzo 89 casos con menores en situación de riesgo, es decir, aquellos en los que, tras la práctica de la valoración policial del riesgo a la víctima, se considera que la violencia ejercida por el agresor podría extenderse a otras personas cercanas a esta, especialmente hacia los menores a su cargo. 

Del resto de casos que se encuentran activos, 692 pertenecen al nivel que se define como “de especial relevancia”, aquel en el que hay probabilidad de que el agresor ejerza sobre la víctima violencia muy grave o letal. 

El sistema de protección, en duda tras los recientes asesinatos vicarios

Los recientes asesinatos vicarios, con cinco menores fallecidos a manos padres en los últimos cuatro meses en todo el Estado, evidencian que los pasos dados hasta ahora por el Ministerio de Igualdad, como reconocer a los menores como víctimas de la violencia de género, que en el propio sistema VioGén de protección a las denunciantes se incluyan preguntas para valorar el riesgo en el que se encuentran los niños o la reforma legal que obliga a los jueces a suspender el régimen de visitas cuando el padre haya sido denunciado por violencia de género, son insuficientes.

Es una situación que, de hecho, “preocupa” a la propia ministra, Ana Redondo, que trabaja ya con Interior y Justicia para “hacer un mejor diagnóstico” de qué es lo que sucede y ver de que forma se pueden “reforzar los sistemas de protección”.