Relalciones entre Washington y Pekín

La Cámara Baja de EEUU aprueba la ley que amenaza con prohibir TikTok si no se desvincula de la matriz china

La legislación tiene aún que ser aprobada en el Senado, donde algunos plantean reparos por la libertad de expresión

Icono de la red social TikTok.

Icono de la red social TikTok. / EP

Idoya Noain

TikTok está más cerca de ser prohibida en Estados Unidos si no se desvincula de ByteDance, la empresa de China propietaria de la popular app de vídeos, que tiene 170 millones de usuarios en EEUU. Una propuesta de ley que recoge el veto en caso de que no se produzca la venta en seis meses a propietarios no chinos ha sido aprobada este miércoles en la Cámara Baja con lo que rara vez se ve estos días en Washington: un apoyo bipartidista abrumador que ha logrado superar la mayoría necesaria de dos tercios y ha dejado la votación en 352 votos a favor frente a 65 en contra y una abstención.

Ahora queda pendiente que la propuesta se ratifique en el Senado, donde el texto legislativo de esa Cámara no está ni siquiera preparado y donde Chuck Schumer, el líder de la mayoría demócrata aún no se ha comprometido a una votación. Varios senadores, como han hecho los congresistas opuestos y grupos que trabajan en libertades civiles, han expresado sus preocupaciones sobre la constitucionalidad del veto por afectar a la libertad de expresión. También hay oposición por dar al Gobierno federal poder excesivo para prohibir o censurar servicios digitales.

Varios tribunales federales ya bloquearon el veto que intentó en 2020 Donald Trump, el expresidente y candidato republicano que ahora se opone a su prohibición pero que esta vez no ha logrado movilizar a las filas republicanas y hacer que se alineen con su postura. También un juez federal tumbó un veto aprobado por el estado de Montana.

Gaza, China y la seguridad nacional

La legislación, que llega tras varios vetos estatales y federales a la instalación de la app y llevaba varios años mascullándose, avanzaba lentamente pero ganó un impulso reforzado desde dos momentos clave. Uno de los puntos de inflexión, según le ha contado a 'The Wall Street Journal' Jacob Hellberg, miembro de una comisión que analiza la relación económica y de seguridad de EEUU y China, arrancó tras los ataques de Hamás en Israel el 7 de octubre. Análisis de TikTok mostraron que en la plataforma el contenido propalestino circulaba mucho más que el proisraelí, con ratios de hasta 69-1 según un análisis. "Gente que históricamente no había tomado una posición contra TikTok se preocupó con el retato de Israel en los vídeos y con lo que vieron como aumento de contenido antisemita", ha dicho Hellberg.

La Administración de Joe Biden, sumida en un choque con Pekín por el control de tecnología que va desde la inteligencia artificial hasta los chips, también intensificó sus contactos con los legisladores, ofreciendo sesiones informativas privadas. Ahí se exponían los argumentos de que, bajo la propiedad de ByteDance, TikTok representa un grave riesgo para la seguridad nacional. Advierten de que el Gobierno chino podría recopilar datos de los usuarios estadounidenses, censurar contenido político o influir a través de sus algoritmos los contenidos que se ven.

La semana pasada el propio presidente, cuya campaña de reelección recientemente abrió una cuenta en la plataforma, dijo que firmará la ley si llega a su mesa. Y el abrumador respaldo a la propuesta este miércoles en la Cámara Baja muestra ese impulso renovado.

Desde Pekín este miércoles se ha acusado a EEUU de actuar como un "matón". "Al final, esto va inevitablemente a volverse en contra de EEUU", ha dicho el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin.

TikTok niega las acusaciones principales sobre la compañía y sus riesgos. Destaca que el 60% de la propiedad está en manos de inversores institucionales globales y que tres estadounidenses están en la junta directiva de cinco miembros. Además, defiende que ha invertido más de 1.000 millones de dólares en un plan para almacenar datos sensibles de usuarios de EEUU en servidores operados por la estadounidense Oracle.