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La IA controlará el mundo, ¿quién controlará la IA?

Senén Barro Ameneiro

Senén Barro Ameneiro

No hay una forma objetiva y definitiva para responder a esta pregunta, pero sí hay múltiples elementos que, correctamente analizados, ponderados y tomados en consideración conjuntamente, nos dan una respuesta que admite pocos matices, al menos en un análisis de grano grueso: Son las empresas, en concreto las de Estados Unidos y China, en este caso con el permiso de su gobierno, por supuesto.

Sí, ya sé que no ha de responderse a una pregunta en el primer párrafo, y menos si uno es gallego. No es lo mejor para que el lector siga leyendo, desde luego. Pero si a pesar de todo ha llegado hasta aquí, será porque le interesa lo que pueda decirle para justificar mi respuesta, así que allá voy.

Una de las formas más objetivas de medir quién es quién en un ámbito de investigación es a través de las publicaciones científicas. Funciona para conocer la actividad de los investigadores a título individual, pero también de las organizaciones y hasta de los países. Más todavía si se analizan indicadores de impacto o de relevancia de dichas publicaciones, y no solo su número. Uno de esos indicadores, relativamente fácil de medir, son las citas que los investigadores hacen de las publicaciones científicas de otros autores. Por supuesto, como cualquier análisis basado en uno o unos pocos indicadores de medida, podemos hacer muchas salvedades o matizaciones a esta forma de valorar la investigación realizada por un individuo o una organización. Por ejemplo, una autocita debería carecer de valor y este debería ser incluso negativo cuando la cita a un trabajo es para ponerlo a caldo. Tampoco es igual que te cite elogiosamente uno de los mejores investigadores en tu campo a que aparezcas citado en la hoja parroquial, en caso de que tuviese una sección de ciencia y tecnología.

Un análisis reciente del centenar de publicaciones científicas en Inteligencia Artificial que han tenido un mayor número de citas en los últimos tres años (https://www.zeta-alpha.com/post/must-read-the-100-most-cited-ai-papers-in-2022), sitúa claramente a la cabeza a EE. UU., seguido muy de lejos por China y bastante después por Reino Unido. España, siento decirlo, no está representada en reste ranquin.

Sin embargo, contando el número total de publicaciones científicas en estos últimos años, China estaría por delante de todos y cada vez con más distancia. Pero una cosa es la cantidad y otra la calidad, ya lo he apuntado antes. Y esto también sirve para países, organizaciones e individuos, claro está. Sin embargo, incentivados por un sistema que todavía cree que en ciencia el tamaño importa, muchos investigadores se afanan en publicar cuanto más mejor, con la complicidad de quien se lo publica, claro.

Descendamos ahora un peldaño, y pasemos de los países a las organizaciones, públicas y privadas. Aquí el pódium lo ocupan tres empresas. Por este orden: Google, Meta (antes Facebook) y Microsoft. Hay que irse a los diplomas olímpicos para encontrar universidades. En el cuarto puesto está la Universidad de California en Berkeley y en el sexto Stanford. Y no busquen ninguna empresa de la Unión Europea, porque no la encontrarán.

DeepMind, una empresa del grupo Alphabet, al que pertenece Google, ocupa el 5º lugar. Se trata probablemente de la empresa líder en aprendizaje automático en el mundo, y entre sus espectaculares logros está el programa AlphaFold, que ha permitido desentrañar en un casi abrir y cerrar de ojos la estructura tridimensional de las proteínas a partir de su secuencia de aminoácidos. Por cierto, DeepMind aportó en 2022 el 69% de las publicaciones de Reino Unido entre este centenar de las más citadas, un ejemplo más de que la IA está controlada por las empresas.

No cabe duda de que el interés y la inversión del sector privado en la IA es una demostración de su potencial de mercado, y una garantía de que a través de las empresas llegarán a nosotros los más variados y útiles servicios y productos, en general para bien. El problema está en que los gobiernos den por bueno sin más este liderazgo del sector privado y, por ello, todavía aligeren más su empeño y la inversión pública por lograr que la IA que controlará el mundo lo haga en general para el bien común, no solo el de los pocos que tengan la capacidad de desarrollarla y utilizarla en su beneficio. Pero todavía es peor para nosotros que entre esas empresas que se sitúan en la vanguardia de la IA no haya ninguna de la Unión Europea.

Ya he advertido otras veces sobre lo que nos jugamos en nuestro país y en el contexto de la Unión Europea en este tema, pero es tan relevante, que seguiré haciéndolo, y ojalá que ustedes leyéndome hasta el final.