{ al sur }

Vivir, vivir

Marcelino Agís Villaverde

Marcelino Agís Villaverde

Las cifras del turismo en España, y también en Galicia, durante esta Semana Santa han superado las previsiones más optimistas. No es preciso consultar ningún diario económico para comprobarlo. Todos hemos seguido a través de la prensa o visto en nuestro entorno más cercano los aspectos más espectaculares de este fenómeno: Santiago de Compostela a rebosar de peregrinos; a tope los destinos famosos por sus procesiones; las zonas de costa con las playas repletas; el turismo rural con una ocupación altísima; la autopista para entrar a Portugal desde Tui con retenciones de varios kilómetros...

Sin necesidad de manejar ninguna estadística, la conclusión es muy sencilla: nos hemos echado a la calle a disfrutar de estos días festivos y, sin duda, el turismo volverá a ser un salvavidas para la economía española.

Frente a estos datos incontestables, están los otros, tremendamente tercos, que rigen la evolución de nuestra economía: una cesta de la compra por las nubes; un índice de parados superior al 12% y que llega al 29% entre la gente joven; una inflación muy superior a la de la zona euro; los combustibles a precio de oro líquido; la electricidad y el gas lastrando las cuentas de particulares y empresas. La pregunta del millón es para el que pueda explicar por qué se dan al mismo tiempo ambos hechos.

A falta de mejor explicación, creo que todos nos hemos puesto de acuerdo en que hay que vivir, olvidando, aunque solo sea durante una semana, la realidad cotidiana. Probablemente la pandemia y sus efectos psicológicos tengan una parte de culpa en este resurgir del Carpe diem. No se trata tan solo de aprovechar el momento como si fuese el último. Pienso que ha triunfado el espíritu de la Oda de Horario, en la que se enmarca esta famosa locución latina: “carpe diem, quam minimum credula postero”. Una traducción posible es: “aprovecha el día, y confía mínimamente en el futuro”. Otra más castiza es “que me quiten lo bailado”. Cada cual que elija la que más le guste.