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Gürtel, Valencia y Teconsa

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

El Tribunal Supremo acaba de confirmar las penas referentes a los casos de corrupción que con motivo de la visita del Papa se dieron en la Comunidad Valenciana. En concreto, declara probado que Radiotelevisión valenciana contrató sin publicidad y por el procedimiento de urgencia a la empresa Teconsa el suministro en régimen de alquiler pantallas de vídeo, sonido y megafonía, por un importe de siete millones y medio, muy superior al coste real, suponiendo un sobrecoste de 3,2 millones con cargo a fondos públicos. La adjudicación a Teconsa estuvo predeterminada, dado que sus trabajadores estaban trabajando en ello con anterioridad a la adjudicación. Por ello, es condenado, entre otros, José Luis Martínez Parra, vicepresidente de Teconsa, a once años y siete meses de cárcel. Es hijo de Martínez Núñez, muy conocido en Galicia, fallecido en 2015 y según él amigo de Aznar y Fraga con los que iba de cacería. Anteriormente, Teconsa ya había sido imputada y en algunos casos y condenada en casos de corrupción en los Ayuntamientos de Madrid de Boadilla del Monte y Arganda del Rey y en alguno de la provincia de León. En el caso de Boadilla, el señor Martínez Parra confesó que pago 1,8 millones de euros a políticos y funcionarios para conseguir adjudicaciones.

Teconsa era una empresa constructora con múltiples obras, principalmente en Galicia y Castilla-León, con hoteles en las ciudades de Lugo, Ourense y Santiago de Compostela. El hotel de Santiago tiene la entrada en una rotonda a pesar de que el código de circulación prohíbe y penaliza fuertemente el parar en una rotonda. No se entiende cómo los servicios municipales se lo permitieron.

En el año 2010, Teconsa entró en concurso de acreedores, teniendo diversos pleitos, con sospechas de alzamiento de bienes.

En el año 1995, Teconsa fue titular de los telediarios, dado que con motivo de la obra de la Urbanización Brandía en Santiago de Compostela envió unos individuos a desalojar de las casas a los propietarios, utilizando escopetas con cañones recortados. Los propietarios, como sabían con quién se las jugaban, tenían guardias de seguridad impidiendo los propósitos de Teconsa. Al día siguiente, esta intento tapiar las casas con cemento llevado en varios camiones, aunque la oposición de los propietarios, la ayuda del entonces alcalde Xerardo Estévez y la repercusión pública impidió la acción. Estos métodos gansteriles los empleaba Teconsa con la seguridad que le daba el tener poderosas amistades.

Teconsa era la propietaria de la parcela en la cual recientemente los servicios municipales y el Ayuntamiento de Santiago permitieron construir una gasolinera a la actual propietaria, Carburantes de Lugo SL, empresa que pertenece a un holding con diversas empresas en Galicia, Castilla-León y Valencia, casualmente los mismos territorios en los que operaba Teconsa antes del concurso de acreedores. Esperemos que los métodos de esta empresa no sean los mismos que Teconsa en su relación con ayuntamientos y servicios municipales.