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La táctica es el todo en el juego

Jesús Baleato

Jesús Baleato

El tema de conversación en bares, tertulias, reuniones, grupos y también en prensa caminan en torno a las tácticas y estrategias del futbol. Este tramo final está dejando calentito el mundo de los tertulianos.

Los resultados de grandes partidos europeos, tanto en Champions como en Europa League, centran los comentarios en las alineaciones idóneas y en la correcta e incorrecta aplicación de la táctica y de la estrategia. Son dos términos a menudo empleados indistintamente, pero existe una gran diferencia entre táctica y estrategia. Ambas se utilizan, con frecuencia, de forma similar, pero son diferenciales. En el mundo del futbol es la palabra imprescindible, pero también nos es familiar en el mundo de la economía empresarial y por supuesto en el mundo militar.

Todos hablamos de ella, pero ¿Qué es la táctica? La táctica es el todo en el juego, asentada en medios técnicos y físicos para poder desarrollarla con sentido práctico y con utilidad.

Una táctica supone un conjunto ordenado de pasos para hacer frente a algo. La táctica realmente es organización, poner en orden, de forma coordinada las actuaciones de los diferentes componentes del equipo. Se apoya en métodos muy específicos, que necesitan de habilidad y conocimientos para su aplicación y puesta en escena. La táctica supone utilizar un conjunto ordenado de pasos o de acciones para hacer frente al plan del rival. Tiene su arte dominarlas, conocerlas y aplicarlas. La formación de los entrenadores y los conocimientos, la inteligencia y la capacidad de los practicantes para adaptarse a las circunstancias del juego, son fundamentales y determinantes. Los fundamentos, los medios con balón, los medios sin balón, los medios que dinamizan el juego y los ritmos, marcan el estilo del equipo.

Por otra parte, una estrategia es un plan, una forma de aplicar un conjunto de nociones preconcebidas, las cuales pueden ser, en sí mismas, tácticas. De este modo, las estrategias suelen ser globales, integrales, concretas y puntuales. Se usan para sorprender al rival y evitar ser sorprendido. En las puntuales, a balón parado, en grupos tácticos, suelen participar activamente pocos jugadores, son de aplicación concreta y puntual.

Por otro lado, si nuestra estrategia falla, es posible improvisar tácticas que nos den el tiempo para pensar un nuevo plan y aplicar acciones para cumplir con lo que dicta una estrategia.

Por táctica futbolística se entiende todas aquellas acciones del juego cuando se ataca, se contraataca y se defiende, de forma armonizada y controlando los comportamientos de los jugadores dentro de los modelos de juego. Podemos dividirlas en tácticas de equipo, tácticas grupales y tácticas individuales, según el número de jugadores implicados. Los diferentes mecanismos, las ventajas, las desventajas y la forma de aplicación son el pan de cada día y la materia de entrenamiento para preparar los planes de juego.

El despliegue de las diferentes tácticas se realiza a través de los fundamento o principios ofensivos cuando se tiene el balón en su poder, dominándolo, jugándolo y defensivos cuando se pierde el dominio y lo juega el rival. Todo ello dentro de los diferentes modelos de juego y métodos que un equipo quiera aplicar.

Los métodos más aplicados son el de la periodización táctica, el de juegos aplicados y el método estructurado. Luego vienen los modelos de juego que cada equipo desarrolla donde se debe aglutinar las cualidades de los jugadores, su mentalidad, su gusto, que permita funcionar individual y colectivamente como un equipo. En esto, el gusto del entrenador también condiciona y dirige hacia un modelo u otro de juego. La táctica le proporciona todas las posibilidades, es cuestión de criterios y de rendimiento. Las posibilidades del equipo dirán mucho en este apartado y el talento de los jugadores determinará como se juega en ese equipo.