{ notas de actualidad }

Ruta Quetzal 2023

José Manuel García Iglesias

José Manuel García Iglesias

EN 1979 NACIÓ RUTA QUETZAL y, a partir de entonces, cada año, reúne a jóvenes de dieciséis o diecisiete años para vivir juntos unos cuantos días en lo que Miguel de la Quadra-Salcedo, su iniciador e ideólogo, calificó como una experiencia que, además de un viaje, es “una expedición iniciática, ilustrada y científica”. Los seleccionados para emprender esa particular aventura siempre fueron elegidos atendiendo a sus expedientes académicos procurando, de tal modo, premiar el esfuerzo hecho.

En este 2023 los seleccionados andan por tierras gallegas y portuguesas. Se encontraron los participantes en Vilanova de Arousa, desde donde hicieron un recorrido marítimo fluvial, ascendiendo por el Ulla, siguiendo ese camino que evoca la traslación del cuerpo de Santiago el Mayor hasta Padrón para ser sepultado en aquella tierra que evangelizó. El paso por Portugal se centró en Ponte de Lima, en donde descendieron por el Limia en kayak, y en Viana do Castelo, lugar en el que están hoy, miércoles, para visitar el santuario do Monte de Santa Lucía y, a continuación, emprender viaje hasta Santiago, meta, siempre, de tantos caminos.

En este caso, Compostela se convierte en punto de partida para iniciar, en las jornadas sucesivas, un nuevo trayecto al que la organización de Ruta Quetzal 2023 denomina Hacia la Luz del Fin del Mundo y que cabe reconocer, en parte de lo previsto, como el Camino Fisterra-Muxía, que se suele caminar en cinco jornadas. La primera etapa a realizar, en este caso, lleva desde la ermita de Santa Mariña de Maroñas (Mazaricos) hasta la capilla de San Pedro Mártir (Cee). En una segunda llegarán a Fisterra para, en los días siguientes, visitar, entre otros espacios, el santuario da Virxe da Barca, el faro de Muxía, Camariñas, el faro Vilán, Laxe, el dolmen de Dombate, el castro de Borneiro, Punta Roncudo, Punta Nariga, santuario de Santo Hadrián do Mar y la Torre de Hércules.

Catorce días en Galicia, conociéndose y conociéndonos, gozando una experiencia que nunca olvidarán, llegando al final de la tierra conocida hasta el inicio de la Edad Moderna. Mirando en los crepúsculos y en los amaneceres a un mar al que se ha denominado, tantas veces, como Costa da Morte pero que ve, también, nacer el día cada mañana, simbolizando con ello una nueva vida por vivir. Se encontrarán con la cultura megalítica y con la castreña, en Dombate y Borneiro. También admirarán a esos vigías del mar que son los faros, en enclaves ciertamente mágicos. En tal tipo de privilegiados sitios estarán, pues, en esa ruta de aprendizaje, ahora comandada por Íñigo de la Quadra-Salcedo, cuidadosamente preparada para que toda esa juventud, ahora andante por tierras gallegas, vuelva a su hogar con un conveniente bagaje, construido con nuevas amistades y el reconocimiento de un territorio repleto de descubiertas bondades.