Tezanos y la Bruja Lola

INCREÍBLE: Tezanos ha vuelto a voltear la tortilla en el aire para escarnio del Centro de Investigaciones Sociológicas, donde laboran aseados chefs que seguramente a su pesar cocinan el menú que les dicta el jefe de sala aunque tengan que emplatar gato por liebre o dar fletán por lenguado. En su último sondeo, el CIS, contra todo pronóstico, coloca ya a la izquierda por delante de la derecha, al contrario que el resto de las encuestas. Su estimación señala que PP y Vox sumarían a día de hoy el 42% de los votos, mientras que PSOE y Sumar alcanzarían el 48%. En la práctica, 172 escaños para el redivivo Indiana Sánchez y su arca de la alianza antinazi, de tal manera que el omnipresente plenipotenciario podría volver a gobernar con el plato de lentejas de algún partido pequeño.

Desde que este personaje gobierna el CIS, las estimaciones han resultado mayoritariamente imprecisas, cuando no sesgadas hacia la izquierda. Después las urnas desmentían a la estadística, tal que el 28M sin ir más lejos. Como adivino, el tipo está más cerca de Aramís Fuster que del ciego Tiresias. En ponerle velas negras al PP muestra Tezanos más destreza que la Bruja Lola.

Sería para tomarlo a chanza si no fuera porque los sondeos de Tezanos, con menor puntería que la escopeta de Elmer Gruñón apuntando a Bugs Bunny, remiten un mensaje equívoco a la legión de indecisos que van a decidir quién presidirá el próximo otoño el Consejo de Ministros. Pretende hacer ver que funciona el discurso del pánico y que el desfile de moda de Sánchez por platós, emisoras y diarios derramando lágrimas de cocodrilo ofrece más réditos que una mañana en Madrid Fashion Week. El CIS viste de gala al emperador como en el cuento de Andersen, aunque se le vea en pelotas.