Notas de actualidad

El museo diocesano de Ourense

José Manuel García Iglesias

José Manuel García Iglesias

Es una buena noticia saber que el Obispado de Ourense y la Xunta de Galicia han puesto en marcha la concreción de un Museo Diocesano en Ourense que va a ubicarse en la capilla de su Obispado y en una parte de éste. Según se ha publicado va a ser la propia Xunta quien va a encargar el equipo de arquitectura y museografía preciso para acometer tal tarea.

Hay que decir, en este orden de cosas, que la archidiócesis de Santiago de Compostela no tiene un museo de estas características y que, en las demás diócesis gallegas, algunas piezas de sus respectivos ámbitos diocesanos se guardan en los museos catedralicios, lo que lleva a generar una cierta confusión en el espectador al no distinguirse, debidamente, lo que se corresponde con el mundo catedralicio y el de otros lugares diocesanos. En la actualidad es, en Galicia, Tui quien aborda de la mejor manera esta problemática.

Así pues, lo que ahora, parece ser, se va a hacer en Ourense, inicia un camino que, ojalá, se hiciese extensivo a toda Galicia. En un momento como el actual, con los niveles de despoblación, tantos centros religiosos prácticamente cerrados, y con un patrimonio muy rico y disperso en ellos, sería muy conveniente que las diferentes diócesis de Galicia – a ser posible de una forma coordinada- abordasen esta problemática en un trabajo conjunto con la Xunta de Galicia, susceptible de ser periodificado en varias legislaturas y que debiera de contar con una estrategia, en cuanto a su desarrollo, acorde con la problemática a asumir porque la cuestión es mucho más compleja que la acumulación, más o menos ordenada y bien dispuesta, de piezas en un determinado espacio.

Contratar un equipo de arquitectura y museografía, como va a suceder en Ourense, está bien pero ha de disponerse con un trabajo previo que, por cierto, en el caso auriense, tiene buenos cimientos ya que se cuenta con un buen inventario que, hay que imaginar, debe de estar actualizado. Y, por supuesto, debe de pensarse en el tiempo siguiente a su apertura pública.

Las inversiones de la Xunta de Galicia, en las catedrales de nuestro territorio, han sido importantes en los últimos años y han obedecido a una línea de acción bien trazada. Quizás ahora, que se abre una nueva legislatura, pueda ser el momento de plantearse la generación de una red de museos diocesanos en nuestro territorio. Hay ya mucho hecho para ponerlos en marcha pero es totalmente aconsejable que se trabaje, mucho más, en este ámbito, con una idea de país a conocer, conservar y difundir, y en el que nuestro mundo parroquial, sobre todo en el ámbito rural, tiene tantas carencias para salvaguardar sus bienes. Y, en este sentido, la solución viene dada en parte, por la existencia de unos museos diocesanos con los que no contamos y que, sin duda, nuestra historia, con su legado, se merece.