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Alemania, no habrá botas de la OTAN en Ucrania

Beatriz Beiras

Beatriz Beiras

Boutade, bravata o desliz, quién sabe lo que pasaba por la mente de Emmanuel Macron cuando dijo que no se descarta enviar tropas terrestres a Ucrania en el futuro, admitiendo que ahora no hay consenso en Europa.

El presidente francés soltó la frase después de la conferencia de apoyo a Ucrania en el Elíseo a la que asistieron veinte dirigentes europeos, repitió que “haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar la guerra”, y también dijo que había acuerdo para suministrar a Kiev misiles de medio y largo alcance. Parecería que hay un cierto afán por parte de Macron, de presentarse como el gran valedor del país en su guerra contra Rusia. La realidad no concuerda.

Según la clasificación “Ukraine Support Tracker” del Kiel Institute los mayores contribuyentes de ayuda militar a Ucrania son EEUU (42,2 mil millones €), Alemania (17,7 mil millones €) y Reino Unido (9,1 mil millones €), Francia aparece en el puesto 16, España en el 19.

La grandilocuencia y el fasto a la francesa contrastan con la austeridad del compromiso germánico con Ucrania. Contundente y clara, así fue la reacción del canciller alemán Olaf Scholz al resbalón del presidente francés cuando dijo: “no habrá tropas terrestres enviadas por países europeos o de la OTAN.” Además recordó que, “lo que decidimos desde el principio sigue siendo válido para el futuro”.

Scholz sigue la senda de la máxima precaución en su apoyo a Ucrania para evitar el riesgo de que Alemania se vea directamente envuelta en la guerra con Rusia. Ha reiterado su negativa a entregar misiles Taurus solicitados por Ucrania, una resistencia que dura meses. Son misiles con un alcance de 500 km que podrían impactar lejos en territorio ruso. Prudencia que contrasta con el anuncio de Reino Unido y Francia que sí enviarán a Ucrania misiles de largo alcance Storm Shadow y Scalp. Prudencia y también ambigüedad ya que el Bundestag rechazó la petición de la oposición de enviar los Taurus pero al tiempo pidió al Gobierno federal que envíe armas de largo alcance.

Las reticencias con los Taurus remiten a las que tuvo Berlín para enviar los famosos tanques Leopard 2 que Ucrania necesitaba desesperadamente al principio de la invasión rusa y que tardaron mucho en llegar al campo de batalla. Cada uno de estos tanques cuesta 5 millones de euros, y es el más extendido en los Ejércitos europeos. Finalmente, en marzo de 2023, Alemania aceptó enviar 18 Leopard 2 y autorizó a países terceros a hacerlo. 

Actualmente, la lista de material militar enviado por Alemania a Ucrania impresiona por extensa, detallada y variada. Aparte de los 18 Leopard 2, figuran 30 Leopard 1, dos sistemas de defensa aérea y dos lanzaderas PATRIOT, 212 sistemas de detección de Drones, tres SKYNEX de defensa aérea y 15 sistemas antiaéreos Gepard. Además, 10 mil soldados ucranianos recibieron entrenamiento, con un coste de 282 millones de euros, en Alemania que, por añadidura, es el mayor donante al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEP) que permitirá a los países de la UE suministrar equipos militares al Ejército ucraniano. 

“Zeitenwende”, un punto de inflexión, así entendió el canciller Olaf Scholz ese momento histórico que fue la invasión rusa de Ucrania. Un hecho que ha dado un impulso radical al gasto en defensa de Alemania y a su contribución a la OTAN. Ucrania, el acelerador de la historia.