Firma invitada

Memoria del 11 de Marzo

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

El próximo 11 de Marzo se cumplen 20 años del terrible atentado terrorista de Atocha que mató a 192 personas y dejó más de mil heridos. El sufrimiento y el dolor que dejó solo lo saben bien los familiares y amigos de los asesinados y heridos, pero todos nos conmovimos y de alguna manera nos sentimos cerca de ellos.

El tiempo hace que aunque no olvidemos la tragedia, se mitigue el dolor. Es conveniente recordar la gran mentira que se construyó intentando atribuir su autoría a ETA, cuando todo parecía apuntar a la Yihad islámica, como así fue y se estableció en sede judicial. La gran mentira fabricada por el presidente del Gobierno de entonces, José María Aznar, fue tan grande que salió fuera de nuestras fronteras intentando engañar hasta al Consejo de Seguridad de la ONU. Para apoyar esta gran mentira se contó con la colaboración de algunos medios de comunicación. Se fabricaron indicios falsos, dándoles pábulo a bombo y platillo, construyendo a partir de ellos la teoría de la conspiración. A partir de ahí, se convenció a muchas personas de buena fe, incluyendo a algunas víctimas del terrorismo, y se presionó a otras para que les siguieran la corriente y en caso contrario realizar campañas mediáticas en contra de ellas, atacando a jueces, policías e incluso a algún familiar de las víctimas como Pilar Manjon, madre de uno de los fallecidos. 

La presión continuó hacia el juez Juan del Olmo, y la fiscal Olga Sanchez instructores del caso. Aznar intentó prolongar su gran mentira, diciendo en la comisión de investigación del Congreso “Yo creo que los responsables del atentado no están en desiertos remotos ni en montañas lejanas”. El no reconocimiento de la autoría se prolongó y destacados líderes del PP como Rajoy o Feijoo, después de muchos años, todavía arrojaron dudas al respecto. El tribunal juzgador, presidido por Gómez Bermúdez, en la sentencia dejó claro la autoría de los atentados y desechó los bulos y la teoría de la conspiración. Hoy dice: “El tribunal era conservador, yo era y soy conservador, y los otros dos magistrados, también. Y la sentencia es la que es”.

 No se comprende como Aznar sigue en la vida pública y habla y dice sentencias sin parpadear. A algunas personas conservadoras les es difícil votar a un partido que considera a Aznar como líder de referencia.