Opinión | Políticas de Babel

En memoria de Francisco García Tortosa

LA SEMANA PASADA me referí a los Encuentros James Joyce, organizados brillantemente por el catedrático de la Universidad de La Laguna Juan Ignacio Oliva Cruz (presidente de la Asociación Española James Joyce), y la catedrática de la Universidad de Málaga Rosario Arias Doblas (directora de los equipos de investigación LITCAE y RELY). Ni los organizadores ni los participantes imaginábamos entonces que sólo unos días más tarde recibiríamos la triste noticia del fallecimiento del profesor Francisco García Tortosa, catedrático de la Universidad de Sevilla, impulsor de sociedades científicas tan importantes como la Asociación Española de Estudios Anglo-Norteamericanos (AEDEAN) ahora dirigida por la profesora Rosario Arias, y fundador de la propia Asociación Española James Joyce. García Tortosa fue profesor en instituciones tan insignes como la Universidad de Salamanca, la Universidade de Santiago de Compostela y la Universidad de Sevilla; recorrió el mundo impartiendo su saber; y transmitió sus conocimientos a numerosas generaciones de expertos en estudios ingleses e irlandeses, y en la figura y la obra de James Joyce. Estos académicos que hoy lamentan su pérdida, sin duda, sabrán honrar la memoria de su legado intelectual.

Son múltiples los homenajes públicos y privados que de ahora en adelante resaltarán su figura y su obra; pero a muchos nos consuela saber que también en vida tuvo grandes reconocimientos por su brillante trayectoria académica, como fue la publicación en 2005 de un número especial en la acreditada revista ‘Papers on Joyce’, editado por los profesores Alberto Lázaro, Antonio Raúl de Toro, Carmelo Medina y Jefferey Simons. También en 2008, otro número editado por la profesora Margarita Estévez-Saá se centró en las traducciones de ‘Ulises’ a diferentes lenguas; una labor a la que el profesor García Tortosa, en colaboración con la profesora María Luisa Venegas Lagüéns, dedicó más de una década de trabajo, y que se materializó en la brillante traducción de la magna novela irlandesa, publicada por la prestigiosa editorial Cátedra. En esos volúmenes participaron figuras punteras de los estudios joyceanos del panorama nacional e internacional, que no dudaron en rendir tributo en vida al brillante académico. También el Instituto Universitario de Estudios Irlandeses ‘Amergin’, adscrito a la Universidade da Coruña, dirigido primero por un discípulo aventajado del profesor Tortosa, el catedrático Antonio Raúl de Toro, y ahora por el profesor David Clark, promovió eventos académicos como congresos y cursos de verano en los que Francisco García Tortosa era el conferenciante de referencia, contribuyendo con su maestría al florecimiento de los estudios joyceanos e irlandeses que hoy disfrutamos en Galicia.

Quienes tuvimos la suerte de aprender de su cátedra, recordaremos siempre al académico riguroso, severo incluso; y también al ser humano leal, coherente y apasionado que ejercía su magisterio en el ámbito universitario con la misma energía con la que adiestraba a nuestros hijos en la privacidad de nuestros hogares, fomentando siempre su aprendizaje y madurez. Por eso su legado humano y académico no se apagará fácilmente; y un bonito homenaje que podemos hacerle estos días es leer alguno de sus numerosos artículos sobre Joyce, o pasajes de su mencionada traducción de ‘Ulises’. Los compañeros del Grupo de Investigación James Joyce de la Universidad de Sevilla, liderados por el profesor Ricardo Navarrete, seguirán reuniéndose con discípulos como los doctores José María Tejedor o Maribel Porcel; y desde la Asociación Española James Joyce, todos hemos contraído el compromiso de perpetuar su labor.