Entrevista | Iván Ferreiro Cantante y compositor, presenta el disco "Trinchera pop" el 24 en Compostela

“Disfruto más Santiago como músico que como estudiante”

Iván Ferreiro, músico gallego de pop rock. / GET IN- WARNER

Iván Ferreiro, músico gallego de pop rock. / GET IN- WARNER / XABIER SANMARTÍN

Cuesta saber donde empieza el Iván Ferreiro (Vigo, 15 de agosto de 1970) músico y el conversador. Él mismo dice que se han difuminado mucho las fronteras entre el profesional y la persona, siendo un todo donde este barbado cantante y compositor es feliz a ratos. El viernes 24 de marzo dará un concierto en el Palacio de Congresos, en Santiago (30,50 €), presenta su nuevo disco, Trinchera pop. Mañana, lanza una biografía de ficción Meteoro y el Señor Conejo, hecha a medias con María Rod, prima suya, psicóloga y escritora.

¿Cómo sale la colaboración de Tanxugueiras para ese tema nuevo llamado ‘La humanidad y la tierra’?

Yo las llamo a ellas. Tenía ya la canción hecha y me parecía que podía quedar muy bien añadir unas voces femeninas potentes. Les escribí por Instagram, con mucho morro por mi parte y contestaron súper amables así que las invite a comer, se vinieron y aquí (Vigo) lo grabamos.

Ese tema que incluye un guiño al programa ‘El hombre y la Tierra’, la famosa serie documental sobre naturaleza dirigida Félix Rodríguez de la Fuente para TVE.

Estábamos trabajando Amaro y yo en coger samples de cosas, habíamos cortado cosas de todo tipo de artistas y Amaro se puso con Antón García Abril (autor de la música del programa) y se puso a jugar con eso y al cambiar la armonía y al jugar con ello da unas cosas muy bonitas, no solo en la pieza de ellos, que es maravillosa… así tenemos algo nuestro. Jugamos con los samples un poco como hacen los hiphoperos de Nueva York pero en plan ibérico.

¿Por qué ha pasado tanto tiempo entre ‘Casa’ (2016) y este disco nuevo, ‘Trinchera pop’, disponible a la venta desde este viernes?

Me lo he tomado con calma. Con Casa estuve casi tres años de gira y al acabar la gira empecé las vacaciones, tuvimos la pandemia y decidí tomármelo con mucha calma, no estresarme mucho. Viendo que el mundo se acababa pensé que a lo mejor había que ir con calma (risas).

Y tras la calma, llega ahora la tormenta de los conciertos.

Ahora llega mucho trabajo pero tengo muchas ganas. He descansado de más, ya necesito salir de casa. He tratado de que todo el disco nuevo sea bastante emocional. He trabajado mucho con mis máquinas y mis sonidos para conseguir que todo sea más emocionante.

¿Qué recuerdo queda de la etapa universitaria en Santiago?

Estuve dos años en Santiago pero más que estudiar viví en Santiago porque... estudiar no estudié mucho. Yo estaba empezando a montar los Piratas pero no encontré muchos compañeros musicales cuando estudié en Santiago, los encontré más tarde, cuando ya me dedicaba a la música. Mi paso por Santiago fue una experiencia propiamente de estudiante que no estudia, mucha noche, mucha calle del Franco y de la Raiña, mucha Zona Nueva, muchas copas y mucha fiesta. Disfruté mucho esa etapa pero yo Santiago, desde hace muchos años, lo disfruto más como músico que como estudiante. Como estudiante creo que no lo aproveché lo suficiente.

Tras un intervalo largo entre dos discos, hay quien acumula muchas canciones. Tete Novoa lanza ahora nuevo álbum y dice que desechó treinta canciones.

Yo cada vez soy más concreto. No soy muy impulsivo en el sentido de que escribo una canción y al día siguiente la reviso, y luego voy trabajando en ella, y esta vez fui con mucha calma. No me sobran muchas canciones cuando trabajo para un disco. Esta vez me habrán sobrado cuatro o cinco… Desde hace muchos años soy un loco del home studio, es la manera que tengo de componer, escribo grabando ya. Todos los días trabajo, voy al estudio un rato, pruebo esto, aquello... Le dedico mucho tiempo a jugar, para mi es muy importante jugar. El propio estudio es un instrumento en sí mismo y trato de utilizarlo todo lo que puedo.

¿Cambia con los años el modo de componer?

He tratado de hacer el disco un poco con mi propia vida, soy músico y ya no hago una distinción entre la música y mi vida. Me levanto, trabajo pero... si he ganado calma. Soy mayor y ya no tengo ese impulso de cuando eres joven y no estas seguro de si te van a sacar más discos y trabajas de otra manera. Yo ahora soy más concreto, trabajo todos los días y si un día no quiero trabajar no pasa nada, no me meto caña con las cosas. He descubierto que escribir cuando tengo la hoja en blanco no me gusta mucho y no quiero sufrir ese momento. Música hago todo los días pero escribir solo escribo cuando tengo ganas, si no me deprimo. Estoy todo el rato leyendo, viendo pelis, oyendo cosas y voy cogiendo de ahí directamente... Y cuando tengo una melodía y tengo que escribirle una letra, lo que hago es huir del papel hasta que ya las ideas me vienen solas a la cabeza, o sea, lo fuerzo a base de ignorarlo.

¿Qué lecturas hizo durante la composición de ‘Trinchera Pop’?

Transcrepuscular, la trilogía de Emilio Bueso, y también libros de Margaret Weis y de N. K. Jemisin, porque he leído mucha ciencia ficción escrita por mujeres

Una nueva canción llamada ‘En el alambre’, dice “Cientos non son una unidad...”. ¿Es una apelación a la necesidad de unión para a superar momentos complicados?

Siempre he confiado mucho en mis amigos y en la gente que me quiere. Creo que la colectividad y estar acompañado es muy importante. Y depende de cómo se junten varias personas eso es una unidad o no, lo que si me parecía es que la canción viene a a decir que, a nivel político, tenemos poca unidad, creo que tenemos más unidad para irnos de fiesta.

¿Un músico a quien resucitar para grabar un dúo soñado?

A Prince. Le vi dos veces, una en A Coruña, que coincidió con Madonna en Vigo porque contraprogramaron y otra en el Monte do Gozo.