INICIATIVA PIONERA

Derribando mitos y bulos sobre nutrición desde el centro de salud

Los 16 nutricionistas en el área de Santiago atienden problemas de obesidad, pero también otras enfermedades en las que la alimentación tiene un papel clave

Navia Duyos, nutricionista, y Montserrat Souto, subdirectora de Enfermería del área sanitaria./ jesús prieto

Navia Duyos, nutricionista, y Montserrat Souto, subdirectora de Enfermería del área sanitaria./ jesús prieto / Koro martínez

“No es lo mismo alimentarse que nutrirse”, así de clara se muestra Navia Duyos, nutricionista del centro de salud de Fontiñas desde el pasado mes de diciembre, quien subraya que existen muchos bulos y falsos mitos sobre un ámbito fundamental tanto para la prevención de determinadas enfermedades como para contribuir a que los efectos de las mismas no empeoren.

Prescripción, control y seguimiento

···Entre las prestaciones de los nutricionistas en el ámbito de la atención primaria del área sanitaria compostelana, se contempla la de atender la demanda de consultas relacionadas con la nutrición, obesidad y patologías metabólicas, así como el seguimiento pre y posquirúrgico de pacientes sometidos a cirugía bariátrica, en colaboración con otros miembros del servicio de Endocrinología y Nutrición, o la atención y seguimiento de enfermos con trastornos nutricionales de diversos tipos, incluyendo el de conducta alimentaria. También se contempla la prescripción, control y seguimiento de pacientes con nutrición artificial domiciliaria y ambulatoria, y la educación específica sobre uso de sondas o bombas de perfusión para nutrición enteral o parental.  

Apenas tres meses después de haber iniciado su servicio en el ambulatorio compostelano, la nutricionista ha visto cómo se incrementaba la demanda de prestaciones ante la excelente acogida, tanto por parte de los pacientes como del personal médico, de enfermería y matrona.

Integrante de un proyecto piloto a nivel gallego en el que en el área sanitaria de Santiago y Barbanza participan un total de 16 nutricionistas, resalta en una conversación con este periódico que por su consulta han pasado ya desde niños de apenas ocho años hasta personas de más de ochenta buscando asesoramiento.

Su labor “en una gran proporción de casos se centra en darles a los pacientes las pautas necesarias para que puedan perder peso, pero también atendemos a personas con enfermedades como la hipercolesterolemia, la insuficiencia renal o la diabetes, así como las alergias o intolerancias alimentarias”, patologías éstas últimas sobre las que explica que “se están observando cada vez más en niños y adolescentes”.

Recuerda que el de la obesidad es un problema importante por el riesgo que supone de desarrollar otras dolencias y porque, en muchas ocasiones, “son obesidades que conllevan otras enfermedades asociadas”.

Defiende la presencia de su especialidad en los centros de salud, dentro de una iniciativa “pionera en Galicia porque creo que solo se puso antes en marcha algo similar en Cataluña”, puesto que “no todo el mundo se puede permitir recurrir a una consulta de pago”, pese a lo imprescindible que resulta para muchos pacientes, añade, y pone como ejemplo de algunos retos a los que ha tenido que hacer frente en estos tres meses de andadura el de “programar la alimentación para alguien con bajos recursos en colaboración con la Cocina Económica, aportándoles unas pautas de lo que se debería hacer con ese usuario”.

Su trabajo abarca un amplio espectro en el que lo que se busca es “que sea una ayuda, un empuje a la atención primaria en la atención y prevención de muchas enfermedades que están a la orden del día y que sobrecargan el sistema”, recalca Montserrat Souto, subdirectora de Enfermería del área sanitaria de Santiago y Barbanza.

Subraya que esta iniciativa de implantar la figura del nutricionista en los ambulatorios forma parte de un proyecto piloto impulsado por la Consellería de Sanidade en toda Galicia con 94 profesionales, “con lo que toda la población gallega tiene un nutricionista de referencia”, y que de momento está contemplado con una duración de un año, y posteriormente se verá si se mantiene.

Entiende que “la actividad de la consulta es muy importante porque hoy en día tenemos muchísima información, pero no estamos formados, y es fundamental que un profesional, que es conocedor de la materia, ayude a distinguir lo que es verdadero de lo falso en materia nutricional”.

Montserrat Souto señala que “cuando uno tiene obesidad simple, es importante prevenir que más adelante pueda desarrollar enfermedades asociadas, y Navia Duyos añade que “muchos pacientes entran por la consulta diciendo que saben lo que hay que hacer y cómo, y que lo están poniendo en práctica pero no les funciona, y luego al hablar con ellos se dan cuenta de que no tenían ni idea de lo que deberían hacer”.

Nutricionista desde 2017 y dedicada en un primer momento al ámbito de la investigación, asegura que “el cambio a la consulta está siendo muy gratificante, una experiencia muy positiva, y además estamos en contacto los compañeros, organizando sesiones clínicas para que los equipos de atención primaria puedan ampliar conocimientos, o impartiendo charlas grupales para pacientes diabéticos o con cáncer de mama”, ya que señala que muchos de los tratamientos contra determinados tipos de tumores interfieren en el apetito de los pacientes. Y explica que otra de las vertientes en las que también están actuando es con personas con demencia, cuyos “familiares recurren a nosotros porque sus allegados están dejando de comer y lo que se hace es facilitarles un enriquecimiento proteico en el que se incluyan todos los nutrientes que necesitan”.