Seis edificios de Compostela que debes visitar al menos una vez en la vida

La arquitectura contemporánea empezó a hacerse notar a principios de los 90 y, desde entonces, sobran ejemplos para intimar con las últimas tendencias

Arquitectura contemporánea en Santiago de Compostela

Arquitectura contemporánea en Santiago de Compostela / David Suárez

Más allá de la histórica Catedral, en la Compostela contemporánea hay unas cuantas construcciones que, tanto por su diseño como por la integración en el entorno, merece la pena visitar. Estos son los seis más emblemáticos:

Museo de Historia Natural Luís Iglesias

Museo de Historia Natural Luís Iglesias / USC

1. Museo Luís Iglesias. Erigido entre 2009 y 2011 en la Finca Simeón, el edificio de César Portela da cobijo a la antigua colección se inició en 1840- del Museo de Historia Natural de la Universidade de Santiago. Compuesta de madera, la estructura exterior facilita la integración del inmueble en el paisaje arbolado y le aporta ligereza. Una sensación que se acentúa con las superficies de vidrio y los amplios huecos que dibuja la fachada. De tonos neutros y materiales muy livianos, el espacio interior presenta un diseño versátil, capaz de adaptarse a la incorporación de nuevos contenidos.

Escuela de Altos Estudios Musicales

Escuela de Altos Estudios Musicales / Santiago Turismo

2. Escola de Altos Estudos Musicais. Diez años antes concluía en la misma finca la construcción del centro que, desde el año 2017, acoge en sus instalaciones a la comunidad educativa de la Escola Municipal de Música. Obra del arquitecto madrileño Antón García Abril, hijo del famoso compositor del mismo nombre, el edificio fue concebido como un gran cubo de pesadas piedras graníticas, de textura tosca. La mole se hace hueco en la parcela ajardinada y dispone el acceso bajo un largo dintel metálico. El interior está presidido por un vacío que recorre toda altura y conecta los diferentes espacios.

Sede SGAE/Fundación Autor

Sede SGAE/Fundación Autor / Santiago Turismo

3. Fundación SGAE. También el parque de Vista Alegre se encuentra el inmueble que sirve de domicilio a la sede gallega de la Sociedad General de Autores de España (SGAE). Obra de Antón García Abril, el proyecto surge como una prolongación de la Escola de Altos Estudos Musicais. Finalizado en 2007, el edificio es una espectacular pieza longitudinal que apoya su base en uno de los límites de la finca. Ofrece una doble cara: hacia la calle muestra una larga fachada convexa de vídrio impreso; hacia el interior de la finca se vislumbra un inmueble de superficie cóncava, con gigantescas piezas de granito engarzadas en una estructura metálica.

Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC)

Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC) / Xunta

4. CGAC. Emplazado en la huerta del convento de San Domingos de Bonaval, es uno de los primeros ejemplos de la arquitectura contemporánea en Compostela. Lleva la firma del portugués Álvaro Siza Vieira, también autor de la Facultade de Ciencias da Información, y se construyó entre 1992 y 1994. Arropado por la histórica iglesia de Bonaval y el Museo do Pobo Galego, el volumen se compone de dos grandes piezas longitudinales. Acabado en granito tostado (el exterior de mármol blanco no se permitió), resulta interesante contemplar cómo el edificio de factura moderna ha sido capaz de fundirse con sus vecinos monumentales.

Parque de San Domingos de Bonaval

Parque de San Domingos de Bonaval / Santiago Turismo

5. Parque de Bonaval. También creación de Álvaro Siza, en este caso en colaboración con Isabel Aguirre, el vergel completa el conjunto integrado por el convento y el nuevo CGAC. Concluido en 2000, aúna el encanto del jardín medicinal, diferentes ruinas, una carballeira y el cementerio de Bonaval. Este gran espacio público se enriquece con piezas escultóricas de enorme valor como las que firman Eduardo Chillida o Leopoldo Nóvoa.

Cidade da Cultura en la cima del Gaiás

Cidade da Cultura en la cima del Gaiás / Ciudade da Cultura

6. Cidade da Cultura. Empezó a fraguarse en la cima del Gaiás en 1999 de la mano de Peter Eisenman. El arquitecto norteamericano propone un edificio topográfico en el que las onduladas cubiertas de los diferentes volúmenes aparecen como el relieve del monte, surcado por profundas grietas por las que se circula y accede a los diferentes contenedores.