Mejora un 70 % la supervivencia en pacientes con shock cardiogénico, 80 al año en el CHUS

Cardiólogos, intensivistas y anestesistas de España analizan mañana y el sábado cómo optimizar las redes para trasladar al enfermo al hospital con más opciones terapéuticas

Los cardiólogos de la unidad de coronarias, Diego Iglesias, Rosa Agra, Pedro Rigueiro y García Acuña/cedida

Los cardiólogos de la unidad de coronarias, Diego Iglesias, Rosa Agra, Pedro Rigueiro y García Acuña/cedida / koro martínez

Un centenar de cardiólogos, intensivistas y anestesistas de toda España se darán cita mañana viernes y sábado en el Clínico compostelano en un encuentro que, dirigido por los doctores José Ramón González Juanatey y José María García Acuña, profundizará en los cuidados de los pacientes cardiológicos agudos, en los que cobra especial importancia “un tratamiento precoz para reducir la elevada mortalidad que presentan”, según indica en conversación con este periódico el doctor García Acuña.

Explica que “un 4 o 5 por ciento de los infartos agudos de miocardio pueden presentar alguna complicación, siendo la causa más frecuente de la aparición de un shock cardiogénico, con una mortalidad que puede superar el 50 %, pero que desciende significativamente si es tratada de forma precoz”.

De ahí la importancia de las redes entre hospitales, que según señala “se han ido estableciendo y organizando en los últimos cinco años, de manera que cuando el paciente desarrolla una patología de este tipo es trasladado a un centro inmediatamente, se valora el tratamiento más adecuado y, si es necesario, se le lleva a un hospital con unas opciones terapéuticas mayores”. Al de Santiago, por ejemplo, son derivadas personas con estos problemas del área de Pontevedra.

Profesional desde hace tres décadas, el doctor García Acuña destaca que “el manejo de estos pacientes ha ido cambiando progresivamente, pasando de situaciones donde poco podíamos hacer a disponer de varias armas terapéuticas que permiten mejorar su supervivencia”, aunque admite que esta mejoría se ha producido recientemente, y añade que “hace treinta años fallecían el 80% de afectados con un shock cardiogénico y hoy se ha reducido hasta un 30%, si bien siguen siendo unas cifras elevadas a pesar de los avances”.

Preguntado sobre la incidencia en el CHUS de este tipo de pacientes, indica que “la nuestra es una unidad con entre 900 y 1.000 ingresos al año y, de ellos, con esta complicación aparecen entre un 5 y un 7 %; el Clínico atiende a entre 70 y 80 personas al año aquejadas con un shock cardiogénico”.

Respecto a qué franja poblacional afecta más esta patología, dice que “a mayor edad, hay más mortalidad, y también más entre las mujeres que entre los hombres”.

Reconoce que no hay forma de saber con antelación quién va a desarrollar esta complicación, que supone que el corazón no puede bombear la cantidad de sangre que el cuerpo necesita, pero insiste en que la prevención es clave en la lucha frente a las enfermedades cardiovasculares.

Una prevención en la que, subraya, “se deben controlar todos los factores de riesgo, empezando por el abandono del hábito de fumar, por los controles de lípidos y de la diabetes, así como hacer ejercicio físico de forma rutinaria en nuestra vida cotidiana, y llevar una alimentación realmente mediterránea”.

Y para aquellos afectados que desgraciadamente ya se han visto perjudicados por el desencadenamiento de un shock cardiogénico, el cardiólogo del CHUS destaca la importancia de proporcionarles “una atención integral en el momento más crítico de su vida, puesto que van a presentársele problemas en otros aparatos y sistemas, y de ahí que necesitemos de la colaboración entre intensivistas, anestesistas y cardiólogos para su tratamiento”.

Precisamente ése es el motivo, según explica, por el que en el encuentro de esta semana participan profesionales de estas tres especialidades médicas, que suelen ser los encargados de atender a unos enfermos que, según indica, “presentan una enorme complejidad”.

COLABORACIONES

En investigación y asistencia

La reunión que mantendrán mañana y el sábado un centenar de cardiólgos, intensivistas y anestesistas de toda España en Aula Magna del edificio Novoa Santos del Complexo Hospitalario bajo el lema ‘Cardioagudos 2023. El reto de mejorar la supervivencia’ contribuirá a fomentar y estrechar la colaboración entre los participantes, tanto en el plano asistencial como en el ámbito de la investigación. Se trata, según explica el doctor José María García Acuña, de “poner en común nuestro trabajo en un aprendizaje mutuo que luego trasladamos a los centros”. A nivel investigador, recuerda que recientemente se publicó un estudio sobre los pacientes que habían padecido un shock cardiogénico en colaboración con el Hospital Clínico de Salamanca, “en el que identificamos un score de riesgo cardiovascular propio de nuestros pacientes y los del centro castellanoleonés, y encontramos una serie de variables que estaban poco descritas y que sirven a su vez para identificar a las personas con mayor riesgo de padecer esta enfermedad”.