Social

Arcoíris en A Barcia y el López Navalón

Jornada “muy emotiva”, asegura el profesorado, la vivida en estos dos centros compostelanos de educación especial tras la entusiasta reacción del alumnado participante ayer en ‘Música a flor de piel’, un programa de Afundación que acerca la música y sus beneficios a escolares con capacidades diversas.

El arcoíris sale cuando los rayos de luz del sol brillan a través de las gotas de lluvia que flotan en el aire pero también cuando las personas se miran de igual a igual. El arte ayuda. Así sucedió ayer en el Colegio Público de Educación Especial A Barcia y en el Centro de Educación Especial Manuel López Navalón, donde brotaron sendos arcoíris pintados en el cielo de Santiago.

Por sus aulas pasó Música a flor de piel, programa sociocultural de Afundación que acerca la música y sus beneficios a escolares con capacidades diversas y que generó una entusiasta reacción entre las chicas y chicos partícipes de la actividad coordinada por Marcos Estévez, pedagogo y parte del grupo De T@pas de la Fundación IgualArte, sita en Vigo, pilar de un proyecto que se extiende en el presente curso a 36 centros de educación especial (CEE) de toda Galicia. “Es ya la tercera edición”, dice a EL CORREO la responsable de actividades escénicas de Afundación Obra Social Abanca, Marta Gefaell.

A la izquierda, Marcos Estévez a la percusión / ANTONIO HERNÁNDEZ

A la izquierda, Marcos Estévez a la percusión / ANTONIO HERNÁNDEZ / XABIER SANMARTÍN

“ Hace años, notamos que en las actividades teatrales se anotaban centros de educación especial pero algunos alumnos no podían desplazarse por varios motivos así que pensamos que sería buena idea llevar los espectáculos a los centros y hacerlos en un espacio conocido para todo el alumnado de esos centros. Nos adaptamos a su entorno y a las necesidades de cada grupo o colegio. Para los familiares es muy importante que lleguemos con este tipo de propuestas artísticas y participativas porque sienten que a veces se les olvida”, explica Marta justo cuando una alumna de A Barcia llega resuelta para compartir con ella palmadas mientras el concierto de los De T@pas anima un aula decorada con flores gigantes multicolor.

En medio del improvisado escenario, Marcos toca con una banda que completan Rubén Barciela, Juan Bartolomé, Adriana Cervantes, Roi Garrido, Ivan Lago, Pablo Larrondo y Pedro Vázquez, con camisetas a juego.

A la derecha, Juan Bartolomé hace el sonido del tren. / A. H.

A la derecha, Juan Bartolomé hace el sonido del tren. / A. H. / XABIER SANMARTÍN

La actividad se abre con un cuento dramatizado. Se alternan lecturas breves, percusiones y cajas mágicas que irradian igual sonido de un tren en marcha que del viento o de una tormenta, efectos que acercan, una por una, sin prisa, a cada una de las personas que integran un público muy atento, que reacciona al estímulo de una música que a veces les trasladan acercando la percusión al rostro, manos y oídos, como hace Marcos con su rojizo acordeón Hohner de cuyo fuelle saca en un parón del relato la respiración de alguien que “duerme profuuundamente”, replicando hasta tal punto la escena que llega a dormirse en su silla de ruedas una de las espectadoras.

Tras el silencio, un quiebro, sonido alegre, baile, sonrisa a mares, aplausos, miradas de complicidad, gestos de orgullo compartido, abrazos, canciones a coro y danza de clásicos como Bailaches Carolina o Na beira do mar, en un lugar donde cabe el mundo entero, cada quien a su estilo, unos bailan en solitario, otros en par, hay quien empuja la silla rodante de sus compañeros, quienes hacen la conga, cada una y cada uno disfruta a su manera sin frontera entre alumnado, profesorado, invitados...Es el arcoíris de Música a flor de piel.

El arte debe ser accesible para todas las personas, debe evitar los objetivos numéricos y económicos porque eso no es lo importante. Lo más importante es pensar en quién tienes enfrente”, dice Márcos Estévez, impulsor de este programa y creador de IgualArte, fundación artística integral para personas con capacidades diferentes, creada en 2003 y en cuyos microconciertos con Afundación también colabora Carlos Quintá.

Comparte su filosofía la directora del CEE A Barcia, Esperanza Rivas: “Cuándo se hizo por primera vez Música a flor de piel en nuestro centro hicimos una reunión para valorarlo y todo lo que se dijo al respecto fue positivo, gustó muchísimo”, relata a este diario en charla telefónica por mediación de la Jefa de Estudios, Paula Martínez, quien añade: “Estuvo genial de nuevo, en especial, la parte sensorial que lleva la actividad”.

La profesora y directora de actividades escolares del CEE Manuel López Navalón, Verónica Moreira, valora igual de ilusionada la experiencia compartida: “Desde el minuto uno, la conexión fue brutal, de igual a igual y se montó toda una fiesta. Estuvieron ya el pasado año en nuestro centro y esperamos que sigan contando con nosotros para hacer algo durante el próximo curso porque son actividades donde todo es posible, son muy emotivas y muy emocionantes. Como dice el título, muy a flor de piel”.

Ambos centros compostelanos son parte de Amicos, una asociación sin ánimo de lucro para atención e integración de personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis, daño cerebral y sus familias.