Monseñor Prieto insistirá al Papa sobre una visita a Santiago en su primer encuentro oficial en Roma

Francisco entregará el palio al nuevo arzobispo este jueves en San Pedro

El prelado agradecerá al pontífice la confianza que ha depositado en él y le trasladará una nueva invitación para conocer la ciudad del Apóstol

Monseñor Francisco Prieto, en el centro, durante la ceremonia de su toma de posesión como arzobispo el pasado 3 de junio / antonio Hernández

Monseñor Francisco Prieto, en el centro, durante la ceremonia de su toma de posesión como arzobispo el pasado 3 de junio / antonio Hernández / ARTURO REBOYRAS

El papa Francisco recibirá este jueves en Roma una nueva invitación formal para visitar la ciudad del Apóstol. Se la hará llegar el nuevo arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto, durante el primer encuentro oficial que mantendrá con el sumo pontífice, en el marco de la solemnidad de San Pedro y San Pablo. Tal y como han confirmado a EL CORREO fuentes oficiales del Arzobispado, el titular de la Mitra compostelana se desplazará a Roma en las próximas horas para participar en una ceremonia en la que el sucesor de San Pedro le hará entrega del palio, el ornamento de lana blanca y seis cruces negras que lucen los arzobispos metropolitanos por encima de la casulla en las celebraciones litúrgicas. Así, el nuevo prelado compostelano aprovechará esta ocasión, explican las fuentes, para animar al Papa argentino a visitar Compostela, incidiendo en la invitación que ya le había trasladado varias veces su predecesor, monseñor Julián Barrio.

Lo cierto es que, pese a contar con todos los convites formales que demanda el protocolo de la Santa Sede, finalmente el Papa no se animó a viajar a Compostela en el último Año Santo. Al Vaticano llegaron durante el bienio jacobeo las invitaciones del rey de España, Felipe VI; de los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez; de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; y de la Conferencia Episcopal, cardenal Juan José Omella; además de la del actual arzobispo emérito de Santiago, a la que este jueves se sumará la del nuevo metropolitano, con el objetivo de que el Papa sepa que la invitación continúa sobre la mesa pese a que el jubileo finalizó.

Todos los intentos que se hicieron durante el bienio jacobeo no dieron los resultados que se esperaban. En algún momento se llegó a pensar que el viaje apostólico estaba a punto de anunciarse, sobre todo, después de que el obispo de Roma manifestara ante el periodista Carlos Herrera: “Si voy a Santiago, voy a Santiago; pero no a España”, dejando claro que entre sus planes estaba una posible peregrinación a Compostela, pero en ningún caso una gira por todo el territorio nacional.

En una entrevista reciente concedida a este diario, monseñor Barrio confesaba que siempre tuvo “la confianza en que el papa pudiera venir”, aunque también apuntaba que se ha dado cuenta de que “él quiere estar en lugares donde no había estado nunca un Papa y lógicamente en sitios llamados de la periferia. Es decir, en lugares que necesitan esa presencia del Papa más que nosotros, lo cual no quiere decir que yo hubiera deseado que hubiera venido”. También revelaba que en el encuentro que el anterior presidente de la Xunta y él mantuvieron con Francisco en el Vaticano en junio de 2021, este afirmó ante la propuesta del viaje: “Lo vamos a ver, lo vamos a hablar”.

Jorge Mario Bergoglio ha dado prioridad a lo largo de su pontificado a las que él denomina periferias existenciales, lugares a los cuales nunca había viajado un Papa, donde existe persecución a los cristianos o bien donde la presencia del pontífice puede contribuir al bien común. El deseo de la Archidiócesis de Santiago era que Francisco pudiese viajar a Compostela durante el Año Santo de 2021-2022; sin embargo, en 2021 solo salió de Italia para visitar Irak, Hungría, Eslovaquia, Chipre y Grecia; mientras que en 2022 acudió a Malta, Canadá, Kazajistán y Baréin.

En mayo de 2022, el obispo de Roma aparecía en silla de ruedas por primera vez, como consecuencia de complicaciones en una rodilla. El hecho de que haya visto reducida su capacidad para moverse es otra cuestión a tener en cuenta a la hora de comprender su calendario de viajes, explican desde el Arzobispado.

“Siempre ha priorizado las periferias del mundo a la hora de programar un viaje; y ahora, cuando se ve condicionado por su estado de salud, es normal que ponga en primer lugar esos lugares que él considera que necesitan más la presencia del Papa”, indican las fuentes oficiales.

Francisco comenzó 2023 con un viaje apostólico a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, al que siguió una nueva visita a Hungría para clausurar el Congreso Eucarístico Internacional. La Santa Sede ha confirmado que este año el Papa estará en Lisboa a principios de agosto para participar en la Jornada Mundial de la Juventud; y a finales del mismo mes se desplazará a Mongolia, donde la Iglesia católica tiene una presencia muy reducida.

“Ahora soy consciente de que, en ese sentido, nosotros no podemos quejarnos porque tuvimos aquí dos veces la visita de San Juan Pablo II. Y en el Año Santo de 2010 tuvimos la visita de Benedicto XVI. Aunque a mí me hubiera hecho mucha ilusión, por supuesto, como a tantas y tantas personas, entiendo que el Papa también tiene su programación pastoral”, manifestaba monseñor Julián Barrio en la entrevista concedida a EL CORREO días antes de la toma de posesión de su sucesor.

Monseñor Prieto no se rinde. Se reunirá este jueves con el Papa, la primera vez como arzobispo de Santiago. Como obispo auxiliar se encontró con el sucesor de San Pedro al menos en una ocasión, durante la visita ad limina que los obispos españoles realizaron a finales de 2021. En esta ocasión, confirman desde el Arzobispado, el prelado le agradecerá la confianza depositada en él, a raíz de su nombramiento como arzobispo; y aprovechará también para hacerle saber que la invitación a visitar Compostela sigue en pie, aunque en estos momentos no exista un motivo concreto como podía ser en 2021 y 2022 el Año Santo jacobeo.

DISTINCIÓN DE METROPOLITANO

El nuevo arzobispo de Santiago recibirá este jueves de manos del papa Francisco el palio de metropolitano. Se trata de un ornamento litúrgico de honor y de jurisdicción, símbolo de la oveja perdida y del Buen Pastor que da la vida por su rebaño, constituido en su forma actual por una faja de lana blanca ancha de entre 4 y 6 centímetros adornada por seis cruces y dos orlas de seda negra cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros. Son confeccionados con la lana de dos corderos blancos criados por las religiosas del convento romano de San Lorenzo en Panisperna, que luego es ofrecida al Papa por los religiosos de la Orden de los Canónigos Regulares Lateranenses, que sirven en la Basílica de Santa Inés Extramuros, en Roma.

Aunque antiguamente el Papa era quien imponía el palio a los nuevos metropolitanos, Francisco cambió el rito, de manera que él tan solo lo bendice y se lo entrega a los arzobispos. La imposición tiene lugar en las Diócesis de origen y corre a cargo del nuncio apostólico, de manera que los fieles puedan participar de la misma