Megías: “En las cirugías de reconstrucción maxilofacial se trabaja como en una ópera”

Con la máxima de garantizar la seguridad del paciente en unas intervenciones complejas de reconstrucción maxilofacial como las que en los últimos años se están llevando a cabo en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, el equipo se plantea cada operación como “una ópera con varios actos en la que es fundamental estudiar cada caso, planificar, ejecutar, hacer el seguimiento postoperatorio y finalmente hacer autocrítica, ver en qué podemos mejorar”, así define Quim Megías el trabajo que tanto él como sus compañeros llevan a cabo en el hospital compostelano, siempre con la ayuda imprescindible de personal de Enfermería y Anestesia, “gracias a los cuales podemos dar una atención continuada y mantener un control sobre estos pacientes que es absolutamente imprescindible”.

Invitado a participar en la doudécima edición del Congreso de la Sociedad Mundial de Microcirugía Reconstructiva en Singapur, donde este sábado ofreció una ponencia sobre la labor que se está llevando a cabo con los casos más complejos dentro de la tarea de reconstrucción en cirugía de cabeza y cuello, asegura en conversación con este periódico que dicha experiencia le hacía mucha ilusión, sobre todo porque “me alegra ver que nuestro esfuerzo para tratar a enfermos cada vez más complejos es del interés de unas jornadas científicas de primer nivel como lo son éstas, que se celebran cada dos años”.

El encuentro de Singapur ha estado centrado en la microcirugía reconstructiva, “una disciplina transversal, en la que intervienen tanto cirujanos plásticos, como maxilofaciales, otorrinolaringólogos o traumatólogos, y que consiste básicamente en hacer trasplantes autólogos, autotrasplantes”.

Destaca la oportunidad de su intervención, ya que “participar en un foro donde están los mejores me hace sentir pequeño a su lado, pero es una satisfacción poder compartir conocimiento y ciencia con todos los que están aquí”.

Formado profesionalmente en varios países, cuenta con numerosas publicaciones científicas centradas en este tipo de técnicas, y forma parte del equipo del CHUS desde el año 2017.

Sobre su experiencia, recuerda que hace un tiempo realizaron una intervención pionera en Galicia, que consistió en una reconstrucción mandibular, y subraya que en este campo “estamos hablando de un tipo de cirugía que consiste en llevar tejido, que puede ser piel, músculo o hueso, de una parte del cuerpo a otra donde se necesita”.

Trabajo de fontanería

Explica que se trata, “como si fuera de una labor de fontanería, de llevar esas partes a otras zonas con sus arterias y sus venas, y volverlas a empalmar con un microscopio para restaurar el circuito de entrada y salida de sangre, y como son vasos de apenas milímetros, se llama microcirugía”. Unas técnicas gracias a las cuales “podemos hacer frente a casos complejos, ya sea por secuelas oncológicas o por otras afectaciones mediante estos autotrasplantes”.

En cuanto al trabajo que se está realizando en el CHUS dentro de este ámbito, el doctor Quim Megías recalca que “apostamos por la máxima calidad que está en nuestras manos para desarrollar estas técnicas reconstructivas, gracias al esfuerzo que a nivel de servicio estamos haciendo todos los facultativos, con los compañeros de Anestesia y de Enfermería”. Técnicas que también se emplean “para poder extraer tejido de otras partes del cuerpo, no únicamente de cuello y cabeza, y llevarlas a otras zonas en las que convenga hacerlo”.

Comprometido con la cirugía maxilofacial, el doctor Megías reconoce que es “una disciplina que exige mucha implicación, tanto en preparación de los casos, planificación y estudio, como en el seguimiento posterior”, y hace hincapié en que esto último es muy importante porque “se trata de un autotrasplante y, cuando hay un problema, si no llega sangre o no circula, hay que intervenir de forma urgente, y eso significa disponibilidad, por lo que todos nosotros nos volcamos al cien por cien, muchas veces incluso más”.

Para el especialista del hospital compostelano, lo fundamental es “nuestro compromiso de poder hacer una microcirugía reconstructiva de acuerdo a los estándares más actuales de calidad, y hacerlo lo mejor que podemos y sabemos”.

Pese a que cada paciente es un mundo, lo habitual es que sean intervenciones largas, principalmente las que implican reconstrucciones óseas, que suelen suponer una dificultad añadida con respecto al tratamiento de partes blandas.

Por otra parte, y además del trabajo de quirófano y asistencia clínica, el doctor Megías considera también importante dar a conocer todo ese bagaje, compartiéndolo en jornadas científicas o colaborando en cursos de docencia, sin olvidar que “nosotros debemos seguir formándonos, estar al día de todo lo que está en boga, de todas las novedades que podemos ir incorporando, garantizando siempre la seguridad del paciente”.

Sinergia con el nuevo centro de protonterapia

Con el apoyo del Clínico, afirma “que nada sería más beneficioso para el hospital que la sinergia de un centro de protonterapia con una unidad de cirugía reconstructiva multidisciplinar para pacientes oncológicos, siendo actualmente la única acreditada en cirugía maxilofacial la del hospital 12 de Octubre”.

Añade que “con los recursos adecuados, podríamos tratar patologías cada vez más complejas, volcándonos en la seguridad, personalizando más la intervención al paciente, así como con sistemas de monitorización que incrementen aún más la seguridad del enfermo en la etapa postquirúrgica”.

El servicio de Cirugía Maxilofacial del Clínico compostelano está integrado por siete adjuntos sin residentes, junto a los que el doctor Megías no olvida al personal de Anestesiología y Enfermería porque “no podríamos hacer todo lo que hacemos sin ellos, nos apoyamos muchísimo en ellos y, si hacemos las cosas mejor, es porque remamos en la misma dirección”.