Solo tres de los siete Caminos de Santiago están delimitados con la máxima protección

Al principio solo había unas flechas de pintura amarilla, la más barata que encontró el padre Elías Valiña. Pero en la actualidad, la Xunta tiene reconocidos oficialmente siete Caminos de Santiago por tierra y una ruta jacobea de navegación, la del Mar de Arousa y del Río Ulla. De ellos, sólo tres han completado la delimitación oficial.

Aunque los trazados de todos están ya claros, la administración gallega aún no ha terminado los trabajos para establecer franjas de protección amplias, que se extiendan más allá de unos metros al pie de la Ruta.

La Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago urge la delimitación oficial. Su presidente, Manuel López, considera que es “clave” porque establece una distancia en la que no se puede edificar, instalar industrias e incluso determina en ciertos puntos de qué color se pueden pintar las casas. La delimitación, añade Antón Pombo, autor de numerosas guías sobre el Camino y miembro de la comisión de Patrimonio de la Xunta que se ocupa de determinar qué puede hacerse y qué no en el Camino, “protege un territorio más amplio, que no siempre tiene que ser la misma distancia”. Por ejemplo, una parroquia entera que se sitúa al pie de la Ruta Jacobea.

Según explica la Consellería de Cultura, actualmente el Camino Francés, el Inglés y el Camino Norte, también conocido como Primitivo o de Oviedo , cuentan con la delimitación oficial. Los trabajos están también terminados, pero sólo en el término municipal de Santiago, para los Caminos de Fisterra, Portugués y Via de la Plata. Pero en el resto de los municipios no se han acometido. En el Camino de Invierno están pendientes a lo largo de todo su trayecto, incluido el que transcurre por Compostela.

La Xunta resalta que los trazados de todas estas rutas están totalmente claros. “Desde la aprobación del plan básico autonómico del año 2018”, explica, “los caminos reconocidos oficialmente y que no cuentan con una delimitación oficial figuran en el visor de patrimonio cultural de este documento de ordenación urbanística de la Comunidad Autónoma de Galicia”. El presidente de la Asociación Gallega de Amigos del Camino recuerda que en los primeros años había “bares que cambiaban las fechas de sitio para que los peregrinos pasasen por delante de sus establecimientos”. Antón Pombo asegura que estas prácticas están actualmente desaparecidas. “Hoy en día los propios ciudadanos denuncian ese tipo de cosas y la Xunta pone multas”, indica.

“Que los caminos no estén delimitados oficialmente no significa que los reconocidos oficialmente carezcan de un régimen de protección”, defiende la consellería. Pero tanto Manuel López como Antón Pombo subrayan que la delimitación ayuda mucho a cuidar el entorno del Camino y dota de un marco jurídico claro cuando se quieren instalar industrias o actividades con un claro impacto en la Ruta. Pombo pone como ejemplo la instalación de parques eólicos o las explotaciones mineras. “El parque de O Iribio fue frenado por la justicia por una cuestión medioambiental, pero también tenía impacto sobre el Camino. En el caso de la Mina de Touro sí que Patrimonio se mostró en contra”, recuerda el también miembro de la fraternidad internacional del Camino de Santiago.

López asegura que tanto la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino, como la gallega, llevan tiempo reclamándole a la Xunta que establezca claramente zonas amplias de protección. Afirma que en la próxima reunión que mantengan con los responsables de la administración autonómica insistirán en las delimitaciones pendientes. “En el Camino Portugués, por ejemplo, llevamos seis u ocho años ya con el tema”, asevera. Pombo añade que también son numerosos los ayuntamientos por los que transcurren las distintas rutas oficiales a Santiago los que demandan a la administración gallega que complete los trabajos, dado que contar con una normativa clara les ayudaría a la gestión en su término municipal.

Desde Cultura no se aclara cuándo podrán estar terminados los trabajos. La delimitación no es sencilla. Pero desde el año 2014 en el que se completó la de Camino Primitivo y la del Camino Inglés no se ha aprobado la de ninguna otra ruta. La consellería que dirige Román Rodríguez explica que se trata de “un proceso ampliamente especializado, que necesita de un completo y complejo trabajo de campo y de una honda y exhaustiva investigación documental”. Recuerda que hay que contar con un extenso equipo interdisciplinar (expertos en historia, geografía, arquitectura, ingeniería de caminos, sociología, historia del arte, gestión cultural y en peregrinaciones) para poder acometerla. Manuel López reconoce que “es un trabajo de años, bastante completo”, pero denuncia que “está paralizado” por parte de la Xunta. “No entendemos que tarden tanto”, recrimina.