CardioCHUS centra varios de sus 33 ensayos activos en evitar la cardiotoxicidad por cáncer

El equipo santiagués es referente a nivel mundial en investigación cardiológica y ha sido reconocido por segundo año consecutivo en el puesto número 1 de entre los 40 grupos de cardiovascular más relevantes en toda España

José Ramón González Juanatey, jefe de Cardiología del Clínico y líder del grupo CardioCHUS

José Ramón González Juanatey, jefe de Cardiología del Clínico y líder del grupo CardioCHUS / Antonio Hernández

Averiguar por qué algunas personas sometidas a tratamientos contra el cáncer desarrollan una cardiotoxicidad y otras en cambio no lo hacen, e intentar a partir de ahí prevenir ese efecto secundario de algunos fármacos oncológicos es una de las grandes líneas de investigación innovadoras en las que está inmerso el grupo CardioCHUS del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago, que lidera José Ramón González Juanatey.

Un área muy destacada dentro de este equipo, que mantiene en la actualidad 33 ensayos clínicos activos, algunos de los cuales ponen el foco en la rehabilitación cardiológica o en las consecuencias derivadas del covid, y que forman parte de un amplio abanico de líneas investigadoras en las que están trabajando, como pueden ser también el abordaje del infarto de miocardio o las arritmias, afección ésta última sobre la que “hemos puesto en marcha dentro del propio hospital un ensayo para la detección de una arritmia muy prevalente como es la fibrilación auricular y que va muy asociada al ictus”, según explica en una conversación con este periódico el también jefe del servicio de Cardiología del Clínico compostelano.

De reconocido prestigio a nivel internacional, como lo demuestran los múltiples grandes proyectos de los que forman parte, los integrantes del grupo CardioCHUS son también reclamados para participar en los comités científicos y de dirección que diseñan los futuros ámbitos de investigación cardiovascular, y han estado presentes a lo largo de los últimos quince años en algunos de los ensayos que han impulsado una gran transformación en cardiología.

Buena prueba de este gran nivel es el reconocimiento, por segundo año consecutivo, como el mejor grupo del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de las Enfermedades Cardiovasculares de España, en el que se encuentran integrados los cuarenta de mayor relevancia que existen a nivel estatal.

De esos 33 ensayos clínicos que mantiene activos CardioCHUS en todas las áreas de investigación de la especialidad, desde en fases tempranas a avanzadas, su responsable menciona las relacionadas con la identificación de nuevos dispositivos, incluyendo válvulas artificiales que se implantan sin necesidad de cirugía o sistemas de regeneración del miocardio, así como dolencias como los infartos y las cardiopatías isquémicas, si bien resalta que uno de los grandes proyectos que se está llevando a cabo en un consorcio europeo “es en rehabilitación cardíaca, un área fantástica”, y a ello se suma el que “gracias a la reciente incorporación al servicio de un scanner y un equipo de resonancia, hemos podido entrar en grandes ensayos clínicos muy nuevos que requerían de esta tecnología, lo que nos ha permitido entrar en un nuevo horizonte de grandes proyectos en los que la imagen juega un relevante papel”.

Insiste en la importancia de las líneas centradas en la prevención de la toxicidad cardíaca derivada de los tratamientos oncológicos, algunos con fármacos que intentan evitar esos efectos secundarios.

Pone como ejemplo los tumores mamarios, “donde vemos que algunas mujeres se curan del cáncer de mama, pero luego desarrollan un problema cardíaco, y no sabemos muy bien por qué”, lo que les ha llevado a identificar “a las que tienen mayor riesgo para impedir ese daño, y lo hacemos también contando con la participación de genética porque probablemente existe una susceptibilidad genética que interviene en el hecho de que de cada cien mujeres, a lo mejor dos desarrollen una dolencia cardíaca a largo plazo”.

En relación con el covid, mantienen dos ensayos centrados en la prevención de afecciones cardíacas derivadas del virus, y han impulsado y participado en varios internacionales relacionados con ello, y es que, como recuerda, “las consecuencias del covid son sobre todo a nivel respiratorio, pero también cardiológico, produciendo trombos, ictus y miocarditis” en el afectado.

Si para algo ha servido la pandemia, cree que ha sido como ejemplo de que “la investigación ha sido capaz de resolver una patología que puso al mundo patas arriba, lo que demuestra que la medicina progresa promoviendo la investigación”.

El compromiso investigador tiene además otra vertiente muy positiva y es que, tal y como señala, “estar presente en muchos ensayos clínicos representa una gran cantidad de recursos económicos para el hospital, en este caso para la renovación de material o la contratación de personal en el Servicio de Cardiología”, y añade que también contribuyen a reducir los gastos hospitalarios, puesto que “el coste de todos los pacientes que participan ya no es soportado por el sistema público de salud gallego, sino que es financiado por el propio ensayo clínico”.

Para que toda esta maquinaria científica pueda ponerse en marcha, el grupo CardioCHUS cuenta con un equipo plenamente implicado, del que forman parte enfermeras, farmacéuticos, biólogos y los propios cardiólogos, así como personal encargado de la gestión de los ensayos clínicos.

Un amplio equipo en el que juegan un papel fundamental las enfermeras ya que, como señala Juanatey, “la enfermería en cardiología tiene un papel fundamental, a nivel asistencial porque es el personal que tiene mayor seguimiento directo con los pacientes, tanto en consulta como con hospitalizados o críticos”.

Enfermería muy especializada

Afirma que “es una enfermería muy especializada, cardiología no sería lo que es sin un personal de enfermería de alta calidad porque los cardiólogos somos imprescindibles para el diagnóstico y tratamiento, pero la enfermería es tanto o más para un servicio de calidad, y es importante por su nivel de implicación en los ensayos clínicos”.

Catedrático de Cardiología en la Universidade de Santiago, José Ramón González Juanatey asegura que “en hospitales universitarios como el nuestro, tenemos la obligación casi moral de generar conocimiento para ayudar a otros a diagnosticar y tratar mejor a sus pacientes, no podemos esperar a que otros investiguen”.

Subraya que “para nosotros la investigación es un área absolutamente prioritaria dentro de un servicio de un hospital universitario que tiene además otras dos partes fundamentales, que son la docencia, formar nuevos cardiólogos, alumnos de enfermería y medicina, y la asistencia clínica, puesto que hay que diagnosticar y tratar a los pacientes”.

Una labor clínica por la que Cardiología del CHUS ha sido reconocida en varias ocasiones con los premios BIC al mejor servicio por calidad asistencial a sus enfermos.