El cambio climático acentúa y prolonga el período de sintomatología en los alérgicos

Reunidos hasta el sábado en un encuentro en Santiago en el que se han batido todos los récords de participación, un total de 1.616 alergólogos de toda España analizarán durante estos días los principales retos de su profesión, así como los temas que tienen que ver con el ejercicio de la misma. Entre ellos, los efectos del cambio climático que ya están observando en sus pacientes, y que se traducen en un mayor período de tiempo y con una sintomatología característica de la alergia al polen de las gramíneas más acentuada. 

Así lo puso de manifiesto ayer el presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, Ignacio Dávila, quien en la rueda de prensa de presentación del XXXIV Congreso Nacional de la entidad aseguró que “la influencia del cambio climático y la contaminación ha provocado una mayor intensidad y duración de la polinización, lo que se traduce en un incremento de la sensibilización y polisensibilización”, y recalcó que “ante estaciones más prolongadas, con una polinización más intensa, mayor sensibilización y a distintos alérgenos, si antes el paciente estaba dos meses con sintomatología porque solamente era alérgico al polen de las gramíneas o del olivo, ahora está cinco meses o medio año con los síntomas, con lo cual tenemos una repercusión sobre la sintomatología y la duración de la enfermedad”.

En una presentación en la que también participaron la coordinadora del comité organizador, Carmen Vidal, y los coordinadores del comité científico Alicia Habernau y Manuel Alcántara, el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia, Medio Ambiente y Cambio Climático de la sociedad, Javier Montoro, indicó que estos efectos están en fase de estudio, así como las posibles modificaciones en la estructura de los alérgenos normales a través de los contaminantes, lo que los puede convertir en más agresivos y “actuar sinérgicamente, de forma que esos contaminantes con los alérgenos produzcan una enfermedad que puede llegar a ser más agresiva, aunque estamos en proceso de investigación y necesitamos más tiempo para poder hablar con una mayor concreción”.

Por lo que se refiere a Galicia, de momento lo que está más que confirmado es que el 80% de los pacientes con alergia respiratoria presentan sensibilidad a los ácaros del polvo, ya que “la humedad intradomiciliaria que hay en las casas en Galicia es muy alta, y eso hace que los ácaros del polvo se desarrollen a sus anchas”, indicó Carmen Vidal.

En el congreso, que por primera vez se celebra en Santiago y servirá de marco para la celebración del 75 aniversario de esta sociedad, se abordarán también cuestiones como "la transversalidad de una especialidad que tiene mucha relación con otras o la docencia en las universidades", según apuntó, o la alergología de precisión, así como un aumento exponencial de la sensibilización al veneno de himenópteros, siendo la avispa asiática responsable del 70% de anafilaxias por su picadura. Para ello, se han organizado tres sesiones plenarias, varias mesas redondas y talleres, en una programación en la que enfermería tendrá su protagonismo y en la que habrá cuarenta firmas de la industria farmacéutica. Por primera vez habrá un micrófono abierto para que los profesionales “puedan comentar investigaciones o proyectos, e incluso podrían tener financiación” de la sociedad, aseguró.

El Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica fue inaugurado este miércoles en Santiago por la gerente del Sergas , Estrella López, en un acto en el que también participó el vicerrector de Profesorado de la USC, Ernesto González Seoane. Un encuentro en el marco del cual se procedió durante la segunda quincena de septiembre a la plantación de 1.600 árboles -uno por cada participante en la cita de Compostela- en la zona de Carballedo, en Cerdedo Cotobade. Según explicó Javier Montoro, esta actuación forma parte de la iniciativa de la sociedad Impacto ambiental, y con ella se pretende “recuperar una zona deforestada y especialmente afectada por los incendios, mejorando la calidad del aire y contribuyendo a una mejor salud respiratoria”. Impulsada por los alergólogos de España en colaboración con Chiesi España, “es un proyecto a tres bandas, una alianza natural entre una sociedad muy implicada, un laboratorio también muy implicado y una empresa dedicada exclusivamente a este proyecto”, subrayó.