Entrevista | Manuel Collado Investigador del laboratorio de células madre en cáncer y envejecimiento del IDIS

“No se pretende vivir eternamente, sino envejecer con calidad de vida”

Manuel Collado con un miembro del laboratorio que lidera en el IDIS

Manuel Collado con un miembro del laboratorio que lidera en el IDIS / koro martínez

Líder del grupo de Senescencia celular, cáncer y envejecimiento y al frente del Laboratorio de células madre en cáncer y envejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, Manuel Collado se lamenta de que en el campo de la senescencia celular a veces hay demasiada charlatanería, “cuando no se trata de que una persona de 90 años se comporte como un joven, sino de paso a paso ir consiguiendo un envejecimiento saludable y con calidad de vida”.

—Lleva un cuarto de siglo investigando sobre senescencia celular, ¿qué son las células senescentes?

La senescencia celular es la respuesta del organismo para protegernos de todo tipo de agresiones. Básicamente, cuando una célula está sometida a estrés o a una situación peligrosa, se defiende con dos mecanismos básicos. Uno es la apoptosis, suicidarse, quitarse de en medio para evitar que esa célula dañada pueda progresar y formar un grupo de células alteradas. Y la otra respuesta es la senescencia, donde la célula en vez de morirse puede seguir funcionando, sigue viva, pero no pueden volver a dar células hijas.

Dos respuestas diferentes del organismo humano ante un mismo peligro, ¿a qué obedece?

Pensamos que una respuesta es como inmediata, para quitarse de en medio y evitar problemas, y la otra es un poquito más sutil. Lo que hace es impedir que estas células puedan seguir proliferando, pero siguen vivas porque señalizan, le dicen a su entorno, a las células de alrededor, que ha habido o hay un problema y procuran señalizarlo e inducir la reparación y la regeneración de ese tejido dañado. Las senescentes son células que han entrado en este proceso de parada, de impedir que pueda seguir teniendo células hijas.

¿Dónde se encuentran?

En todo tipo de procesos. Desde en el desarrollo embrionario, donde hasta hace poco se desconocía y ahora sabemos que también ahí hay senescencia celular, hasta en tejidos en el adulto, cuando hay cualquier tipo de daño en el tejido se producen estas células para promover la regeneración. En el cáncer, si una célula tiene una alteración en un gen que le condiciona a proliferar muchísimo y a volverse, digamos, un poco loca, la senescencia celular es un mecanismo que le impide seguir progresando y busca señalizarla para que sea eliminada. Es algo que sucede constantemente en todos nosotros, un proceso silencioso sobre el que sabemos las consecuencias de no tenerlos. La parte negativa es que todavía no conocemos muy bien por qué según vamos envejeciendo en nuestros tejidos se acumulan estas células que no proliferan y que señalizan de una forma aberrante, produciendo por ejemplo una inflamación crónica, alterando los tejidos en los que están. Es algo relacionado con la aparición de enfermedades vinculadas al envejecimiento.

¿Qué papel juegan en ese proceso de envejecimiento?

Desde hace tiempo se piensa que estas células están relacionadas de una manera causal con ese proceso, pero no teníamos la evidencia completa hasta que conseguimos que en animales se eliminara y no se acumulara, observando que entonces viven más tiempo y en mejores condiciones, envejecen menos. Por tanto, sí parece que hay una relación clara entre acumular estas células de manera aberrante y los procesos de envejecimiento, sobre todo de enfermedades asociadas al envejecimiento, muy dispares y diversas, pero todas con cierta base común en cuanto a las células senescentes.

Eliminarlas sería positivo frente a patologías asociadas al envejecimiento, pero su presencia parece tener un factor de protección frente al desarrollo de un cáncer...

Por eso he hecho esa distinción, no impedimos que se produzcan, sino que ayudamos a eliminarlas; es decir, que sigan funcionando correctamente para protegernos del cáncer, pero evitando esa parte negativa de que al acumularse no puedan ser eliminadas correctamente. Todo esto ha llevado en los últimos años a una vía de investigación muy activa, la búsqueda de unos compuestos denominados senolíticos.

¿Qué función tendrían esos compuestos senolíticos?

Se trabaja en el desarrollo de unos fármacos que potencialmente permitan matar esas células, es algo que se ha propuesto inicialmente como una terapia antienvejecimiento, y ha llevado a la creación de muchas empresas, con una inversión millonaria, a trabajar en el campo del antienvejecimiento.

¿A la búsqueda del elixir de la eterna juventud?

Es un ámbito que a veces está lleno de charlatanería y de pronunciamientos fantásticos sobre que vamos a vivir mil años, y eso hace mucho daño a la investigación biomédica. Se nos pregunta si trabajamos en esto porque queremos vivir toda la vida, pero no se trata de eso,

no se trata de que una persona de 90 años se comporte como un joven, sino de paso a paso ir consiguiendo un envejecimiento saludable y con calidad de vida.

El envejecimiento es una condición que aumenta el riesgo de padecer todo tipo de enfermedades, incluso en una pandemia como la del covid se vio que afectaba más y de forma más grave a los más mayores. Repercute en una peor calidad de vida y si podemos entender mejor que hay algo común a todos esos procesos que nos debilitan y, a partir de ahí, encontrar algún tipo de tratamiento para tener en el envejecimiento una mejor salud, es una aspiración lógica.

¿En eso trabaja el laboratorio que lidera, en senolíticos para un envejecimiento con calidad de vida?

Sí, pero también con la idea de que puedan complementar la terapia actual contra el cáncer, que muchas veces deja células dañadas que en vez de morirse quedan en estado latente y no es bueno, con lo que habría que eliminarlas, tanto porque favorecen el envejecimiento como porque pueden fomentar un nuevo crecimiento tumoral. Nos acaban de conceder un proyecto para intentar llevar a la práctica clínica, para hacer un mini ensayo intentando demostrar que complementar la terapia actual en pacientes con cáncer de mama con estos compuestos puede aumentar la eficacia y reducir la toxicidad. Y estamos también investigando con otros compuestos senolíticos, y lo primero que queremos hacer en este caso es patentarlos.

Fundador de la Red Iberoamericana de Senescencia Celular, ¿qué pretende con esta iniciativa?

Hace ya unos años que creamos la asociación internacional, que organizó su segundo congreso en Santiago en 2015, y desde entonces se ha celebrado en muchos sitios. Pensamos que era bueno llevar la cita de noviembre del próximo año a Santiago de Chile, y entonces retomamos la idea que ya habíamos tenido de crear una red iberoamericana en la que pueda haber laboratorios con mucho poder económico, pero también más modestos, de forma que se vayan relacionando ante la celebración de esta reunión.

Uniendo sinergias a ambos lados del Atlántico.

Sí, estableciendo contactos a partir de los que surjan colaboraciones, y es algo que vamos a propiciar ya con una reunión el 30 de noviembre. Es una iniciativa como la del próximo lunes, en la que se va a constituir oficialmente la Sociedad Española de Senescencia Celular con quince grupos e impulsada desde Santiago, pero que estará abierta a todo el que se quiera incorporar.