San Martín Pinario sabe a dulce

La Hospedería ofrece desde hoy mismo más de 200 postres navideños elaborados en obradores de monasterios y conventos

Repiten los panettones de las clarisas de Astres que el año pasado se agotaron hasta tres veces y un turrón de torrezno con mucha aceptación

Hay artículos sin azúcar y sin gluten

Aspecto del mercado de dulces de convento y monasterio en la Hospedería de San Martín Pinario

Aspecto del mercado de dulces de convento y monasterio en la Hospedería de San Martín Pinario / C.G

La Hospedería de San Martín Pinario recupera, como cada año por estas fechas, su sabor a dulce gracias al mercado que ofrece una atractiva propuesta con más de 200 especialidades de postres navideños elaborados en más de una veintena de monasterios y conventos españoles.

Con paciencia y buenos productos, los obradores religiosos tienen un reconocido prestigio en el mundo de una repostería que ahora acerca a Santiago todo tipo de turrones, mazapanes, yemas, chocolates, mermeladas, polvorones, roscos y panetones... y entre los que se incluye un rincón sin azúcar y sin gluten.

Una de las grandes novedades en esta edición es el turrón a la piedra que elaboran las monjas del monasterio sevillano de Santa Paula.

Este año la propia hospedería ofrece con su sello una gran variedad de chocolates que abarca desde los que son con leche –los hay con canela, con fresa, con piña y con arándanos–, al negro con vino tinto, con mango y con cayena, y el blanco que se completa con arroz con leche. Pero si algo llamó la atención en la anterior edición fue el chocolate con torrezno de Soria. Y aún más, su turrón con torrezno y frambuesa, o con pistacho o con almendra. En esta ocasión, ante el éxito del año pasado, incluso se amplía la oferta de este tipo de productos con un polvorrezno que promete hacer las delicias de los paladares que disfrutan con los postres navideños.

Las Jerónimas Constantinas de Sevilla aportan a este mercado de San Martín Pinario una gran variedad de turrones: de yema tostada, de mazapán a la naranja, de chocolate negro y almendras, de chocolate negro con naranja y almendras, de chocolate con leche y nueces, de trufa negra al cointreau, de chocolate con leche al whisky, blanco con almendras y el turrón músico, a los que suma la torta imperial, pan de Cádiz, roscos de almendras y vino, figuritas de mazapán, alfajores, bolas de coco y hasta aceite de oliva, y vinagres de ajo, de menta y picante de guindillas.

Una de las novedades son los higos en almíbar de las Jerónimas de Santa Paula, de Sevilla, que ofrecen también higos confitados.

Se podrán encontrar en este mercado navideño las garrapiñadas del Monasterio de la Asunción de Alba de Tormes y las tejas y palitos de almendra de las Clarisas de Nuestra Señora del Espino, en Vivar del Cid.

EL MEJOR DULCE DE CONVENTO DE SEVILLA

Después de la grandísima aceptación del pasado año, las Agustinas de San Leandro repiten con unas yemas exquisitas que son posiblemente el dulce más famoso de los conventos de Sevilla. Magdalenas, mantecadas, paciencias, rosquillas y bollos de almendra llegan de la mano de las Dominicas de Nuestra Señora de la Piedad, de Palencia, mientras que las monjas cistercienses de Santa María de la Caridad de Tulebras (Navarra) llegan con su aceite de oliva y la miel con jalea real, al tiempo que sus vecinos cistercienses de la Oliva de Carcastillo ofrecen vino dulce de misa y aceite de oliva.

La amplia variedad de mermeladas llega de la mano de Santa María de la Huerta (Soria), que las hace de fresa, naranja, frambuesa, mora, melocotón, albaricoque, kiwi, pera, cereza, manzana, limón o tomate, a los que suma otros sabores muy especiales.

San Pedro de Cardeña acerca a la capital compostelana su cerveza trapense elaborada según una antigua receta.

Las Adoratrices de Berga (Barcelona) están presentes con sus almendras reales, almendras al cacao, almendras cubiertas de chocolate negro, peladillas, angelitos de chocolate negro y blanco, palitos de naranja, sus higos con coñac, además de un atractivo estuche con cuatro frascos de miel de castaña, eucalipto, romero y naranja y unos riquísimos caramelos de toffe. Cuenta además con una oferta de dulces sin azúcar como sus turrones de chocolate con nueces, almendras o avellanas.

De Nuestra Señora de Vico se pueden encontrar aleluyas sin azúcar, erizos de chocolate, nogalitos y las alegrías de santa Hildegarda elaboradas según la receta del siglo XII con un combinado de especias que elevan el ánimo de quien las come. También están presentes las Clarisas Descalzas de Marchena (Sevilla) con tejas, cocadas, roscos de huevo, corazones de almendra, yemas, mazapán de pez, anguilas de mazapán, frutas de almendra, mantecados, polvorones, panellets, pestiños, empanadillas de cabello de ángel y cajas de dulces surtidos.

Se suman a esta gran oferta las dominicas de Santa María la Real de Bormujos (Sevilla), que traen al mercado de la hospedería santiaguesa directamente desde sus obradores amarguillos, nevados y mazapán especial.

SABORES Y SABERES CON ACENTO GALLEGO

Por parte gallega acuden a este mercado las benedictinas de San Vicente de Trasmañó (Redondela) con unas deliciosas pastas de nata y sus bolas, que son como unas galletas con un toque de limón. El monasterio de Oseira no podía faltar con su licor de hierbas, licor café, licor de cacao o su famosísimo eucaliptine tanto de eucalipto como de plantas medicinales. Y con sus especialidades en cosmética los cistercienses de Armenteira aportan jabones, aceite de camelia, aceite rosa mosqueta o bálsamo labial.

Y uno de los grandes éxitos de los últimos mercados de San Martín Pinario regresa de la mano de las Clarisas de San José Vilar de Astres (Ourense), con un panettone que tiene tanto éxito que en la última edición llegó a agotarse hasta en tres ocasiones. No es su única especialidad, ya que también hacen las delicias de cualquier paladar con la receta de sus galletas de nata, que tiene cientos de años y un toque secreto. Además, entre sus especialidades están las diamanitas, los amoriños y los bastoncitos de San José. Y este año incorporan las benitiñas, unas pastas que en su interior guardan como sorpresa trozos de chocolate.

Este mercado de Dulces de Monasterio cuenta además con una gran variedad de mieles de lavanda, mil flores, tomillo, azahar, castaño, roble, encina, brezo o romero y un surtido espectacular de caramelos artesanos con azúcar y sin él.

La despensa de San Martín Pinario se complementa con 25 especias y 17 infusiones inspiradas en la antigua huerta de la botica del monasterio.

Y no faltan los adornos navideños, tanto para el árbol como para decoración con unos bonitos soldaditos de El Cascanueces, y, por supuesto, un abanico amplio de espectaculares belenes que además son muy vistosos, las figuras para el nacimiento y hasta artículos ideales para regalo entre los que destaca algún artículo de bisutería y unos bonitos rosarios que en la actualidad se utilizan a modo de collar y con precios para todos los bolsillos.