Juicio al portero de Blaster que rompió la nariz a un cliente que acabó atropellado al caer a la calzada

Los hechos ocurrieron en agosto de 2019 cuando el encargado del control de acceso de este local de ocio nocturno tuvo un incidente con la víctima

Le propinó un puñetazo en la cara, provocando que la víctima perdiese el equilibrio y cayese a la carretera cuando un vehículo pasaba en ese momento por el lugar

Discoteca Blaster en Santiago

Discoteca Blaster en Santiago / ECG

Este próximo día 15 de febrero, la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña celebrará en los juzgados de Santiago la vista contra un portero de la Discoteca Blaster, situada en la calle República Argentina del Ensanche compostelano, por agredir de manera brutal a un cliente en el año 2019.

Los hechos, por los que la Fiscalía pide imponer al acusado una pena de cuatro años de prisión y el abono de 7.800 euros en concepto de indemnización, ocurrieron el 31 de agosto del citado año. Eran las 06:00 horas cuando el encargado del control de acceso de este local de ocio nocturno tuvo un incidente con la víctima, a la que sacó de forma violenta del establecimiento. Fue entonces, una vez fuera del local, cuando con ánimo de menoscabar la integridad física del cliente lo empujó y le propinó un puñetazo en la cara, provocando que la víctima perdiese el equilibrio y cayese en la calzada, irrumpiendo en la misma de forma precipitada y siendo atropellado por un vehículo que en ese momento pasaba por el lugar.

A consecuencia de los hechos descritos, el agredido sufrió lesiones consistentes en multitud de erosiones en la piel a causa de la caída y el atropello, la rotura y pérdida de diversas piezas dentales, la fractura y desgarro de la pirámide nasal y diversas heridas que necesitaron ser suturadas. Por todo ello, la víctima invirtió en su recuperación 48 días, de los cuales 10 estuvo impedido para desarrollar su ocupación habitual, siendo uno de ellos de ingreso hospitalario. Además, dichas lesiones le han dejado secuelas consistentes en perjuicio estético ligero por una cicatriz en el segundo dedo de la mano y cresta ilíaca izquierda.