Asesinato en Santiago: un vídeo y la autopsia serán claves para aclarar el grado de violencia en la muerte de Gregory Furcal

Las acusaciones hablan de un asesinato "salvaje e indeseable" en el que la víctima no se pudo defender

La defensa alega que atacó con la navaja solo uno de los hermanos Delgado Olguín y que su intención no era acabar con el joven

Imagen del juicio por la muerte de Gregory Furcal

Imagen del juicio por la muerte de Gregory Furcal / ECG

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, acogió este lunes la primera sesión del juicio contra los hermanos Víctor y Michael Delgado Olguín, acusados del asesinato de Gregory Furcal, a quien apuñalaron en la calle Santiago de Chile de la capital gallega la madrugada del 2 de enero de 2023. La vista comenzó con la constitución del jurado popular, un proceso que se demoró en torno a dos horas y que dio paso a los alegatos previos formulados por las partes.

En su relato, la representante del Ministerio Fiscal defendió que el día de los hechos Gregory Furcal, de 31 años, vecino de Santiago y nacionalidad dominicana, fue atacado por los hermanos Delgado Olguín, de origen colombiano, en la salida del pub La Grandota. La fiscal argumentó que durante la agresión “no hubo capacidad de defensa por parte de la víctima”, al tiempo que hizo hincapié en la “agresividad” de los acusados durante el ataque. “Daban puñaladas a diestro y siniestro que podían pillar a cualquiera que pasara por allí”, apuntó.

“No nos encontramos ante una simple pelea de discoteca, ya que en este caso no se da una situación de igualdad, sino que se trató de un ataque despiadado de dos contra uno”, manifestó la fiscal, antes de remarcar que el ánimo de los hermanos Delgado Olguín “era causar el fallecimiento de la víctima”. Con esto, la representante del Ministerio Público hizo alusión a la existencia de un vídeo que se utilizará como prueba en el juicio en el que se recoge buena parte de lo sucedido. “Les advierto de que las imágenes son duras”, dijo la fiscal a los miembros del jurado, al tiempo que sostuvo que las imágenes arrojan claridad sobre lo que realmente ocurrió la madrugada del 2 de enero de 2023 a las puertas del pub La Grandota y que se saldó con la muerte de Furcal en el hospital dos días después, el 4 de enero, como consecuencia por las graves heridas de arma blanca que había sufrido.

La Fiscalía acusa a los hermanos Delgado Olguín de un presunto delito de asesinato y pide para cada uno de ellos una pena de 25 años de prisión, a los que se suman otros 5 años por las lesiones que sufrió Víctor Manuel Roa, amigo de Gregory Furcal que se metió en la pelea para tratar de salvar a la víctima y que sufrió heridas de arma blanca en un brazo.

La acusación particular, que ejerce el abogado compostelano Alberto Torreiro, indicó en su alegato previo ante el jurado que “estamos ante un asesinato salvaje, de lo más indeseable que se puede cometer contra los humanos”. Señaló que el día de la agresión los dos acusados “estaban esperando a Gregory en la puerta del local”; y apuntó que en cuanto le vieron “Michael ya se abalanza sobre él y le asesta entre siete y ocho puñaladas por todo el cuerpo”. El letrado también destacó que cuando los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado entraron en la casa de los hermanos Delgado Olguín tras los hechos, situada en la calle República Arxentina, se encontraron “las armas impregnadas en la sangre de Gregory y también sangre propia”; y a la vez subrayó que la autopsia “dice claramente que se han constatado señales de lucha, no así de defensa, y ahí nace el asesinato”.

Lo tenía agarrado Michael y al mismo tiempo su hermano lo remató. O sea, no se evidencian señales de defensa”, manifestó el abogado de la acusación. Con esto, remarcó que “hay informes del médico forense que dicen literalmente que no se observan los clínicos atribuibles a hábitos de consumo de sustancias psicoactivas. No se evidenció ningún tipo de sustancia o de drogas en su cuerpo”, señaló Alberto Torreiro.

“En ningún momento han prestado la más mínima colaboración, no han declarado ante la policía, ni en la instancia judicial; y preguntados para que digan si dan su consentimiento para la recogida de muestras biológicas manifiestan categóricamente que no”, criticó el letrado.

En el alegato inicial también tomó la palabra el abogado de Víctor Manuel Roa, el ciudadano dominicano que trató de ayudar a Gregory Furcal. Explicó que actúa en el procedimiento como acusación particular contra los hermanos Delgado Olguín, por las lesiones que sufrió su cliente; pero al mismo tiempo como defensa, puesto que su mandante está acusado por los hermanos colombianos de un supuesto delito de tentativa de homicidio, por lo que le piden nueve años de prisión. La defensa de los Delgado Olguín acusa a Roa de la herida de arma blanca que Michael sufrió en un costado durante la brutal agresión. En cambio, la Fiscalía y la acusación particular consideran que fue su propio hermano, Víctor, quien le causó este daño.

El letrado de Roa alegó que ni los testigos directos ni en el propio vídeo se puede ver a su cliente con un arma blanca en la mano; y apuntó que su actuación se limitó a “defender a su amigo”. También sostuvo que si los hermanos Delgado Olguín se encontrasen bajo los efectos de alguna sustancia en el momento de los hechos “no podrían haber actuado con tal grado de violencia”.

Por último, habló el abogado que ejerce la defensa. Manuel Ferreiro trató de justificar principalmente tres argumentos: por un lado, aseguró que Michael Delgado no apuñaló a Gregory Furcal y que solo lo hizo su hermano Víctor; en segundo lugar, indicó que este último no tenía intención de matar a la víctima; y por último, incidió en que la víctima no estaba indefensa en el momento de la agresión.

Manuel Ferreiro se dirigió a los miembros del jurado para pedirles que actúen con “decencia y justicia”. Con esto, censuró las versiones que señalan que la víctima recibió “diez o quince puñaladas” de los hermanos Delgado Olguín y aseguró que en el examen que realizaron los forenses solo se señalan “cuatro lesiones externas”, y apuntó a solo tres puñaladas, dos en el costado y otra en la pierna, que seccionó la arteria femoral, ninguna de ellas, dijo, dirigida a zonas vitales. En referencia al vídeo que consta sobre los hechos, explicó que “se ve golpear a la víctima pero no son puñaladas”. Este dato, apuntó el abogado, debe tenerse en cuenta a la hora de visionar el vídeo del ataque, ya que “en él se ve cómo golpean a la víctima” en distintas zonas del cuerpo, asegurando que esos golpes “no son puñaladas”, según los datos de la autopsia. También destacó que “una vez que lo inmovilizan, no hay más puñaladas”. “Si hubiesen querido matarlo, una vez inmovilizado, podrían haberle apuñalado en el cuello, en el pecho o en el abdomen, pero no lo hicieron”, añadió.

La defensa sostiene que uno de los hermanos, el que, según sostiene, acuchilló a la víctima, “debe responder por lo que hizo, que es apuñalar a la víctima, pero no tenía intención de matarla”. “El supuesto ataque hacia zonas vitales no se corresponde con el informe del médico forense”, destacó. Además, Manuel Ferreiro asegura que víctima y agresores “no se conocían de nada” y que no hubo “ninguna caza al dominicano”. “No es una emboscada”, remarcó, tras lo que también tratará de probar que la víctima “no estaba tan indefensa”, dado que contó con la ayuda de al menos Víctor Manuel Roa y sostenía “una botella rota”.