El CHUS interviene con éxito por primera vez miomas uterinos mediante radiofrecuencia

Utiliza una técnica mínimamente invasiva por vía transvaginal que permite a la paciente irse a casa a las pocas horas// Está indicada para mujeres con sangrado menstrual abundante o problemas para quedar embarazadas 

La ginecóloga del CHUS Elena Turrado acaba de poner en marcha en el Clínico el tratamiento de miomas uterinos mediante radiofrecuencia

La ginecóloga del CHUS Elena Turrado acaba de poner en marcha en el Clínico el tratamiento de miomas uterinos mediante radiofrecuencia / Cedida

El Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha conseguido intervenir con éxito mediante el uso de radiofrecuencia a tres pacientes con miomas uterinos que presentaban sintomatología por un problema de salud que se calcula que va a afectar a siete de cada diez mujeres a lo largo de su vida, si bien no en todos los casos se van a presentar con sintomatología.

Con todo previsto para realizar otras tres intervenciones esta misma semana, la ginecóloga encargada de poner en marcha este procedimiento en el hospital compostelano, Elena Turrado, explica en conversación con este periódico que “a diferencia de la cirugía, que es el tratamiento tradicional para los miomas, ésta es una técnica mínimamente invasiva, que no requiere tener que abrir la barriga de la paciente, puesto que se accede al mioma por vía vaginal, y se hace de forma ambulatoria, con lo que apenas unas horas después del tratamiento se puede ir ya a su casa sin tener que quedar hospitalizada”.

En el caso del Clínico santiagués, único centro hospitalario público gallego que acaba de incorporar esta técnica junto al de A Coruña, la intervención se lleva a cabo mediante sedación en la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria

El procedimiento consiste, según señala, en “introducir una aguja por la vagina que emite calor y produce una necrosis coagulativa; es decir, una o varias quemaduras dependiendo del tamaño del mioma, y ese tejido se va reabsorbiendo durante los meses posteriores”.

La radiofrecuencia es una técnica mínimamente invasiva que se realiza por vía transvaginal, produciendo esa necrosis coagulativa en el tejido del mioma, disminuyendo progresivamente su tamaño, y con ello también los síntomas que van asociados a los mismos, entre ellos sangrado menstrual muy abundante, dolor pélvico o dificultades para la reproducción.

Para la realización de la técnica es preciso disponer de electrodos y de guías de acoplamiento para la sonda vaginal de ecografía, además de precisarse de un generador y el ecógrafo portátil de alta definición, imprescindible para poder llevar a cabo esta técnica.

Subraya que con este procedimiento “quitamos completamente la vascularización y logramos que ciertos miomas, los más pequeños, lleguen a desaparecer del todo”, puesto que aclara que “el objetivo no es eliminar el mioma sino los síntomas que éste causa, un sangrado menstrual abundante o problemas de fertilidad, que es lo que intentamos solucionar con este método”, que además “en los estudios llevados a cabo hasta el momento se ha comprobado que es una técnica segura para aquellas mujeres que posteriormente quieren quedarse embarazadas”.

Satisfecha por cómo se han desarrollado las primeras intervenciones, indica que “las pacientes prácticamente no han tenido que tomar analgésicos orales, como mucho ibuprofeno o paracetamol, no ha habido ningún tipo de complicación posterior y dos de ellas que ya han tenido la menstruación me han comentado que ha sido más escasa, uno de los objetivos que buscamos”, incide Elena Turrado.

Si todo sigue su curso, volverán a revisión a los tres meses, a los seis y al año, un plazo de tiempo en el que, como recalca la ginecóloga del Clínico compostelano, “es cuando se demuestra el mayor beneficio de este tratamiento”.

Interrogada sobre si de esta forma existe un mayor riesgo de que puedan aparecer nuevos miomas en el futuro, recuerda que en este caso no necesariamente van a desaparecer los existentes, si bien no implica una mayor predisposición a que haya nuevos en el futuro, y apunta además que “los miomas son una proliferación de células musculares del mismo tejido que forma la pared del útero y que empiezan a crecer de manera descontrolada, un problema que afecta a en torno al 70% de las mujeres sin que se sepan las causas exactas, con multitud de factores implicados, entre ellos los genéticos”. De esas siete de cada diez que se van a ver afectadas por este problema, en torno a la tercera parte padecerá algún tipo de síntomas.

El uso de la radiofrecuencia está indicado para un tipo concreto de miomas que produce síntomas, “pero hay otros que van a tener que ser abordados de forma diferente, con histeroscopia los que están en la cavidad del útero, los que llamamos submucosos; mientras que los subserosos, que crecen hacia fuera, precisan de la cirugía convencional para eliminarlos”.

Formada en este procedimiento en Granada y en los hospitales madrileños Gregorio Marañón y Puerta del Hierro, donde ya habían empezado a poner en práctica esta técnica, Elena Turrado señala que está especialmente pensada para miomas de seis centímetros o menos, ya que “si son más grandes puede que no seamos capaces de verlos completamente en la ecografía vaginal o que quede tanto volumen de tejido que pueda producir fiebre o efectos secundarios durante los días siguientes”. Por eso, insiste en que “lo más seguro es hasta seis centímetros, aunque es verdad que hay compañeros que lo están haciendo ya incluso con los de quince centímetros”.

Recalca que “ésta es una técnica mínimamente invasiva, gracias a la cual la paciente puede recuperar su vida normal muy rápidamente, con la que la necesidad de analgesia es muy poca y el beneficio en cuanto a síntomas es muy importante”.

Asegura que algunas de las mujeres afectada son “aún relativamente jóvenes, a las que les quedan muchos años de menstruación, con lo cual mediante este método vamos a poder mejorar su calidad de vida de forma muy significativa, puesto que hay que tener en cuenta que en algunos casos los sangrados son tan abundantes que apenas si pueden salir de casa y les resultan altamente incapacitantes”.

En base al volumen de población femenina con este tipo de problema que se atienden en el Área Sanitaria de Santiago y Barbanza, la ginecóloga del CHUS calcula que durante el primer año se podrá tratar en torno a tres pacientes por mes mediante esta técnica.