“No podemos dejarnos aplastar: debemos ser apasionados de una esperanza que no decae”

El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto (Ourense, 1968), se desplazará mañana a Vigo para pronunciar el Pregón de la Semana Santa (concatedral-basílica de Santa María, 19.30 horas). De esta manera inaugurará el programa de celebraciones litúrgicas, procesiones y demás actos religiosos con motivo de una de las fiestas más importantes del calendario cristiano. En una entrevista concedida a EL CORREO, el nuevo titular de la Mitra compostelana comparte sus deseos para esta Semana Santa y valora el papel de todas las personas que la hacen posible. 

Es su primera Semana Santa como arzobispo de Santiago, ¿le toca a usted defender lo religioso frente al fenómeno turístico que cada vez se impone más?

Ambas son expresiones de lo que somos. Yo creo que también es importante que la Semana Santa sea un espacio de distracción, de descanso merecido para mucha gente. Dentro de lo que para muchos es una expresión de la fe vivida en esas Semanas Santas que pueblan todo el territorio nacional y de una manera especial nuestra tierra en Galicia, y también aquí nuestra diócesis. Yo creo que ambas pueden ir de la mano siempre de las motivaciones distintas que hay, pero no cabe duda que hay tanta pasión y emoción en el que busca descansar, que es legítimo, como pasión y emoción en el que sale a la calle expresando su fe. 

¿Cómo le gustaría a usted que se viviese esta Semana Santa? 

Bueno, pues desde el punto de vista creyente que se viva precisamente con esa expresión de una pasión que alumbra la Pascua. ¿Qué significa eso? Vamos a vivir los misterios centrales de nuestra fe; por lo tanto, la raíz de lo que somos como cristianos y como creyentes. Hemos de mostrar una vez más al mundo que la palabra última sí concluye la Semana Santa, es la Pascua, es la vida. Yo creo que desde ese horizonte siempre, ¿no? Porque mirar a la cruz es quedarse en ella, es saber que ella alumbra la vida. Yo creo que debemos vivir la Semana Santa desde ese tono de esperanza, sabiendo que, tras la cruz, llega siempre la Pascua. En la vida de esta humanidad ahora tan convulsa, tan polarizada en guerras y en conflictos, es importante que los cristianos pongamos y mostremos la cruz como ese escándalo que a todos nos grita frente a nuestras incoherencias para reclamarnos una vez más la esperanza que viene de la vida del resucitado. 

Mañana será pregonero de la Semana Santa de Vigo, ¿qué mensaje llevará a la ciudad olívica?

Pues mi idea fundamental es sobre todo por una parte animar a la comunidad creyente en la celebración de la Semana Santa en Vigo, pero a todos los vigueses, a los ciudadanos de esa hermosa ciudad acariciada por el mar, a que se acerquen a ella para que también vivan, precisamente, la llamada que nos convoca a la pasión de la Semana Santa. Ser apasionados por la humanidad, ser apasionados por un Dios que dio la vida por cada uno de nosotros para que nosotros nos demos vida; ser apasionados por una esperanza que no decae. No podemos dejarnos aplastar en estos momentos. Quiero transmitir sobre todo que tras esa expresión de la cruz, del dolor, esa expresión del camino que conduce al drama de alguien que muere por cada uno de nosotros, alumbra, que es muy importante, la esperanza en esta humanidad que necesita seguir desclavando a los crucificados para devolverles vida.

¿Qué destacaría usted del papel de las cofradías? 

Pues son una expresión rica, variada y diversa de lo que significa precisamente un pueblo que celebra su fe, que se une para celebrarlo y que lo quiere mostrar y compartir. La Semana Santa sale a la calle, sale a nuestras calles y rúas, sale a nuestras plazas y muestra una vez más esa esperanza del creyente que sabe que al mostrar al crucificado muestra al resucitado. Yo creo que es un pueblo que vive y celebra su fe y la quiere compartir.

En la última asamblea de la Conferencia Episcopal le han elegido presidente de la Subcomisión para el Patrimonio Cultural, me imagino que ahí también se abordarán cuestiones relacionadas con la Semana Santa, sobre todo con el rico patrimonio que custodian tantas hermandades en nuestro país.... 

Esta subcomisión tiene ahora mismo como dos líneas de trabajo, por una parte, estaría todo lo que es el patrimonio en cuanto a la preocupación que tenemos acerca de su conservación, rehabilitación, restauración. Es un patrimonio histórico que tenemos, que hemos recibido y que debemos conservar para entregar a las generaciones futuras. Pero también aborda el patrimonio religioso como cultura que evangeliza o Evangelio que se hace cultura. O sea, no olvidemos que el patrimonio se levanta como expresión de una fe, sean nuestras catedrales, sea el arte religioso en pintura, en arquitectura, en literatura, pero básicamente es un patrimonio que quiere también proclamar y evangelizar una buena noticia a través de una expresión llena también de belleza y que debemos cuidarla.

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