Ocio nocturno en Compostela: un viaje nostálgico a la era dorada de los 80 y 90

 En estas décadas Santiago experimentó una efervescencia en su vida nocturna que marcó a toda una generación

Ocio nocturno en Compostela: un viaje nostálgico a la era dorada de los 80 y 90

Javier Rosende Novo

En los años 80 y 90, Santiago de Compostela experimentó una efervescencia en su vida nocturna que marcó a toda una generación. Si bien tradicionalmente era reconocida por sus ricas raíces históricas y religiosas, la ciudad se convertía en sinónimo de juerga y cultura juvenil durante este período.

El ocio nocturno ofrecía diversas opciones para los diferentes públicos. Pubs, discotecas e incluso bares con música en vivo que hacían que cada rincón de la ciudad estuviese impregnado de una atmósfera vibrante y emocionante. La Praza de Cervantes y sus alrededores era uno de los puntos de encuentro más habituales donde los jóvenes se congregaban para disfrutar de la música, la conversación y la camaradería entre amigos.

La música era fundamental en la escena nocturna compostelana. Las notas distintivas del pop, el rock y las melodías electrónicas resonaban dentro de los establecimientos. Las bandas locales y los nuevos DJs crearon un paisaje sonoro único de esta ciudad resonando en las calles adoquinadas.

Pero no sólo se trata de la bebida y la música, la vida nocturna de Santiago también nutrió esferas alternativas. Los cafés literarios bullían de vibrantes debates sobre ideologías políticas, mientras que los clubes de debate fomentaban la conciencia social en medio de un aire de mentalidad abierta unida a la tolerancia, creando espacios donde otras formas de contracultura también encontraban su hogar.

En resumen, la vida nocturna en Santiago de Compostela durante los años 1980 y 1990 fue un reflejo de la energía y la vitalidad de una generación que buscaba nuevas formas de expresión y conexión en medio de una sociedad global en constante cambio.