Paula C. Frías: “Te acostumbras a mentirte a ti mismo y luego a los demás”

Paula C. Frías con su libro.

Paula C. Frías con su libro. / P.C.F.

Paula sufre actualmente trastorno por atracón. Su pesadilla con la comida empezó cuando tan solo tenía 12 años. “Al volver de Estados Unidos había ganado peso y mi padre decidió ponerme a dieta. El régimen era tan restrictivo que perdí muchos kilos en apenas unas semanas”. Ese fue el detonante que la llevó a dejar de escuchar a su cuerpo y no saber nutrirse. “Para mí la comida era un castigo o un premio”. Esta angustia llegó a tal punto que incluso tuvo un intento de suicidio.

Cuando todo empezó sufría bulimia, luego se marchó a Londres y allí empezó la anorexia. “Vivía con amigos que sabían que tenía problemas con la comida, pero no eran conscientes de la gravedad”. “Allí también tuve episodios de bulimia. Cuando llevaba montones de comida a mi cuarto, intentaba que no me viesen. Te acostumbras a mentirte a ti mismo y luego a los demás”.

La última evolución de su enfermedad es el trastorno por atracón, para ella, el peor. “Es muy duro porque la ansiedad te devora. Es como un pequeño demonio”. Paula es madrileña, pero lleva 4 años viviendo en A Coruña con su madre. Allí fue donde se puso en manos de un psiquiatra y un psicólogo primero, y luego de ABAC. “Encontrar esta asociación ha sido como un oasis. Allí me están enseñando a comer desde cero”.

A pesar de que la pandemia ha sido un estresor que ha agravado muchas enfermedades mentales o que ha despertado otras dormidas; en el caso de Paula le ha ayudado. Fue durante esta época cuando escribió su libro Historias para vivir: Mi viaje hacia la locura. Unas páginas que para ella han sido catárticas y con las que a la vez pretende ayudar a las personas que están pasando por algo similar.

Paula lleva años viviendo este infierno pero tiene muy claro que “se puede salir”. “Lo principal es pedir ayuda, hay que verbalizarlo. No podemos tener miedo”. Eso sí, ella considera que es una afección crónica y que es vital estar atentos para mantenerla a raya.