Beatriz Losada: “El déficit de atención abunda más en niñas y la hiperactividad en los niños”

La psicóloga gallega explica que estas dificultades se quedan para siempre pero es posible controlarlas con una serie de estrategias // Muchos casos son diagnosticados en la vida adulta // En algunos pacientes es necesaria la medicación para facilitar los avances

La psicóloga Beatriz Losada en su despacho. CEDIDA

La psicóloga Beatriz Losada en su despacho. CEDIDA / ALBA PRADA

En la vida adulta se descubren a veces dificultades que tienen su origen en la más tierna infancia. No detectar a tiempo ciertos problemas puede acarrear consecuencias en un futuro que no se habrían dado de abordarlos en su debido momento. Muchos estudios recientes, como el publicado en la revista American Journal of Psychiatry en 2021, confirman que el 90% de los niños diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no superan esta afección en la adultez. Y así lo corrobora Beatriz Losada, psicóloga especialista en neuropsicología que ejerce en Pontevedra. “El TDAH se queda para siempre, pero aprendes a controlarlo mediante una serie de estrategias”, explica la especialista, que trabaja con niños y adolescentes.

Estas dificultades, recalca la psicóloga, tienen un alto índice de comorbilidad. Y es que es complicado poner una etiqueta a un paciente: “Lo normal en los niños y niñas con hiperatividad es que también presenten déficit de atención. No obstante, cuando sufren este último pueden no ser hiperactivos (es decir, sufren TDA)”, señala. De todas formas, indica, lo primero que se trata es “lo que más incapacita a la persona en el día a día”.

La detección

Tal y como destaca la psicóloga, la detección de dichas dificultades siempre se produce en los colegios. “En los centros es donde salta la primera alarma. Y especialmente en el caso de déficit de atención, puesto que la hiperactividad es mucho más evidente”, señala. Son las escuelas las que se encargan de trasladar las sospechas a los padres y ellos quienes toman la decisión de consultar a un profesional. “Cuando los pacientes tienen menos de 6 años no se hace un estudio neuropsicológico. En este caso se realiza una observación, se valora y se habla con el colegio. De hecho cuando llegan a la clínica normalmente es porque ya hay un informe del centro. Y si es necesario se deriva a psiquiatría infantil”. Según indica Beatriz, el TDA (déficit de atención) abunda más en las niñas y la hiperactividad en los niños. “El primero se detecta menos, a veces se piensa que son simplemente vagos, y es porque no hacen tanto ruido como un niño hiperactivo”, considera.

Respecto a las principales señales para descubrir a un pequeño con hiperactividad, la experta indica que son muy movidos, y que hablan cuando no se les pregunta porque son demasiado impacientes e impulsivos. “El otro día un niño me pedía que le ayudase a estar callado mientras habla la profesora porque es incapaz”, cuenta Losada.

En los casos más extremos es necesaria la medicación. “Un psiquiatra o neuropediatra es el experto encargado de recetarla. Es algo a lo que la mayoría de padres tiene miedo, pero a veces es fundamental medicar. Con ello se consiguen con más rapidez ciertos avances que con terapia conductual serían mucho más lentos”, dice la experta.

“Estos niños tienen como un motor que no cesa, duermen mal, se despiertan de mal humor... y es necesario pararlo”. El tiempo que necesitan medicarse dependerá de cada caso. “Tengo un niño de 6 años que se altera por todo y tuvimos que darle medicación. A veces es fundamental porque no se pueden controlar y lo pasan mal, ya que los compañeros los apartan, no quieren jugar con ellos”.

Muchas personas son diagnosticadas de TDAH de adultos. “A veces lo descubrimos cuando estamos tratando a sus hijos. Estos trastornos tienen un componente genético muy elevado y al preguntar descubrimos que los padres tenían conductas similares en la infancia. También otras veces llegan a la clínica adultos con depresión y al final son diagnosticados de TDAH”, señala. Descubrir dichos trastornos en la madurez implica, señala Beatriz, que muchos se traten con medicación.

En los últimos cinco años ha habido un incremento de diagnósticos en su clínica de Pontevedra, Ebam. “Se está diciendo que hay un sobrediagnóstico, pero nada más lejos de la realidad”. Al respecto declaraban desde el Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, todo un referente en este campo, que hay muchos adultos en los que no se ha detectado TDAH y alertaban de la predisposición al consumo de algunas drogas.

Tratamiento

Beatriz explica que cuando tienen la valoración del psiquiatra o neuropediatra, hacen un trabaho de intervención. “Trabajamos mucho con tecnología, con programas específicos para tratar el TDAH. Es algo que les incentiva porque les gusta”. Otro punto importante del tratamiento es hablar con los colegios para que les trasladen los problemas que tienen y ver lo que deben trabajar (otras veces son ellos los que les dicen a los profesores las normas a seguir tras diagnosticar a un niño). “Es importante también la intervención familiar, que debe seguir una serie de pautas, y también hacemos terapia grupal”. Y es que lo vital es siempre estar atentos a las señales para una detección precoz. No hacerlo implica alargar la agonía de los pequeños y pequeñas y arriesgarse a unas consecuencias en la madurez que se podrían haber apaciguado de haber actuado a tiempo.

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