Entrevista

Natos y Waor, de la casa okupa a cantar en grandes escenarios: "El sufrimiento crea el arte y las ganas de protestar"

El existosísimo dúo del rap en español, una pareja formada en Madrid por los treintañeros Gonzalo Cidre y Fernando Hisado, lleva más de una década sometiendo listas de 'streaming' y conquistando escenarios cada vez más grandes desde la absoluta independencia

Waor y Natos.

Waor y Natos.

Ignasi Fortuny

¿A qué responde el cambio de sonido de su último álbum, ‘Luna llena’?

Natos: En cada nuevo trabajo hemos intentado explorar un poco nuevos sonidos y ver dónde estaba el límite. Al final lo que nos gusta es hacer música y, por mucho que seamos raperos, mola experimentar un poquito, sino te aburres de estar haciendo siempre lo mismo. 

Han basado su carrera en hacer canciones que son crónicas de juventud. ¿Les da su vida actual para seguir sacando punta a eso?

Waor: Sí, porque seguimos llevando una vida bastante intensa, al menos a ratos. Sentir emociones fuertes cada poco inspira. Aun es suficientemente interesante nuestra vida como para contarla y que sea entretenida.

¿El rap tiene edad, fecha de caducidad?

Waor: Todavía no hay raperos que se hayan jubilado, por decirlo de alguna manera. Los hay que el público ha decidido jubilar. No hay ningún rapero de 60 años que siga viviendo de la música, pero porque el rap no tiene tantos años en España. Creo que no tiene edad ni fecha de caducidad. Al menos en nuestro caso, aunque seguimos haciendo canciones de rap estricto, en ocasiones sería aburridísimo hacer solo una cosa siempre. Nos gusta probar, divertirnos y volver a los orígenes con ganas.

Natos: Creo que hay que ser consecuente y que la música que hagas vaya acorde con tu vida y con tu edad. Ver a un tío de 50 años con familia y demás hablando de ‘flow’ y cosas así es un poco ridículo. Como el señor Burns con el skate.

En su música parece que el 'corazón' esté ganando terreno a su habitual chulería.

Natos: Sí, puede ser que ahora estemos sacando más el lado de las emociones. Cuando eres más joven tienes más la necesidad de demostrar que eres el mejor y el más chulo, y quizá ahora se ha abierto paso más el otro lado. Pero creo que aun así hay un equilibrio.

En 2018 tenían 500.000 suscriptores en Youtube y 400.000 oyentes en Spotify. Ahora, en Youtube tienen casi el doble y en Spotify cuatro veces más. ¿Se ganan la vida el doble de bien que hace 4-5 años?

Natos: Probablemente, sí. Pero no le prestamos mucha atención a estas cifras. Es un termómetro que mide mucho más la realidad el ver cuanta gente está dispuesta a pagar una entrada para ir a verte a los conciertos. Si tienes un tema exitoso o una colaboración con algún artista muy 'pegao' puedes tener la ostia de oyentes mensuales.... Pero luego he visto muchos casos que vas a sus conciertos y da un poco de penilla porque se basan en un 'hit' que ha sonado mucho en la radio o una canción que ha pegado en TikTok… Eso no se transfiere al mundo real.

Menciona TikTok. ¿Qué opinan de la plataforma en relación a la música?

Natos: A pesar de que no es nuestro mercado, me alegro de que exista eso porque lo veo un poco como cuando salió Youtube para nosotros, que fue un escaparate para que el público conociera a nuevos artistas sin que tuvieran que estar impulsados por la radio o porque un señor con traje decidiese que eras tu quien tuviera que sonar.

Han tenido una carrera sostenida y ascendente... Y no paran de crecer.

Waor: Hemos tenido una movida imprescindible que es: constancia y trabajo. En el inicio de una carrera son muchos los factores a tener en cuenta: el talento, la suerte… Pero cuando llevas más de una década y la cosa solo ha hecho que ir para arriba... El porcentaje de culpa que tiene el trabajo es mayor que cualquier otro factor. Nosotros no sabíamos qué iba a ser de nuestra vida, no teníamos donde caernos muertos, y cuando este tren pasó nos subimos y dijimos: 'de aquí no nos bajamos'. Y hemos mantenido esta mentalidad.

Actualmente hay una talentosa nueva camada de rap en español. ¿Tener referentes de éxito como ustedes ha ayudado?

Natos: Es muy importante en cualquier disciplina tener un ejemplo que te haga darte cuenta de que es posible llegar a tus objetivos. Pero en ningún caso esto le quita el mérito a los chavales que están saliendo ahora que si están donde están, girando y llenando salas, es porque se lo curran y lo merecen.

¿Qué creen que ha pasado para que el rap llegue ahora a tanta gente, llene salas, pabellones...?

Natos: Por un lado, los chavales tenían esa necesidad de no escuchar simplemente lo que les estaban poniendo en la radio sino algo que también les transmitiese y se identificaran. Después, está el crecimiento de la cultura. Es decir, no veo que el resto de artistas sean competencia sino que todos hacemos que esta movida crezca. Que salga un chaval nuevo que sea la polla y a la gente le encante nos debe alegrar a todos. Porque que lo escuchen a él no significa que dejen de escucharnos a nosotros, sino todo lo contrario.

Ustedes empezaron en los parques y en casa okupas, donde pudieron desarrollar su trabajo. ¿Cómo de importante es que esos tejidos asociativos sigan latiendo en las ciudades?

Natos: En nuestro caso fue clave. Tuvimos un lugar en el que poder ir, trabajar, estar rodeados de otros chavales que estaban haciendo lo mismo y ahí tuvimos la oportunidad de enseñar nuestro trabajo a la gente. Y les estaremos agradecidos toda nuestra vida.

"Crecimos en los 90, barrios olvidados fuera de la M30", canta Natos en 'Los 90'. ¿Ha mejorado la cosa?

Natos: No hay más que ver cómo está el centro de las ciudades, no solo Madrid, y cómo están las calles de los barrios, hechas una mierda. Se tiene más cuidado siempre del centro que de la periferia. Parece que a los que gobiernan les da igual la gente con menos poder adquisitivo. Pero creo que de los barrios es de donde sale el talento, y del sufrimiento es desde donde se crea el arte, las ganas de protestar y demostrar que tu no eres menos que nadie.

¿Dónde acaba su ambición?

Waor: Yo firmaría estar como estamos ahora para siempre. No me hace falta ser estrellas mundiales, hacer giras por Estados Unidos… Si llega, bienvenido sea, pero no es nuestro objetivo. Si solo eres feliz siendo el número uno no vas a ser feliz nunca. Claro que queremos más, pero con calma y sin ser una ambición tóxica.

Este viernes actúan por primera vez en el Palau Sant Jordi. Cuando salieron a la venta las entradas para la gira tuvieron que defender el precio que pusieron. ¿Hasta qué punto intervienen en eso?

Natos: El precio de las entradas lo ponemos nosotros, a excepción de si nos contratan para tocar, aunque aun así intentamos que no se columpien. Y somos conscientes del 'show' que nosotros damos vale más que lo que pedimos, pero también sabemos el esfuerzo que le supone a una persona normal sacar 30-40 euros de sus gastos del mes para dedicarlos a ir a un concierto. Procuramos ajustarlo al máximo, pero hacer una producción como las de nuestros conicertos es sumamente caro. Llevamos un equipo enorme de gente, el alquiler de todos los elementos para poder llevar el 'show' a cabo es muy caro... Y lo que tampoco podemos hacer es dar un concierto y perder dinero. Entonces hay que buscar el equilibrio.

Parece que la 'moda' de las zonas VIP en los conciertos va a más, lo que despierta quejas de los fans. ¿Qué política siguen ustedes con eso?

Natos: En los conciertos que organizamos nosotros no lo hacemos nunca. No nos gusta que el publico esté segregado ni que un tío que tenga mayor poder adquisitivo vaya a tener un mejor sitio solo por eso. Creo que es mejor el interés, el hacer cola horas antes en la puerta... Eso tiene más valor que pagar 20 euros más.

Llevan más de 10 años juntos... ¿No están hartos el uno del otro?

Natos: Hemos tenido mucha sierte de habernos encontrado. Es verdad que pasando tanto tiempo juntos, lo normal sería que estuviesemos hatsa los cojones, no parasemos de sicutir, pero para nada. Con el paso de los años nos entendemos mejor.

Waor: La clave es como nos hablamos el uno al otro. Más allá del cariño y lo que hemos vivido juntos, a veces con una persona con la que hablas todos los días es fácil en un momento dado no tener las palabras adecuadas,. Y nosotros siempre nos hemos tratado con respeto y cariño aun cuando no opinábamos lo mismo sobre un tema. No recuerdo la última vez que nos hablamos mal, pero ara muchísimo tiempo.