Confianza, saturación y vulnerabilidad: ¿por qué los ‘influencers’ hacen publicidad encubierta?

Más del 70% de los creadores de contenido españoles cometen infracciones contra la normativa europea de prácticas comerciales desleales

TikTok ha retirado la monetización de los vídeos

Alba Paul Ferrer y Dulceida, dos de las ‘influencers’ con más seguidores de España / Daniel gonzález/efe

Alba Paul Ferrer y Dulceida, dos de las ‘influencers’ con más seguidores de España / Daniel gonzález/efe / adriana quesada

Navegar por redes sociales es darse cuenta de que hay muchas influencers recomendando el mismo espectáculo, la misma crema o el mismo restaurante. Muchas veces este tipo de acciones escondidas bajo el nombre de “recomendación” son publicidad encubierta y van en contra de la normativa europea sobre prácticas comerciales desleales.

Son muchas las y los creadores de contenido que recurren a esta práctica. Una investigación llevada a cabo por la Dirección General de Consumo, integrada en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, llegó a la conclusión de que más del 70% de los influencers de nuestro país estarían cometiendo este tipo de faltas.

El hecho de poder vivir de redes sociales está íntimamente relacionado con la participación en campañas publicitarias. TikTok, que pagaba un par de céntimos por cada mil visitas, retirará su fondo para creadores este 24 de febrero y todos los influencers que quieran ganar dinero en la plataforma tendrán que hacerlo por medio de la publicidad con marcas.

En otras redes sociales es similar, ya que monetizar las publicaciones resulta complicado y, al momento de lograrlo, insuficiente. Es por eso que muchos influencers, conscientes de que dependen de este tipo de contenidos, deciden esconder que un gran porcentaje de sus publicaciones son publicidad para evitar así la saturación de su audiencia.

Por otro lado, en términos de confianza, el hecho de que una persona que sigues o, incluso, admiras, te recomiende un sitio para comer o una tienda que visitar también la hace más atractiva bajo la premisa de que lo está haciendo de forma desinteresada, sin un pago de por medio. A esto hay que añadirle que la mayor parte de los seguidores de estas personas pertenecen a un colectivo de consumidores vulnerable: la gente joven.

En la investigación realizada por un barrido de la Red CPC se observaron a más de 40 influencers y creadores de contenido españoles con muchos seguidores y actividad en redes. De todos ellos, se observó que tres de cada cuatro incumplen las normas establecidas.

Etiquetas

Para hacer publicidad en redes sociales hay que usar etiquetas que indiquen que se está llevando a cabo una actividad comercial. En la legislación europea se establece que lo correcto es usar etiquetas completas y comprensibles como “colaboración pagada”, pero lo más habitual es el uso de “publi” o “ad” (abreviatura de anuncio en inglés).

Otros no usan ninguna etiqueta y tan solo agradecen a la marca para la que están haciendo la colaboración el hecho de darles el producto o “apoyar su contenido”. Y el 30% no aporta ningún detalle sobre la compañía a la que le está haciendo la campaña, como “el correo electrónico, nombre, dirección o número de registro”.

Para luchar contra esta situación, los influencers que se ha detectado que llevan a cabo estas infracciones serán notificados y asesorados para que procedan al cumplimiento de la normativa y evitar sanciones que podrían escalar hasta los 100.000 euros.