Limpieza

El truco para quitar las manchas de tomate de la ropa de manera rápida y efectiva

Son de las más difíciles de quitar si no sabes cómo

Con este truco saldrán todas tus manchas de tomate.

Con este truco saldrán todas tus manchas de tomate. / Freepik

Luis Alloza

Hay manchas que son rebeldes, como decía algún anuncio de hace unos años, y que son especialmente difíciles de quitar. Por ejemplo, siempre se ha hablado de las de vino o chocolate, que si no se tratan a tiempo y de forma efectiva se quedan bien pegadas a la ropa y quitarlas puede ser todo un suplicio.

Y las de tomate no se quedan atrás. Son de esas complicadas y, sobre todo, si hay niños en casa se puede convertir en un verdadero problema. Ahora bien, solo si no se sabe cómo tratar.

Además el tomate es difícil en todas sus formas, texturas y sabores. El frito, el natural, el triturado, el concentrado, el ketchup... Todos ellos son muy complicados. Por eso, una de las grandes máximas es que, sobre todo, cuando haya tomate en el fuego se ponga la tapa, a fuego medio o bajo porque salta mucho y, aparte, cocinar con ropa vieja o que no nos dé pena que se manche.

Depende del tejido

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, ni aunque metas la prenda rápidamente en la lavadora y con agua caliente justo en el momento de la mancha, se asegura el éxito de que la mancha desaparezca, lo que significa que es necesario hacer un tratamiento antes de que pase por la lavadora para su eliminación definitiva.

También es necesario conocer el tipo de tejido, porque hay productos que son muy efectivos pero que pueden desteñir o dañar la ropa, por lo que será peor el remedio que la enfermedad.

Si es de algodón, lo primero es retirar al máximo el tomate con una cucharilla, bayeta o incluso un algodón. Acto seguido, métela en agua fría. Después, echa unas gotas de agua oxigenada en la mancha y, si es blanca, también puedes agregar amoniaco. Pero importante, solo si es blanca. En caso de que sea de color, alcohol de farmacia, el de 96º. Frota y a la lavadora. Y cuanto antes hagas esto, mucho mejor para que la mancha no se adhiera a la ropa.

Si es de lino o esparto es necesario echar una mezcla de leche y sal. Una la ablandará y la otra actuará como abrasivo natural a la hora de frotar. En caso de que la prenda sea de seda, utiliza un algodón o bastoncillo con agua caliente y amoniaco o vinagre blanco y mezcla, pero si ya está reseca, deja la prenda a remojo con agua fría y alcohol.

Y por último, si el tejido es de lana, al ser especial también se le trata de manera distinta. En este caso se usan tres ingredientes que son imprescindibles en cualquier casa que se precie: limón y sal. Hay que exprimir el limón para sacar el zumo, diluirlo en agua y agregar sal por lo mismo, para que haga de abrasivo y al frotar arrastre el tomate.