TRAUMATOLOGÍA

Dolor de espalda: Qué tipos hay, consejos prácticos para evitarlo y fórmulas para recuperarse

El dolor de espalda es el segundo motivo de consulta al médico de atención primaria y aquí recogemos los consejos del especialista para prevenir... y para disminuir el dolor

Cómo prevenir y tratar el dolor de espalda

Cómo prevenir y tratar el dolor de espalda / JCOMP.

Probablemente el dolor de espalda sea junto con el de cabeza, uno de los problemas de salud más frecuentes en la población. De hecho, es el segundo motivo de consulta al médico de atención primaria.

El dolor de espalda puede localizarse en cualquier tramo de la columna vertebral y, en algunas ocasiones, puede generar incluso una limitación de la movilidad. 

Según donde se localice el dolor podemos distinguir varios tipos: 

  • Dolor en la columna cervical. Aquí el dolor se sitúa en la nuca y parte superior de la espalda y suele estar provocado por una mala postura, un esfuerzo o un traumatismo. 
  • Dolor dorsal. Las molestias se producen en la parte central de la espalda y no es muy habitual. Su causa suele estar en las malas posturas que adoptamos. 
  • Dolor lumbar. Cuando duele la parte más baja de la columna. Un dolor que, en el 90% de los casos, se debe a la sobrecarga o alteraciones estructurales de la columna.
El dolor de espalda es el segundo motivo de consulta al médico de atención primaria.

El dolor de espalda es el segundo motivo de consulta al médico de atención primaria. / FREEPIK

Recomendaciones para prevenir y tratar el dolor de espalda

Que el dolor de espalda sea algo habitual no quita para que nos haga pasar malos días o temporadas. Por eso la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) señala algunas recomendaciones para evitarlo y para tratarlo en caso de que aparezca.  

  • Lo primero de todo es perder peso en el caso de sufrir sobrepeso u obesidad. De esta forma, la columna reducirá su carga y mejorará su movilidad. Para conseguirlo, los farmacéuticos recomiendan “una dieta sana, equilibrada, rica en omega 3 y con aporte de calcio (con pescado azul, legumbres, cereales, lácteos, etc.)”.
  • Evitar el reposo prolongado, más allá de 1 o 2 días. También es importante estar mucho tiempo de pie, sentado o acostado.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular. Unos 30 minutos diarios son el mínimo recomendado. En cuanto al tipo de actividad, lo mejor es el ejercicio moderado: caminar, nadar o bicicleta son los más recomendados. 
  • Realizar ejercicios de rehabilitación y prevención. Si ya hemos tenido problemas de espalda lo mejor para no volver a sufrir el dolor es reforzar la musculatura de la espalda y los abdominales ya que muchos dolores se originan por debilidad de dichos músculos. 
  • Usar calzado cómodo, “evitar tacones altos o zapatos muy planos”, señalan desde la SEFAC.
  • Adoptar hábitos de higiene postural. Entre ellos, los farmacéuticos señalan: “apoyar en la silla la totalidad de la espalda, no doblar la espalda por la zona lumbar, empujar en vez de tirar de los pesos (por ejemplo: utilizar carrito de la compra)”. 
  • Mejorar el descanso nocturno. Para ello debemos cuidar el tipo de colchón que usamos, que no debe ser ni muy duro ni muy blando, y buscar una almohada cómoda. 

Además, en la cama, es mejor no dormir boca abajo. “La postura adecuada para prevenir el dolor lumbar es boca arriba con un cojín debajo las rodillas o de lado”, explican los especialistas. Todo ello va a prevenir el dolor de espalda. 

  • Fuera el estrés. Ejercicios como el yoga y el taichí pueden ayudar a disminuir el estrés y a mejorar la salud articular.
  • Tomar complejos a base de vitamina B ayuda a mejorar el dolor y conseguir una recuperación más rápida. 
  • La realización de ejercicios de estiramiento por las mañanas y los acudir a fisioterapeuta alivian la sintomatología del dolor de espalda.

Si el dolor está provocado por una lesión o un impacto, lo mejor es aplicar frío local durante unos 20 minutos (bolsas de frío, cremas a base de mentol o vendas frías). El frío disminuye la inflamación local.

  • Una vez que la inflamación se ha reducido, ya se puede aplicar calor local. Así calmaremos y relajaremos la espalda.
  • Tratamiento farmacológico. En algunas ocasiones, la única forma de aliviar el dolor va a ser mediante fármacos indicados por el médico. En estos casos, desde la SEFAC recuerdan que “es importante ser adherente al tratamiento. En caso de duda consulte a su farmacéutico, le puede asesorar para obtener mejores resultados terapéuticos”.