APARATO DIGESTIVO

¿Qué es la enfermedad hepática provocada por el alcohol, que casi siempre descubrimos tarde?

Esta patología no provoca síntomas hasta que está muy avanzada y puede llegar a ser irreversible. Puede presentarse como esteatosis hepática alcohólica, hepatitis alcohólica y cirrosis etílica.

La enfermedad hepoática producida por el alcohol no avisa pero se puede prevenir

La enfermedad hepoática producida por el alcohol no avisa pero se puede prevenir / Imagen de Concord90 en Pixabay

El consumo del alcohol es algo completamente normalizado en la sociedad española, a pesar de las múltiples advertencias por parte de la comunidad científica sobre el peligro de este consumo, sea de la cantidad que sea. 

Entre las pautas de prevención de casi cualquier patología se encuentra la de no beber alcohol.

Pero si para los médicos siempre es importante seguir esta recomendación, cuando se trata de intentar prevenir una enfermedad hepática provocada por el alcohol pasa a ser fundamental.

Y la realidad es que estamos hablando de una patología que existe realmente, que es asintomática en sus primeras etapas y que no tiene un tratamiento específico. 

¿Qué es la enfermedad hepática por el alcohol?

El doctor Joaquín Cabezas, experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla explica que:

  • "La enfermedad hepática por alcohol es una de las patologías más prevalentes del hígado y suele producirse cuando el paciente tiene un consumo elevado y continuado".
  • ¿Cuánto es eso? Los especialistas cifran el peligro en consumir más de 20 gramos de etanol al día en mujeres y 40 en hombres.
  • Y el límite todavía podría ser menor en situaciones donde haya otros factores como obesidad, diabetes u otra enfermedad hepática subyacente”.
La enfermedad hepática por el alcohol tiene nombre diferente según su gravedad

La enfermedad hepática por el alcohol tiene nombre diferente según su gravedad / Foto de julien Tromeur en Unsplash

Una enfermedad que no tiene síntomas

Uno de los problemas a la hora de identificar esta enfermedad es, además de la ausencia de síntomas, el desconocimiento que tenemos sobre si existe un límite a partir del cual el consumo de alcohol pasa a ser dañino

  • “Las personas cuantifican con dificultad la cantidad de alcohol que ingieren realmente, lo que supone la primera dificultad para su diagnóstico y tratamiento, ya que los especialistas en digestivo no disponemos habitualmente de biomarcadores precisos para identificar el consumo de riesgo”.

Además, el doctor Cabezas también alerta del estigma que rodea a esta enfermedad.

  • “Actualmente debemos evitar términos que pueden ser despectivos como “alcohólicos”, sino hablar de personas con trastorno por consumo del alcohol. Y ya no hay un consumo abusivo o excesivo del alcohol, sino de riesgo”,

Por eso, el experto pide concienciar a la población sobre el alcohol y las consecuencias más allá de la enfermedad hepática (como, por ejemplo, el cáncer). Y afirma con claridad:

  • No hay un consumo saludable ni seguro de alcohol y la concienciación es la mejor herramienta para prevenir”.

¿Qué enfermedades se incluyen

Hay tres grandes cuadros de enfermedad hepática producida por alcohol que, de menor a mayor, gravedad son:

  1. La esteatosis hepática alcohólica
  2. La hepatitis alcohólica
  3. La cirrosis etílica.

Y a los factores e cantidad de consumo, que ya hemos dicho, es importante añadir el tiempo de consumo.

Se considera causa para desarrollar una enfermedad hepática grave el consumo excesivo de alcohol al menos durante 5 años

Y también es bueno saber que no todas las personas que consumen alcohol en cantidad excesiva desarrollan enfermedad hepática grave.

Hay un componente individual no identificado hasta el momento que hace que con la misma ingestión de alcohol unas personas desarrollen cirrosis y otras solamente esteatosis.

Representación de un paciente con cirrosis. Se muestra un hígado dañado en comparación con un hígado sano

Representación de un paciente con cirrosis. Se muestra un hígado dañado en comparación con un hígado sano / https://www.myupchar.com/es

Síntomas de la enfermedad hepática por alcohol

Debido a la dificultad de diagnosticar la enfermedad hepática por alcohol en etapas iniciales, en España no existe un registro del número de pacientes con esta patología. 

  • “Algunos estudios recientes indican que la incidencia de cirrosis relacionada con el alcohol en España es de 4,4 mujeres y de 14,6 hombres por cien mil habitantes. Y en dos de cada tres personas con cirrosis, el alcohol es la causa”, asevera. 

Además de ello, existen otros datos que pueden evidenciar el número de pacientes esta patología, como una mayor proporción de ingresos por enfermedades relacionadas con el hígado (como la cirrosis descompensada) o las listas de espera en trasplantes.

Como ya hemos visto, la enfermedad hepática por alcohol no provoca señales específicas hasta que la patología está muy avanzada y puede llegar a ser irreversible (como la "hipertensión portal" o complicaciones relacionadas con la cirrosis).

Cómo se puede reconocer en sus fases iniciales

Estamos hablando de una enfermedad asintomática en sus fases iniciales, a menos que se identifiquen algunos signos que pueden asociarse al consumo elevado de alcohol, por ejemplo:

  • Hipertrofia parotídea: el agrandamiento de las glándulas salivales situadas cerca de la mandíbula. 
  • Fibrosis en la palma de la mano, que provoca el cierre progresivo de esta extremidad.
  • El aumento del grosor de la nariz, que también adquiere un color rosado (rinofima).
El consumo de alcohol es el principal factor de riesgo de la enfermedad hepática.

El consumo de alcohol es el principal factor de riesgo de la enfermedad hepática.

Factores de riesgo de la enfermedad hepática por alcohol

En cuanto a los factores de riesgo ligados a esta enfermedad, el experto identifica:

  • El sexo del paciente. Aunque esta patología es más prevalente entre el sexo masculino, las mujeres son más susceptibles de desarrollar la enfermedad porque tienen menor capacidad de metabolizar el alcohol en el estómago.
  • Consumo elevado de alcohol. En mujeres es superior a 20 gramos de etanol al día y en hombres, 40. A estas cifras el especialista suma lo que se conoce como “consumo en atracones o binge drinking (término anglosajón que describe cuando se beben elevadas cantidades de alcohol en periodos cortos de tiempo)”.
  • Tener obesidad y sobrepeso
  • Padecer diabetes.
  • Factores genéticos.
  • Otras enfermedades hepáticas: hematosis, infección viral por hepatitis B o C, etc.

Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad hepática por alcohol

Las tres bases para abordar esta patología del hígado son:

  1. La prevención, a través de hábitos de vida saludables
  2. El diagnóstico precoz. De esta forma se puede identificar y tratar a tiempo la enfermedad hepática por alcohol antes de que progrese y suponga mayor riesgo para el paciente (especialmente entre los más jóvenes, con un consumo de alcohol cada vez en edades más tempranas) porque no existe un tratamiento específico para ello.

Paralelamente, el especialista en Digestivo tiene a su disposición una serie de herramientas para facilitar el diagnóstico, como son:

  • La analítica de sangre
  • La ecografía o elastografía de transición
  • Sumado a una historia clínica detalla del paciente, que hace que una vez que el gastroenterólogo identifica lo primeros compases de la enfermedad, recomienda a los pacientes un consumo cero de alcohol.

La hepatitis B o C se han podido controlar en España gracias a los tratamientos efectivos. Por ello, es hora de poner el foco en otra de las epidemias relacionadas con el hígado a través de la prevención: la enfermedad hepática por alcohol”.